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Miércoles, 24 de febrero de 2016
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El sector metalúrgico se reunió con el gobernador de Santa Fe

Inquietud de obreros y empresarios

Caló le pidió a Lifschitz que intervenga para ponerle un coto a las importaciones para evitar cierre de fuentes de trabajo mientras los industriales se quejaron por el incremento de la tarifa eléctrica en sus costos de producción.

Por Luis Bastús
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Caló junto a Donello, de la UOM rosarina.

En el sector metalúrgico hay preocupación real por la coyuntura y el rumbo de la economía, entre las importaciones liberadas y el incremento de costos, factores que socavan la estabilidad laboral. Tal es la inquietud colectiva que ayer se juntaron obreros y patrones y fueron a contárselo al gobernador Miguel Lifschitz. Y por el lado sindical, además de los referentes locales de la Unión Obrera Metalúrgica, vino el titular del gremio nacional y de la CGT Balcarce, Antonio Caló, quien le pidió al socialista que intervenga de modo de ponerle un coto a las importaciones para evitar cierre de fuentes de trabajo, algo que presupone será inexorable en lo inmediato. Los industriales, en tanto, se le quejaron a Lifschitz por el incremento de la tarifa eléctrica en sus costos de producción. El gobernador prometió sumar su voz ante la administración Macri sobre la angustia de trabajadores y empresarios. El encuentro coincidió con el anuncio de Acindar de licenciar a 350 operarios de la planta en Villa Constitución y con la difusión que hizo la CGT de Caló de un crítico documento contra la política económica nacional.

"Si este plan sigue adelante, evaluamos que a corto plazo vamos a tener desocupados en Argentina", dijo Caló en la delegación de Gobernación. Explicó que al gobernador le pidieron con los empresarios "si por su intermedio podemos trabar la importación desmedida que viene de afuera a Santa Fe, lo haremos en otras provincias también. Si siguen abriendo la importación como ahora habrá desocupados de todos los gremios, no sólo del nuestro".

Sumado a eso, la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe) y la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Rosario (AIM) se alinearon en el pedido y mostraron números sobre la presión de los costos de producción. Uno de los que estuvo ayer en el cónclave con el gobernador fue el empresario Ignacio Boero, de la ex Fundiciones Martínez, en Granadero Baigorria. Contó que esa pyme pasó de pagar una factura de la EPE de 150.000 pesos a pagar 600.000, y encima la importación de autopartes le representa un peligroso escollo para su producción, recuperada apenas dos años atrás, cuando Boero SRL compró la planta que estaba paralizada.

En Santa Fe funcionan unas 2.500 empresas metalúrgicas de dimensiones diversas, y emplean a unos 18.000 trabajadores. Los delegados que ayer caminaban la sede de la UOM en Buenos Aires al 1300 contaban que en sus fábricas se nota la merma de actividad. Para Caló y su referente local, Antonio Donello, la parada de Acindar es "un mal augurio, porque empiezan dando vacaciones y después ya sabemos lo que viene atrás. No nos preocupa el hoy, sino lo que vendrá dentro de dos meses", señalaron. Y para colmo de cosas, está la paritaria, en la que la UOM pedirá una mejora salarial del 32 por ciento.

Desde Acindar confirmaron que un sector de la acería parará su producción entre el 18 y el 28 de marzo, ante la merma de la demanda brasileña, su principal cliente. Pero desde la misma empresa descartaron que estudien despedir operarios. A eso se suman ya los casos de Paraná Metal en Villa Constitución, Vasalli en Firmat y la curtiembre Sadesa en Las Toscas.

Lifschitz prometió interceder ante los ministros nacionales de Producción y del Interior, Francisco Cabrera y Rogelio Frigerio. "El aumento de costos internos, por un lado, -dijo el mandatario-y la competencia de productos importados de Brasil y China, por otro, están generando un cuadro complejo. Además, el incremento del costo de la energía incorporó un costo adicional no previsto. Vamos plantear al gobierno nacional la necesidad de defender el empleo y la producción", afirmó.

"La realidad es que si liberan la importación no podemos competir con el mundo, donde sobra producción y producen con dumping. China exporta 80 por ciento más barato que lo fabricado acá, pero porque allá trabajan por el plato de arroz y no tienen los derechos que tenemos nosotros, algo que no vamos a resignar porque costó mucho conseguirlos. El gobierno debe entender que primero hay que proteger el trabajo en Argentina, después veremos si le damos de comer a los extranjeros", planteó Caló.

--Hace poco estuvo reunido con Macri. ¿Le planteó esta preocupación?, preguntó Rosario/12.

--No, planteamos otros puntos, la libre discusión de paritarias, no aceptar el tope que le ponían, el impuesto a las Ganancias que había comprometido a enviar a Congreso y luego dio marcha atrás, las obras sociales. Pero yo también planteé que si piensa bajar la inflación enfriando la economía, eso significa quedarse sin trabajo. Si tengo una fábrica de televisores que emplea a 100 trabajadores, si no hay consumo, seguro que voy a dejar 50 nomás. Al Presidente le decimos que corrija las escalas del impuesto a las Ganancias. No era lo que esperábamos y lo que prometió en la campaña.

--¿Qué espera el movimiento obrero para sentar posición?

--Estamos haciendo críticas cada uno por su lado, pero nos vamos a juntar las tres CGT, espero que para octubre haya una sola. Acá no hay sólo perjuicio para los metalúrgicos nomás. Sea Moyano, Caló o Barrionuevo, el perjuicio es para todos cuando se cae el trabajo.

La CGT que conduce Caló divulgó un duro planteo contra el gobierno, a diferencia del perfil bajo que adoptaron los dirigentes luego de la reunión con Macri. "En los primeros días de gobierno observamos una gran transferencia de recursos hacia los sectores más concentrados de la economía, sobre todo a través de la reducción de retenciones a las exportaciones, la devaluación de la moneda, que ya supera el 50%, y el inicio de un aumento desproporcionado de tarifas", reprueba el documento.

"Trabajadores que no pagaban impuestos comenzarán a tributar y probablemente sean más beneficiados los sectores más altos de la escala de ingresos", acotó, y sumó se hizo eco preocupado por el "despido arbitrario de trabajadores estatales y los episodios de represión de la protesta gremial".

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