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Un relevamiento efectuado por el Registro Nacional de Trabajadores y Empleadores Agrarios (Renatea) en el sur de Santa Fe arroj贸 que el 30 por ciento de los empleados rurales realiza sus tareas bajo condiciones de "reducci贸n a la servidumbre", delito tipificado por el C贸digo Penal. La coordinadora del 谩rea de Pol铆ticas de Inclusi贸n y Derechos Humanos del organismo, Vivian Espejo, explic贸 que dicha violaci贸n tiene similitudes con la trata de personas, ya que las personas afectadas se encuentran "en las mismas condiciones de vulnerabilidad, pobreza, de atropello a sus derechos de trabajadores, pasa que son del lugar y no es trata porque no hay traslado".
La acci贸n de reducir a la servidumbre es escabrosa. Consiste en someter a otra persona al poder y a la propiedad de otro. El sujeto pasivo carece de toda libertad individual y se encuentra reducido a la calidad de cosa o animal dom茅stico, conceptualiz贸 la funcionaria. Como revel贸 Espejo en di谩logo con Rosario/12, en los operativos que se efectuaron en el sur de la provincia el Renatea se encontr贸 con adultos y ni帽os en situaci贸n de pobreza extrema y condiciones de explotaci贸n laboral, absolutamente desamparadas y faltas de derechos.
A lo largo de un a帽o, la delegaci贸n Rosario del Registro realiz贸 700 fiscalizaciones respetando una delimitaci贸n geogr谩fica desde Coronda hasta Rufino, y en m谩s de 200 de dichos operativos dieron con casos de reducci贸n a la servidumbre. Roxana Romero es la encargada del Area de Fiscalizaci贸n en la zona y cont贸 que los trabajadores agrarios "dan por naturales" cuestiones de sometimiento por parte de sus empleadores. "No solamente hay que cambiar a nivel laboral, sino tambi茅n desde lo cultural. Ellos (los trabajadores) creen que no son como cualquier otro trabajador. Les parece bien que el empleador los haga trabajar 12 horas, que en lugar de dinero se les pague con comida o la misma actividad que hagan, por ejemplo que en un criadero de chanchos les paguen con un chancho, que los hijos los acompa帽en porque es bueno que aprendan a trabajar desde chicos".
"A cada lugar que vamos hay explotaci贸n laboral", alert贸 Romero, que relev贸 sueldos muy bajos, muchas horas de trabajo y ausencia de elementos de seguridad en toda la porci贸n a la que est谩 afectada la sede Rosario del Renatea. "De higiene ni hablemos", coron贸 el racconto, aunque le sum贸 la falta de condiciones dignas de vivienda y movilidad. "Las primeras fiscalizaciones me tocaron mucho, me costaba entender que se viva as铆 y se siga pensando que est谩 bien, que se lo merece", grafic贸.
La fiscalizadora dividi贸 a los trabajadores rurales de la provincia en "los t铆picos golondrinas" y "los de bolsa". Los primeros son "tra铆dos" por un empleador desde el norte del pa铆s (Santiago de Estero, Chaco y Corrientes) para realizar tareas durante un mes de cosecha. "Trabajan de sol a sol, les pagan y se van". En tanto, a los segundos, las empresas los contratan "por d铆as y despu茅s siguen dando vueltas trabajando en otro campo. Este es el m谩s irregular que se encuentra, no tiene ni recibo ni se le puede dar ninguna prestaci贸n si el empleador no lo inscribe". El golondrina, por su parte, se encuentra "m谩s expuesto a trata y la servidumbre".
El Renatea se cre贸 en el 2011 y opera bajo la ley 26.727. Tiene la funci贸n de regular el trabajo en negro en el 谩mbito rural y considera como empleado agrario a todo aquel que manipule materia prima. "Se procura que el trabajador est茅 inscripto y anotado, que tenga sus aportes hechos. Ellos desconocen que se pueden jubilar gracias a esta ley a los 57 a帽os y que tienen que trabajar 8 horas. A la vez, al momento de descubrir los casos m谩s graves se opera de manera coordinada con organismos nacionales que tengan m谩s competencia que el propio Renatea "para que se pueda seguir con las investigaciones y el trabajador no quede desamparado". Por el momento, en Santa Fe, la lucha es dura.
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