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Domingo, 3 de agosto de 2014
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Comienza el juicio contra los torturadores de Campagnolo y Dunda

El terror y el escarmiento

Noé Adán Campagnolo era intendente de Santa Fe cuando la patota lo secuestró y lo sometió a suplicios que incluyeron el empalamiento. Rubén Dunda era presidente de la Cámara de Diputados provincial y también fue torturado por ser peronista.

Por Juan Carlos Tizziani
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Rubén Dunda, una de las víctimas en este proceso que ahora se ventilará en el juicio oral.

Desde Santa Fe

El empalamiento al ex intendente de Santa Fe Noé Adán Campagnolo está impune desde el golpe del 24 de marzo de 1976, cuando un grupo de tareas lo secuestró en su casa y lo sometió a los suplicios más salvajes y humillantes. El terror y el escarmiento político. "Esto me pasó por ser peronista", dijo alguna vez antes de su muerte, en 2003. El hecho quedó oculto por 37 años de injusticias y silencios, hasta ahora. El 26 de agosto, el Tribunal Oral de Santa Fe comenzará juzgar a tres de los torturadores de Campagnolo y del ex presidente de la Cámara de Diputados, Rubén Dunda. Será un juicio emblemático a dos coroneles: el ex jefe del Area 212 y primer interventor militar en la provincia, José María González y el ex subjefe del Destacamento de Inteligencia Militar 122, Jorge Roberto Diab, y a un comisario de la Policía, Ricardo José Salomón, acusados -los dos primeros- como "autores mediatos" y último como "autor material" de la "privación ilegal" y los "tormentos agravados" a Campagnolo. González ya cumple una condena a prisión perpetua por el homicidio de otro militante peronista, Mario Osvaldo Marini y el secuestro de la esposa de éste y del bebé de ambos, en diciembre de 1975. Y Diab está imputado en varias causas como "partícipe necesario" de 35 crímenes de lesa humanidad y el martirio y las "violaciones sexuales agravadas" a Silvia Suppo, en un centro clandestino de la dictadura, entre otros cargos.

El 11 de agosto, el Tribunal tenía previsto comenzar el juicio por una causa acumulada en la que están imputados González, Diab, el teniente coronel Carlos Enrique Pavón, el comisario Juan Calixto Perizzotti y el ex juez de Menores Luis María Vera Candioti, pero al agregarse otro tramo de la investigación -por más víctimas- modificó la agenda del segundo semestre. Decidió suspender el debate por la megacausa que demandará varios meses y a cambio, anticipó para el 26 de agosto el juicio por el secuestro y torturas a Campagnolo y a Dunda.

Una de las pruebas de cargo es una entrevista a Campagnolo en 1996, en el programa de televisión "Entrelíneas". Es el relato descarnado de las torturas que padeció en la Guardia de Infantería Reforzada (GIR), donde estuvo secuestrado. "Los milicos intentaron matarme. Me introducen por el ano un objeto cortante, me rompen el intestino y la vejiga. Si la picana eléctrica hubiera estado encendida, me hubieran matado", le dijo al periodista que lo entrevistaba, Guillermo Tepper. Y exhibió la historia clínica de su internación en el hospital José María Cullen: "Setenta hematomas en distintas partes del cuerpo, siete costillas fracturadas, rotura de vegija e intestinos, ano contranatural por seis meses".

La investigación se aceleró en 2012 con el aporte de la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia. Una tarea que estuvo a cargo del equipo de investigadores que dirige la abogada Alejandra Romero Niklison.

Ya en 2009, en el juicio al ex juez Víctor Brusa y a otros cinco represores, uno de los querellantes y hoy secretario de Derechos Humanos, Horacio Coutaz, había pedido a la justicia que investigara los tormentos aberrantes a Campagnolo. "Después, se realizó un relevamiento, encontramos abundante información en fondos documentales y libros de guardias de la Policía de la provincia y ofrecimos testimonios, entre ellos el de quien oficiaba como la mano derecha del ex intendente. Todo eso se plasmó en un informe de la Secretaría de Derechos Humanos", explicó entonces Romero Niklison a Rosario/12. Entre los libros relevados, encontraron "los nombres de los profesionales" que participaron en la intervención quirúrgica de Campagnolo en el hospital Cullen. "Esto significa que hubo médicos que operaron a una persona que estaba al borde de la muerte por las torturas y no lo denunciaron", agregó.

Campagnolo decía -y también lo dice Dunda- que el ex arzobispo de Santa Fe, monseñor Vicente Zazpe, le salvó la vida porque fue él quién se cruzó hasta la Casa Gris y le advirtió a González sobre las torturas al ex intendente.

El 7 de abril de 1976, en un comunicado del gobierno de facto, González informó sobre "un deterioro de la salud" de Campagnolo y que había ordenado su "internación en el hospital Piloto, donde fue sometido a un tratamiento quirúrgico. Al efecto de deslindar responsabilidades y dejar en claro el por qué de la afección del ex funcionario se dispuso una completa investigación, como así también un estudio médico total para determinar el estado de salud en el momento de su internación y su posterior evolución". Palabras. Ya entonces se conocía la historia de Campagnolo. "Pasé ocho meses en la Sala Policial, con un milico en la puerta y otro en la ventana", dijo en esa nota por TV.

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