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Desde Santa Fe
Un coronel que comandaba los grupos de tareas del terrorismo de estado en Santa Fe, Jorge Roberto Diab, que fue apartado "provisoriamente" del juicio por la megacausa por motivos de salud, "está en condiciones" de afrontar el proceso penal y "delegar su representación" en su abogado defensor, según una pericia psiquiátrica que se realizó esta semana a propuesta de la querella y el Ministerio Público. El informe del médico psiquiatra y psicólogo Oscar Pellegrini ya está en poder del Tribunal Oral de Santa Fe y es categórico acerca de que Diab puede "comprender el proceso penal" en el que se lo juzga por 41 homicidios, junto a otros cuatro represores. Diab conoce su "situación actual" ante la justicia, tanto que en la entrevista con el perito ensayó su propia defensa al calificar los años de plomo como "una guerra irregular. Por algo la llamaron guerra turbia o guerra sucia", le dijo al médico que lo examinó.
Hace un mes, Diab había sido apartado de la causa por un dictamen del Cuerpo Médico Forense y otro de la médica del Tribunal, Mabel Padró, que concluyeron que Diab "no comprendía el alcance y consecuencias de sus actos". Pero ahora, dos informes médicos, uno de Pellegrini y otro de su colega, Roberto Schmuck, contradicen los anteriores y sostienen que el imputado puede afrontar el juicio. En la próxima audiencia, el 22 de mayo, el Tribunal deberá resolver si el ex subjefe del Destacamento de Inteligencia Militar 122 vuelve al banquillo "o a una sala contigua para juzgarlo o lo aparta definitivamente del proceso y los 41 crímenes quedan impunes.
Diab fue separado "provisoriamente" en la primera audiencia de debate, el 10 de mayo, a pedido del defensor oficial Martín Gesino, quien dijo que su defendido "no comprende el alcance y consecuencias de sus actos" y por lo tanto, tiene una "imposibilidad" de defensa en juicio. En febrero, un examen del Cuerpo Médico Forense y un dictamen de la médica del Tribunal, Mabel Padró, habían concluido que Diab no estaba "en condiciones de comparecer en la audiencia".
El fiscal Martín Suárez Faisal propuso entonces una nueva junta médica que dictamine sobre la "capacidad psiquiátrica" del imputado. Y coincidió con los abogados querellantes Lucila Puyol y Guillermo Munné en proponer al médico psiquiatra Oscar Pellegrini. La querella propuso también a otro perito técnico, el médico Roberto Schmuck.
El Ministerio Público pidió que el doctor Pellegrini se pronuncie sobre dos puntos: "1) Si el imputado Diab es capaz de comprender las alternativas propias del proceso penal y en su caso, de delegar su representación en su abogado defensor. 2) Cuáles serían, según su criterio los ajustes razonables que deberían efectuarse tendientes al desenvolvimiento habitual de las audiencias que permitirían al imputado ejercer sus derechos durante el transcurso del debate".
El dictamen de Pellegrini es muy claro: "Considero que el imputado Diab está en condiciones de comprender las alternativas propias del proceso penal" y "delegar su representación en su abogado defensor", escribió en respuesta al primer punto. La del segundo es tan categórica como la anterior: "Teniendo en cuenta las patologías concurrentes, todas estabilizadas con el tratamiento que viene recibiendo en forma adecuada, me sumo a lo considerado por el doctor Roberto Schmuck, quien sugiere que por su edad y las incomodidades que puedan producirle sus lesiones, convendría ubicarlo en una sala contigua a la de audiencias y contar con alguna compañía que pueda auxiliarlo en algunas necesidades".
El informe dice que Diab tiene un conocimiento "claro" sobre sus cuentas pendientes con la justicia y hasta ensayó una defensa en la entrevista con el psiquiatra. Pellegrini le le preguntó sobre su situación judicial y Diab le contestó "Me dictaron arresto domiciliario" Fue hace unos años. Me llamaron varias veces a declarar. No puedo salir, para salir tengo que tener una autorización o un permiso. Hay varias causas abiertas, pero hasta ahora ninguna me comprobó nada. Son dos o tres causas de derechos humaos. Yo en esa época era jefe de no se qué cosa Supongamos que era segundo jefe. Aparece alguien que dice el jefe era Diab y entonces me acusaron por eso. Fui jefe de varias reparticiones, entre otras del Destacamento de Inteligencia de Santa Fe, que no recuerdo si era el 121 o el 122. La cantidad de problemas que después heredé del corto tiempo que estuve acá. En el sentido de una guerra irregular. Por algo la llamaron guerra turbia o guera sucia. Y eso me fue desgastando y se ven que me ha golpeado la salud", dijo Diab.
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