En busca del nombre perdido

Desde Santa Fe

El jueves, llegó hasta el Tribunal Oral de Santa Fe y dejó una carta para que el juicio a sus apropiadores se realice lo antes posible porque ya se demoró más de un año. "Soy José Luís Maulín, pero estoy obligado aún a nombrarme como José Luís Segretín", escribió en la primera línea. Y en una carilla, les contó a los jueces "la congoja y la desdicha de portar una identidad que no es la propia", ser víctima de "un delito que se cometió hace 38 años, pero que se repite cada día", con él y con sus hijos, de 11 y 15. "La cruel sensación de ser obligados a vivir con un apellido falso, que no nos permite presentarnos libremente ante la sociedad como quienes somos", agregó. "Quiero recuperar mi nombre", dijo después en un diálogo con Rosario/12.

José Luis nació el 26 de marzo de 1977 en un sanatorio privado de Reconquista, donde a su madre, Luisa Pratto, ni siquiera le preguntaron cómo se llamaba. Su papá, Rubén Maulín, era preso político de la dictadura. Y su tía, Griselda Pratto, había cumplido los 16 años cautiva en la III Brigada Aérea de Reconquista. El 6 de abril de 1977, sus apropiadores lo inscribieron en el Registro Civil con identidad falsa y un acta de nacimiento fraguada. En mayo de 2009, la trama salió a la luz: la pericia del Banco Nacional de Datos Genéticos reveló que sus padres biológicos eran Rubén Maulín y Luisa Pratto "en una probabilidad del 99,99 por ciento".

El juicio a su "apropiadora", como llama a Cecilia Góngora, y a la médica que atendió el parto y firmó el certificado de nacimiento, Elsa Nasatsky de Martino ya se postergó tres veces, desde marzo del año pasado. El tercer imputado era jefe del grupo de tareas que operaba en la III Brigada Aérea de Reconquista, Danilo Sambuelli, que falleció en ese interregno. En agosto de 2013, Sambuelli había sido condenado a 21 años de prisión por los secuestros y torturas a 39 militantes políticos, entre ellos Rubén Maulín y la "violación agravada reiterada" de Griselda Pratto, en un juicio histórico porque fue el primero en la provincia que juzgó la violencia sexual en centros clandestinos como delitos de lesa humanidad.

"Espero que el juicio se haga pronto", planteó José Luis. El debate estaba previsto para el 13 de marzo de 2014, pero se suspendió por que los abogados querellantes de Hijos, Lucila Puyol y Guillermo Munné (que representan a Rubén Maulín) recusaron a uno de los jueces, Luciano Lauría por su amistad con el ex juez Víctor Brusa. El Tribunal lo reprogramó para el 27 de junio de 2014 y luego, para el 13 de marzo de 2015, pero lo volvió a postergar sin fecha.

El encabezado de la carta a los jueces ("Soy José Luis Maulín") llama la atención. "Es que uno tiene que empezar por la verdad. Me parece muy importante presentarme por quién soy", explicó. "Y vengo a pedir que el juicio se haga. Ya llevamos seis años de espera" y "tenemos una problemática de identidad, no sólo yo, sino también mis hijos", de 11 y 15 años. "Ellos reclaman su nombre. Lo reflejan en su conducta porque es un problema no poder presentarse como quienes realmente son. Es una incomodidad, hasta en la cosas más sencillas como hacer un trámite o pedir un remises"

¿Es vivir con otro nombre?

Es estar escondido. Es un delito que se cometió hace 38 años, pero se repite cada día porque hasta que no se juzgue, el delito se sigue cometiendo. Necesitamos que se juzguen los hechos y se explique por qué sucedieron. Nosotros tenemos una verdad y queremos exponerla ante el Tribunal. Y cada cual tendrá que dar sus explicaciones y recibirá de la justicia lo que le corresponde. Ese es nuestro apuro, recuperar la identidad y que se esclarezcan los hechos que sucedieron hace 38 años.

¿Cuándo te enteraste de que eras hijos de sobrevivientes del terrorismo de estado?

Recién armé el rompecabezas hace seis años (en 2009, con el análisis de ADN). La verdad fue saliendo por partes. Pero tuve dudas desde los 6 años, dudas que planteaba a mis apropiadores, pero la respuesta siempre era negativa. La primera vez que me dijeron algo fue a los 12 años, que mi apropiadora me dijo que ella era no era mi madre biológica, pero mi padre biológico sí era Segretín. Yo era fruto de una supuesta relación extramatrimonial de Segretín con la mujer de un guerrillero que en ese momento estaba preso. Me armaron una historia con muchísima manipulación y mentira respondió.

El parecido físico de José Luís con su padre Rubén Maulín, es notable. "Comencé a conocer mi historia hace seis años, con los testimonios de mis padres y de mi hermana. Uno empieza a atar cabos y las piezas empiezan a aparecer".

¿Siempre viviste en Reconquista?

A veces, me llevaba a Morón, donde está la VIII Brigada Aérea de El Palomar. Allí trabajaba el padre de mi apropiadora, José Ignacio Góngora, quien era personal civil de la base. Una vez fuimos de vacaciones en el verano, el resto de la familia volvió a Reconquista y yo quedé. Iba a cumplir 7 años y quedé todo el año para ir a una escuela de Morón

¿Por qué?

No lo sé.

¿Coincide con la liberación de tu padre?

Prácticamente, porque él salió en libertad en 1982. A partir de esa época, empezaron a hacer movimientos. En 1981, hice el preescolar en un jardín de infantes que estaba en la Brigada Aérea de El Palomar, porque para entrar había que pasar una barrera que levantaba un soldado.

¿Qué rol jugó Sambuelli?

Yo creo que fue el tutor de la maniobra. Cuando él decide liberarla a mi tía Griselda (Pratto) que estuvo secuestrada en la Brigada Aérea de Reconquista, le dice que no se vaya a su casa, sino al Sanatorio Reconquista, porque mi mamá estaba por dar a luz dijo. Griselda relató en la causa que su hermana estaba bajo amenazas. "Vino la doctora Martino y se llevó el bebé".

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