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Domingo, 23 de julio de 2006
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PAGANO A PUNTO DE SUMAR OTRO PROCESAMIENTO POR LA REPRESION

Lo que pasó y vuelve hecho justicia

En la jerga de la patota lo conocían como Sergio Paz o Sergio
2. En realidad era Walter Salvador Pagano, con una especialidad,
la tortura. Ahora la justicia federal avanza en su procesamiento.

Por José Maggi
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La ex detenida Adriana Arce, a la izquierda, junto a su abogada Ana María Figueroa. "Pagano fue uno de sus torturadores, por debajo de la venda algo veía y lo reconoció".

Walter Salvador Pagano -ex personal civil de Inteligencia del Segundo Cuerpo de Ejército- podría sumar esta semana un nuevo procesamiento, en este caso por su accionar delictivo en el centro clandestino de detención que funcionó en la antigua Fábrica de Armas Domingo Matheu. Las especulaciones corren por cuenta de los abogados de la querella, tras el contundente testimonio que realizara la ex detenida Adriana Arce el viernes 7 de junio. "Adriana reafirmó lo que ya había dicho en el Juicio a las Juntas: que Walter Pagano era uno de los que intervino en sus interrogatorios, que había participado en sus sesiones de tortura, y que Eduardo Constanzo era el que la ataba y la desataba de la parrilla cuando la torturaban", reveló Ana María Figueroa, abogada de Arce.

Mañana se retoma la actividad en los Tribunales Federales luego de la feria judicial. Entonces será tiempo de que el juez federal subrogante German Sutter Schneider resuelva varios puntos en distintos expedientes. Lo que más expectativas despierta es la situación procesal de Walter Pagano en la causa Fabrica Militar de Armas Domingo Matheu, donde está imputado de secuestros y torturas, así como de la desaparición fisica de dos personas: Ariel Morandi y Susana Miranda. En la misma causa reparte sus responsabilidades con Juan Daniel Amelong, con quien comparte además lugar de encierro en el Batallón de Arsenales de Fray Luis Beltrán.

En este sentido, Ana María Figueroa, como abogada de la querella recordó que "Adriana Arce reconoció a Pagano como antes lo hizo con Amelong, porque a pesar de estar con sus ojos cubiertos, miraba por debajo de la venda y los veía. Además cuando iba al baño espiaba porque había un agujerito en la puerta". Agregó que "ella siempre pensó que no iba a salir con vida de allí, pero ante la mínima posibilidad que alguna vez lo lograra, memorizaba todos los detalles, para poder hacer la denuncia y algún día lograr que se sancionara a los responsables".

También el destino la ayudó a develar la identidad de sus captores: "Un día la llevan a una casa de calle Entre Ríos para que la viera un médico porque no estaba bien de salud. Allí estuvo sin vendas y sola durante un rato, y pudo revisar un fichero que había en esa sala, con distintos carnets a nombre de Pagano, Constanzo y Amelong. Había carnets de médicos, de abogados, del Jockey Club. Y su suerte -acompañada de su constancia en la denuncia- hizo que ese mismo fichero estuviera en el despacho del juez provincial Martinez Fermoselle el día de 1984 -ya en democracia- en que declaró. Era el mismo fichero con los mismos nombres, donde pudo revisar así no solo las identidades de sus verdugos sino la de muchos desaparecidos con sus fotos en vida y luego de haber sido asesinados. "Desgraciadamente ese material fue robado esa misma noche de los tribunales provinciales", recordó Figueroa.

Así Arce pudo reconocer a varios: "Que el Tucu era Constanzo y que Sergio Paz o Sergio 2 era Walter Pagano, ya que se hacían llamar por nombres de guerra, con lo cual ella los pudo identificar", señaló la abogado querellante. Pero además Adriana Arce declaró que Pagano estaba en las torturas en las que la interrogaban. De Pagano incluso confirmó lo que ya había declarado en el Juicio a las Juntas: que había sido uno de sus torturadores porque por debajo de la venda algo veia y lo reconoció".

Por su parte, Pagano se abstuvo de declarar el 7 de junio pasado. Luego quien declaró fue Ramón "Gato" Verón, y más tarde Adriana Arce, quien lo reconoció en su declaración del último dia hábil antes de la feria judicial.

En tanto esta semana declara Juan Rivero, veterano militante barrial y actual concejal socialista, quien pasó por ese centro clandestino de detención. Pagano esta imputado por el juez Sutter Schneider de "haber intervenido en calidad de personal civil del Servicio de Inteligencia del Comando del Segundo Cuerpo de Ejercito Argentino a cuyo cargo se encontraba el control operacional de la zona II en la época de la dictadura, junto con Luciano Adolfo Jáuregui, Eduardo Rebecchi, Juan Daniel Amelong y Rodolfo Eduardo Constanzo en el marco del plan clandestino y sistemático de persecución, secuestros, torturas y desparición física, homicidios de personas sospechadas de realizar actividades subversivas y concretamente la privación ilegítima de la libertad mediando violencia amenazas y tormento de Adriana Elba Arce, Juan Antonio Rivero, Ramón Aquiles Verón, Olga Regina Moyano, Hilda Cardozo, Susana Miranda y Ariel Morandi, así como la desaparición física y homicidio de estos dos últimos ocurrido durante el año 1978 en la Fábrica de Armas Portátiles Domingo Matheu".

Sobre la inminente resolución, la abogada patrocinante de Rivero y Veron, Gabriela D'urrutym confió a Rosario/12 que "esperamos que se resuelva en los inmediato la situación procesal de Pagano para dar un paso más, acercándonos al juicio oral, porque creemos que la causa Fábrica Militar de Armas es una de las más trabajadas hasta el momento y se refiere a un centro clandestino de detención reconocido en el juicio a las Juntas. Es decir estamos un paso más cerca que en otras causas más grandes como la causa Feced, que al ser una megacausa se complica aún más. Y confiamos en que el juzgado la va a resolver en lo inmediato".

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