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"No hay ninguna posibilidad de confluencia de política partidaria con el PRO", para el diputado provincial Rubén Galassi. En un mensaje que resuena en los oídos del radicalismo provincial, que tiene una pata en Cambiemos y otra en el Frente Progresista, el ex ministro de Gobierno y hombre fuerte del gobierno de Antonio Bonfatti remarcó que el socialismo es una fuerza de "centro izquierda" y el macrismo de "centro derecha". En diálogo con Rosario/12, el ex funcionario manifestó que "la prioridad" de todos los dirigentes de la coalición gobernante "está en fortalecer el Frente", aunque reconoció que "no se puede negar la realidad" y que más pronto que tarde llegará el debate entre socialistas y radicales acerca de la estrategia electoral 2017.
‑-¿Cómo evalúa los primeros días de Macri como presidente?
‑--Hay algunas señales alentadoras que se plasmaron en el discurso inicial del presidente Macri, fundamentalmente las de aceptar el tema del narcotráfico como uno de los principales problemas que tiene el país, y hay otras que veremos cómo evolucionan, pero en principios son cambios que inicialmente no compartimos. Sí hay urgencias por modificar por decreto algunos aspectos de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, pero no vemos la misma urgencia en el tema del impuesto a las ganancias. Para ser claro, si el gobierno tenía intenciones de cambiar la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual tranquilamente se podría haber enviado el proyecto al Legislativo para que lo debata, como efectivamente se va a hacer con la ley de impuesto a las ganancias. Pero sobre todo estamos esperando, son los primeros días. Para ser contundente en las definiciones también hay que esperar que transcurran y se perfilen las marchas y las acciones. También destaco que ha habido una apertura real al diálogo institucional con todas las provincias, y eso es una clara diferencia con el gobierno anterior, que inexplicablemente se había cerrado sobre sí mismo.
-‑Usted será un actor clave del socialismo en la Cámara de Diputados, ¿cómo imagina la relación de fuerzas con la UCR y el PRO en función del acuerdo nacional que tienen?
-‑Acá en Santa Fe integramos con el radicalismo y otras fuerzas políticas, porque somos un conjunto de partidos, un frente electoral que es el Frente Progresista y que, al mismo tiempo, a través de la voluntad transformamos en una coalición de gobierno, no solo a nivel provincial sino que en importantes ciudades. Rosario que es la más grande, Santa Fe que es la capital, Villa Gobernador Gálvez que está entre las cuatro más grandes de la provincia, y otra veintena de ciudades y más de ciento cincuenta comunas. Esa realidad hay que respetarla por todos lo que hemos durante veinte años construido este Frente Progresista. Después, los partidos políticos con desarrollo a nivel nacional, concretamente el radicalismo, tienen una posición respecto al gobierno nacional porque han integrado el frente Cambiemos. Nuestro partido, que también es una fuerza nacional, no integró ese frente y hoy claramente no vamos a integrarlo. Así que creo que hay que analizar la realidad de Santa Fe como una realidad específica de este territorio y hay que dar los pasos y señales en el sentido de fortalecer el Frente Progresista. Cualquier otro intento por apurar los procesos de debate hacia dentro del Frente Progresista respecto a posiciones con el gobierno nacional no es oportuno. Tenemos responsabilidades institucionales, que es lo que nos ha otorgado la ciudadanía con su voto.
-‑¿Confía ciegamente en que la UCR se va a quedar dentro del Frente Progresista?
-‑No se trata o no de confiar ciegamente. En definitiva, uno solo es responsable por sus propios actos. Pero sí creo que hay una madurez en la mayoría de los dirigentes que durante tantos años han construido el Frente Progresista, que más allá de legítimas aspiraciones y de posiciones que uno desde lo individual o una mirada sectorial de un partido puede entender, no se puede condicionar hoy la marcha del Frente Progresista, que, insisto, por decisión mayoritaria de los santafesinos hoy tiene importantes responsabilidades institucionales. Esto no quiere decir negar la realidad, sino esperar los tiempos que un cronograma electoral más cercano pueda llegar a precipitar. Hoy insisto, la prioridad de todos los dirigentes de Santa Fe está en fortalecer el Frente y gobernar los lugares en los que tenemos responsabilidad institucional de la mejor manera posible.
-‑¿Imagina tensión hacia fines de 2016 y principios de 2017?
-‑Bueno... creo que va a haber un debate, no podemos negar la realidad. De hecho ya lo hubo en 2015, no es que esto sea nuevo. Hubo un debate y en Santa Fe la mayoría del radicalismo resolvió preservar la integración del Frente Progresista y no aceptar lo que nacionalmente su partido había dispuesto. El socialismo hizo lo mismo, apoyamos nacionalmente a Margarita Stolbizer, pero aquí en Santa Fe preservamos el Frente Progresista. Esa situación nos marcó un camino, si bien la historia no se repite mecánicamente, seguro que nos va a ayudar en un debate en 2017. Podemos tener, y de hecho las tenemos, miradas sobre el gobierno nacional, pero todo debate en cuanto a estrategias electorales, posicionamientos políticos, tiene que darse en el marco de una coyuntura electoral, que entiendo hoy es apurar los tiempos y no ayuda a desarrollar con el éxito que la ciudadanía nos exige el mandato popular.
-‑¿El socialismo y el PRO son fuerzas antagónicas?
-‑(Piensa) Son fuerzas que hoy expresamos proyectos distintos, lo que no quiere decir que en determinadas cuestiones uno no pueda tener una mirada coincidente. Por ejemplo, el planteo de avanzar en una reforma al sistema electoral para impulsar la boleta única, desde ya que estamos de acuerdo porque lo hemos hecho en Santa Fe. Ahora, querer hacer un cronograma electoral unificado, donde se vote presidente y el último, no por menoscabar a nadie, solo para marcar una referencia concreta, concejal de la ciudad más pequeña de la provincia, todo en un mismo día, en un mismo marco de una campaña electoral, no estamos de acuerdo. Porque es innegable que la influencia de la categoría presidencial, por lo que implica elegir un presidente para los ciudadanos no es lo mismo que una categoría municipal. Podemos institucionalmente coincidir y en otros no. Pero creo que expresamos con el PRO proyectos distintos. Nosotros somos socialistas, somos una fuerza claramente de centro izquierda y el PRO es claramente un proyecto de centro derecha.
-‑Entonces, ¿en términos partidarios no tienen ni van a tener coincidencias?
-‑Bueno, yo estoy hablando a título personal, pero creo interpretar el pensamiento de la mayoría de los compañeros y compañeras que estamos en el socialismo. Hoy no hay ninguna posibilidad de confluencia de política partidaria con el PRO, expresamos miradas de construcción política distintas, lo que no quiere decir que haya un respeto institucional, que valoremos las cosas que eventualmente se hagan bien. Y si me pide una definición de qué es lo que espero del gobierno de Mauricio Macri, espero que le vaya bien, porque si le va bien a él y sus ideas le va bien al país. Yo no quiero entrar ya a marcar cuestiones, pero insisto, hay urgencias para apelar a los DNU y no hay la misma urgencia para otras cosas. Eso marca una prioridad.
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