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El juez de Instrucción Luis María Caterina dispuso ayer el traslado de tres personas detenidas en la cárcel de Piñero cuando hizo lugar al hábeas corpus correctivo presentado por Liliana Spinetti, la madre de uno de esos internos, Angel Diris, quien es primo de Sergio Ramón Spinetti el hombre de 28 años que fue asesinado después de recibir varios puntazos, el domingo pasado, en el pabellón Nº 1 donde estaba alojado. La madre de Diris teme por la integridad física de su hijo y de otros dos reclusos, Cristian y Sergio Abasolo, dos hermanos que formaban parte, 'rancheaban' en la jerga carcelaria, con Spinetti. Ayer por la tarde se confirmó el traslado de los tres hacia la Unidad Penitenciaria Nº 3 de Rosario desde donde serán derivados a comisarías, porque se supone que también allí pueden existir peligros para sus vidas por conexiones entre los grupos de internos de la U3 y Piñero. La Coordinadora de Trabajo Carcelario lamentó que "no se haya actuado de manera preventiva cuando las situaciones de conflictividad son siempre conocidas en el ámbito penitenciario".
El hábeas corpus correctivo fue presentado ante Caterina quien remitió el oficio a la dirección del Servicio Penitenciario Provincial y a media tarde de ayer la Coordinadora de Trabajo Carcelario recibió la confirmación de que se había ordenado el traslado de los detenidos.
El asesinato de Sergio Ramón Spinetti ocurrió el domingo pasado en la nueva cárcel ubicada en Piñero donde conviven 145 reclusos. Spinetti había sobrevivido a la masacre de Coronda el 11 de abril de 2005 y fue llevado a Piñero, también con los tres por lo que ahorra se pidió el traslado al considerarse el agravamiento de las condiciones de detención y la necesidad de proteger y preservar sus vidas, ya que podrían ser víctimas de nuevos hechos de venganza o conflictividad entre grupos.
En el escrito que presentó ayer ante la Justicia, Spinetti reclamó al Servicio Penitenciario que disponga una custodia expresa para Angel Diris y los hermanos Abasolo, pero finalmente se resolvió el traslado.
Desde la Coordinadora de Trabajo Carcelario, Antonio Tesolini señaló a Rosario/12 que resulta grave que no se haya actuado de manera preventiva cuando "las situaciones de conflictividad dentro del servicio son siempre conocidas". Tesolini también hizo alusión a que "las requisas previas
no fueron bien hechas porque cuando se quieren encontrar las chuzas se las encuentra y cuando no, no lo hacen". Esta referencia tiene relación con que después del asesinato de Spinetti se encontraron una gran cantidad de estos elementos punzantes de fabricación casera en manos de los detenidos, como tiempo atrás se hallaron esposas en poder de los internos "lo que indica negligencia o complicidad de una parte del personal".
La CTC sostiene que la conflictividad de Piñero arranca con su misma inauguración "que fue fruto de la improvisación, desde lo edilicio al personal que se derivó para hacerse cargo y que nunca se tuvo en cuenta el perfil de cárcel que se quiere tener allí". También recordó que al inaugurarse Piñero se perdió una "oportunidad histórica" de poner al frente del penal a un director civil "para continuar con la línea de acción iniciada en Coronda, dar una clara señal de control político sobre las unidades, el compromiso de evitar conflictos y priorizar el trabajo y las soluciones a través del diálogo.
Los escenarios en los que se puede pensar a partir de los que se generan las situciones de conflictividad son numerosos, entre ellos las "internas" entre los hombres del Servicio Penitenciario y las ideas acerca de que la generación de conflictos contribuyen a la desestabilización de quienes apuestan a las líneas de acción como las mencionadas arriba, se evaluó ayer desde la CTC.
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