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Domingo, 16 de julio de 2006
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EL PERONISMO SANTAFESINO ESPERA PRECIPITAR UNA DECISION DE CARLOS REUTEMANN

Quieren un candidato que aparezca ya

Mientras el senador nacional sigue sumido en un profundo silencio, las
negociaciones en el peronismo para encontrar un candidato a gobernador,
siguen adelante. Rossi es el que más arriesga, Bielsa aún no se baja y
hasta algunos miran la relección de Obeid.

Por Pablo Feldman
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Reutemann y Kirchner hace rato que no hablan. El presidente incidirá en la designación del candidato.

"Estamos en un problema, esto es como "Forrest Gump" cuando el personaje salió a correr y todo el mundo lo seguía, hasta que un día paró y dijo 'yo me voy a mi casa' y se quedaron todos sin saber qué hacer", dijo a Rosario/12 un empinado dirigente del PJ que utilizó el filme de Tom Hanks para describir lo que podría llegar a suceder con la hipotética candidatura a gobernador de Carlos Reutemann. Lo cierto es que para importantes sectores del PJ -entre ellos los que responden al gobernador Jorge Obeid, y lógicamente el reutemismo-, el Lole sería el único capaz de revertir una situación que se presenta muy complicada para el oficialismo de cara a las elecciones del año que viene. De todos modos, hay otras operaciones en marcha con distintos orígenes y desarrollo. Agustín Rossi admitió públicamente ayer que "podría ser candidato", Rafael Bielsa nunca dijo que no, y lo último -pero no por eso menos extravagante- es la versión de habilitar la reelección de Jorge Obeid. Para cualquiera de los casos será determinante la palabra del presidente Néstor Kirchner que por ahora sigue sin definir la situación santafesina, aunque no deja de preocuparlo y esto ha quedado claro en el último viaje a España que compartió con Rossi y Obeid.

No hay candidato a gobernador. Esa es la realidad de hoy del peronismo santafesino, y si bien falta más de un año para el comicio -previsto para el 2 de setiembre-, crece la preocupación en la Casa Rosada de cara al primero de los exámenes electorales del 2007 que tendrá el 28 de octubre de ese año la disputa central por la Presidencia de la Nación.

La elección en Santa Fe no es la más importante, pero probablemente sea una de las primeras del cronograma, y si bien en el distrito más numeroso no hay definición entorno a quien será el candidato, sea Felipe Solá -si se consigue propiciar su reelección- o cualquier otro, en el oficialismo no hay temor a una derrota en la Provincia de Buenos Aires.

En Santa Fe, en cambio el panorama es más complejo para las fuerzas de "K" -prueba de ello es que la senadora Cristina de Kirchner se ocupó de Miguel Lifchitz en su discurso defendiendo los superpoderes-. Por esa razón, en los próximos días los principales dirigentes provinciales intentarán que Carlos Reutemann se defina entorno a su eventual candidatura. Una misión casi imposible, teniendo en cuenta el ostracismo que se ha autoimpuesto el ex-piloto de Fórmula Uno, que no habla ni siquiera en el parlamento, donde -aún cuando casi nadie lo recuerde- sigue presidiendo la Comisión de la Relaciones Exteriores, que esta semana volvió al centro de la escena tras el dictamen de la Corte Internacional de La Haya en el diferendo por las papeleras.

"Lo peor que puede pasar es que lleguemos a fin de año y sigamos esperando al Lole que no se define", dijo la fuente consultada por este medio. Esa preocupación es compartida por amplios sectores del PJ, incluidos potenciales candidatos que prefieren seguir esperando un guiño del ex-piloto.

En el entorno del senador no hay nadie que se atreva a asegurar que Reutemann será candidato, ni tampoco lo contrario. Eso es lo más alarmante, ni sus más estrechos colaboradores saber qué puede pasar. Uno de ellos -que pidió reserva- confesó a este cronista que "no dice una palabra, casi ni habla, es la primera vez que está tan cerrado", afirma con pesar ya que no se trata de un secreto bien guardado sino de un desconocimiento absoluto de lo que piensa su jefe.

Ni siquiera Obeid logra hablar con su socio político de los últimos 15 años, y menos desde la Casa Rosada, donde hay un clima de incertidumbre que solo podría romper una orden presidencial. "No sabemos en qué anda el Lole, con el presidente no habla desde el episodio de María del Carmen Alarcón, cuando vino a la Casa de Gobierno para aclarar que no tenía nada que ver", dijo un funcionario K. Y en rigor "no saben en qué anda el Lole" porque no hay trato, y si bien el senador "acompaña" desde su banca no hay más contactos, "ni siquiera participa de las reuniones de bloque".

Esto ha llevado a pensar en cercanías del presidente que "el Lole no va a jugar", lo cual fue refutado por la senadora Roxana Latorre, de innegable pertenencia al reutemismo. Pero Latorre no dice que "Reutemann va a ser candidato a gobernador" apenas alcanza a sostener que "no decidió nada, ni apoya ninguna candidatura". Esto último sobre todo después de la irrupción de Rafael Bielsa en el escenario provincial, con "junta promotora" sin pie de imprenta y dando lugar a múltiples especulaciones, que fueron desde el padrinazgo del Lole hasta el del gobernador. En ningún caso hubo una ratificación de parte de los personajes aludidos.

Rossi, en cambio, sigue como si se tratara de la fábula de la tortuguita y la liebre. Sin prisa pero sin pausa, el jefe del bloque de diputados nacionales sigue recorriendo la provincia y "bancándose" las operaciones que presentan como mejor posicionado a otro candidato, y hasta una eventual salida de escena si apareciera "el piloto".

Pero la última de las operaciones raya en los límites de la sensatez; y es la que propicia habilitar la relección del gobernador.

Como se sabe, la Constitución provincial veda expresamente esa posibilidad. Para modificarla, haría falta una reforma, aunque hay quienes insisten en que una ley sería suficiente. Argumentan que la reforma constitucional de 1994 impuso la adecuación de las cartas magnas provinciales a la nacional, y entre otras cosas esa adecuación permitiría la reelección de los gobernadores.

En este punto es justo decir que Jorge Obeid es ajeno a esta situación, no así su colega Felipe Solá -que si bien vive otra circunstancia- dijo en un reportaje radial a este cronista que "trataremos de forzar lo menos posible la Constitución" como si se tratara de una cerradura y no de algo que no admite ambages: O se fuerza o se respeta. Pero Felipe no tuvo problemas en decirlo, y no parece que desde el gobierno tengan problemas en hacerlo, sobre todo porque simplificaría la interna de la provincia de Buenos Aires. "Si sirve para Felipe sirve para nosotros", podría decir Jorge Busti y Carlos Rovira -gobernadores de Entre Ríos y Misiones, respectivamente- pero Obeid ha dicho más de una vez que "asumí como gobernador jurando esta Constitución y no estoy dispuesto a incumplir mi compromiso", veremos qué dicen en la Rosada.

Por ahora habrá que esperar; pero esta última situación que afecta Obeid, sumada a las legítimas aspiraciones de Rossi -aunque en apariencia incompatibles con el desgaste que origina la presidencia de bloque- y a la repatriación de Bielsa, hacen que los tiempos se aceleren y no sería nada raro que desde Balcarce 50 se emplace al "gran elector" para que decida y diga "si sigue corriendo o se va a la casa".

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