El show del abogado de Tognoli

Desde Santa Fe

El abogado Andrés Rabinovich habló ayer alrededor de 45 minutos para pedir la absolución de Hugo Tognoli. En el alegato ante el Tribunal Oral que juzga a su defendido por presunto "encubrimiento" de un preso por narcotráfico Daniel Tuerto Mendoza y "coacciones" a la denunciante, Norma Castaño, dedicó casi media hora a la teoría conspirativa. Dijo que su cliente era un "policía de oficina" que quedó en medio de una supuesta maniobra contra el gobierno de Santa Fe. "Castaño fue utilizada por políticos y el Poder Judicial para juzgar por primera vez a un jefe de Policía". "Y cuando la temperatura de Rosario empezó a subir" por los "casos de narcotráfico, se le quiso hacer creer a la gente que estábamos en Sinaloa o en Medellín, cuando en realidad tiene los índices de cualquier provincia". Según Rabinovich, "a Castaño le gusta tener más protagonismo que a mí en los juicios (sic), pero no hay que olvidarse que está subsidiada por un partido", al que no identificó.

Los otros quince minutos del alegato, Rabinovich los consagró a defender a Tognoli en la otra investigación, en Rosario, que lo llevó a la cárcel de Las Flores hace tres años. "Si en este juicio en Santa Fe es absuelto, sale libre en tres meses", profetizó.

En un pasaje, Rabinovich montó su propio show. Sacó una caja debajo del pupitre, la abrió y exhibió una sirena policial, similar a la que apareció en Colastiné, en la casa de Daniel Tuerto Mendoza, en julio de 2012, cuando éste cayó con 13,6 kilos de cocaína. "¡Me costó 200 pesos!", dijo y exhibió la factura. Un intento por banalizar una de las pruebas del juicio. El "souvenirs" --como lo llamó el Ministerio Público Fiscal-﷓ fue considerado en la acusación como un "indicio" más de los "vínculos que Mendoza que había afianzado" con el área de Inteligencia de Drogas Peligrosas, donde operaba el comisario José Luis Baella, quien enfrenta los mismos cargos que Tognoli. Y en el arranque del debate, cuando un testigo reconoció la baliza, el presidente del Tribunal, José María Escobar Cello, llamó la atención a Tognoli, por un queja en voz alta.

Ayer Rabinovich cerró los alegatos de las cinco defensas. Antes, lo habían hecho los abogados de los otros cuatro imputados: Baella, Mauricio Otaduy y los dos detenidos por supuesto tráfico de estupefacientes: Mendoza y Fernando Torres. Hoy seguirán las réplicas y dúplicas y el veredicto se podría conocer la semana que viene, probablemente el martes.

El defensor de Tognoli insistió que el juicio estaba "contaminado". "Esto me hace acordar a un circo romano. La gente pide sangre, pero no sabe lo que pasó acá adentro. Y hasta cargó contra los medios que "no reflejan la realidad". "El fallo va a marcar un antes y un después". "No queremos un linchamiento judicial", se quejó.

Rabinovich le tiró al fiscal Walter Rodríguez que investigó a Tognoli y compañía. "Estoy disgustado con él", dijo. Apuntó contra el fiscal general en el juicio en Santa Fe, Martín Suárez Faisal, quien la semana pasada pidió a que condenen al imputado a 8 años de prisión. Y lo mismo hizo ayer en el capítulo de los 15 minutos de la causa Rosario, contra la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó y los fiscales que intervinieron en la causa, Liliana Bettioli y Juan Murray (hoy secretario en la unidad fiscal que investiga el atentado de la AMIA). "En este momento está en marcha la denuncia contra Gils Carbó, que dispuso sin motivos válidos que la fiscal Bettiolo sea reemplazada por Murray, el fiscal que cambió la acusación contra Tognoli para hacerla más gravosa para mi defendido", dijo el abogado.

"Con este juicio le estamos haciendo el caldo gordo a gente que no lo puede atrapar (a Tognoli) en Rosario y por eso lo quieren condenar acá, en Santa Fe", concluyó.

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