Desde Santa Fe.
El Tribunal Oral de Santa Fe escuchó esta semana al testigo de cargo de dos crÃmenes: un secuestro y un asesinato en la plaza de las Banderas, en una cita nacional de Montoneros, donde cayeron siete militantes en tres dÃas, en febrero de 1976: dos fueron acribillados -entre ellos el jefe de la columna Rosario, Carlos Lorenzo Livieres Bank- y cinco están desaparecidos. El periodista Daniel Dussex relató que en una caminata por la plaza vio la persecución a un joven desarmado al que le dispararon por la espalda y luego agonizó sobre un charco de sangre a dos cuadras y la captura de su compañero, también desarmado, al que tenÃan de rodillas y con las manos en la nuca. Le exhibieron dos fotos y Dussex reconoció que una "podÃa ser" la del herido y la otra era "compatible" con su recuerdo del desaparecido. La primera era de Livieres y la segunda de Raúl Ameri, con lo cual el testimonio fortaleció la hipótesis del Ministerio Público que considera que el secuestrado era Ameri. En el operativo intervinieron dos policÃas del Comando Radioeléctrico y uno de ellos -que declaró en el juicio el año pasado, Alejandro Raúl Aranda- dijo que el procedimiento estaba a cargo de "militares" que operaban de civil y le ordenaron que llevara al "detenido" hasta la comisarÃa 1ª, y él cumplió la orden: lo dejó en la sala de guardia.
En la cita nacional de Montoneros, grupos de tareas del Ejército secuestraron a siete montoneros que llegaron a Santa Fe desde Rosario, Córdoba, Entre RÃos y Chaco, entre el 16 y el 18 de febrero de 1976. Dos fueron asesinados: Livieres Bank y Elena Yolanda De Leonardi y cinco siguen desaparecidos: Antonio Silva, Daniel Angerosa, Enrique Guastavino, Orlando Finsterwald y Ameri. Silva tenÃa 17 años y Finsterwald, 19.
Según el testimonio de otra sobreviviente, Ana MarÃa Testa, la cita nacional era un "control sobre la seguridad de los militantes". Ella misma habÃa llegado a Santa Fe a través de esa cita en la plaza de las Banderas, en diciembre de 1975 y el 14 de febrero de 1976 lo habÃa hecho su compañero Juan Carlos Silva.
Pero algo pasó, porque dos dÃas después, el 16 de febrero, cayó Antonio Silva, referente de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES), hermano de Juan Carlos y cuñado de Testa que venÃa de Resistencia. El 17, desaparecieron Angerosa, Guastavino (que era hermano del ex vicegobernador de Entre RÃos, Pedro Guastavino) y Finsterwald. Y el 18, cayeron Livieres Banks, Ameri y De Leonardi, cuyo cuerpo apareció acribillado el 21 de febrero en Luis Palacios, departamento San Lorenzo.
El asesinato de Livieres Banks en un "operativo antisubversivo" en Santa Fe era conocido desde el primer momento por el aparato del terrorismo de estado y no sólo en la Argentina sino también en el Paraguay desde el 23 de marzo de 1976, como lo prueba uno de los documentos encontrados en el Archivo del Terror, que data del 14 abril de 1977, disponible en la web (http://doc.wrlc.org/bitstream/handle/2041/55438/143F0439display.pdf?sequence=1). Livieres tenÃa la doble nacionalidad y el archivo incluye otros documentos sobre la persecución a su familia.
En el juicio en Santa Fe, sólo se juzgan los homicidios de Silva, Angerosa, Guastavino, Livieres y Ameri porque a De Leonardi la mataron en la zona sur y en diciembre de 2010, la Cámara Federal de Rosario excluyó a Finsterwald por supuesta falta de pruebas, a pesar de que su ex compañera MarÃa Julia Scocco aseguró que su rastro se pierde en esa cita.
El 18 de febrero de 1976, Dussex atravesaba en diagonal el sendero de la plaza de las Banderas cuando escuchó "estruendos" y vio a "un hombre con un arma en la mano que perseguÃa a otro" y le disparaba por la espalda. Ubicó la escena en Marcial Candioti e Iturraspe, en uno de los extremos de la plaza y la corrida por la vereda de Marcial Candioti, de norte a sur.
Según las crónicas de la época, el hecho ocurrió alrededor de las 10.30. "HabÃa mucha gente, nos tomó por sorpresa a todos los que estábamos a esa hora por la zona", dijo Daniel. Y describió al perseguidor "vestido de civil", aunque por sus caracterÃsticas dedujo que era "un militar" o "un policÃa de alto rango". Después, lo describió como un "petiso retacón, rubio, de pelo corto".
Recordó que en la corrida "dieron vuelta a la manzana" por calle Alvear (la paralela a Marcial Candioti), caminó entonces los cien metros por Juan del Campillo y desde la esquina de Alvear vio que el represor habÃa logrado capturar a "dos jóvenes. Uno estaba herido y se retorcÃa en la vereda en un charco de sangre. Y el otro de rodillas, con las manos en la nuca. Era una situación dramática", dijo. Esa segunda escena, Dussex la ubicó sobre calle Alvear al 4100, en la vereda este, frente a una casa de alto con un balcón largo, que aún está, a pocos metros de la esquina de Iturraspe. El represor tenÃa "el control del hecho" y utilizaba un esquipo portátil de radio. Otros testigos dijeron que habÃa más represores.
El fiscal MartÃn Suárez Faisal le preguntó por el arma del perseguidor. "Era importante, de puño, de grueso calibre", respondió Dussex.
--¿Cómo eran las vÃctimas?
--Jóvenes. Uno estaba mal herido, tenÃa el aspecto de un universitario. --¿Está seguro que el herido era el joven al que perseguÃan?
--Es probable. Porque además cesaron los disparos --contestó. "HabÃa muchos vecinos en la esquina (y otros que observaban desde sus casas). El barrio estaba conmocionado", reflexionó el colega. El herido "perdÃa mucha sangre, pasaron varios minutos y no llegaba ninguna ambulancia", lo que aumentó la angustia colectiva. "Quedé muy impresionado, shockeado" por la situación, comentó.
A la tarde, El Litoral informó que Livieres Bank -a quien identificó por su nombre falso, Jorge Sorasi- habÃa muerto al mediodÃa en el hospital José MarÃa Cullen y que su compañero estaba "detenido".
--¿Vio si los detenidos estaban armados? --volvió a preguntar el fiscal. --No, el único que tenÃa un arma era el perseguidor. El tenÃa el control del hecho. Era un militar o un policÃa de alto rango. No era un procedimiento legal --contestó Daniel, que por esa época cursaba la secundaria y militaba en la UES. Su hermano Fernando es uno de los desaparecidos en la Quinta de Funes, en 1978.
Dussex recordó que a poco de iniciarse la investigación judicial, relató el hecho en una nota periodÃstica. La entrevista se publicó en el diario El Litoral el 18 de noviembre de 1998 ("Aporte de un testigo al caso Finsterwald"), una semana después de que la abogada Matilde Bruera denunciara que Orlando era uno de los desaparecidos en la cita nacional de Montoneros. Y está firmada por el periodista José Luis Pagés, quien describe a su interlocutor como "un testigo presencial de aquel procedimiento en las inmediaciones de la plaza de las Bandera el 18 de febrero de 1976". "En esa publicación no aparece mi nombre, pero el entrevistado soy yo", reveló Dussex. Suárez Faisal y el abogado querellante Guillermo Munne solicitaron al Tribunal que se le pida al diario una copia de la nota para agregarla a la causa.
El fiscal pidió que se le exhibieran a Dussex dos fotografÃas y cuando le mostraron la primera, le preguntó: "¿Es el herido que usted vio en calle Alvear?
--PodrÃa ser --contestó Dussex. Y en la segunda foto, dijo que ese rostro era "compatible" con su recuerdo del muchacho con las manos en al nuca. La primera imagen era de Livieres Banks y la segunda de Ameri.
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