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Martes, 14 de junio de 2016
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Lifschitz lideró un acto del Frente Progresista en Santa Fe

Trabajar y corregir errores

El gobernador llamó "a no hacerle el juego a los quieren pescar en la pecera del Frente Progresista", mientras compartía el escenario con radicales macristas como Corral. "No me pongan en la lista de los sepultureros", graficó.

Por Juan Carlos Tizziani
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En el escenario se ubicaron once dirigentes de los partidos aliados; hablaron todos.

Desde Santa Fe.

Miguel Lifschitz llenó ayer el teatro Luz y Fuerza con funcionarios y militantes del Frente Progresista para bajar línea. El trasfondo es el tironeo en la UCR, entre los radicales macristas --que capitanea José Corral-- y los aliados al socialismo, más la acechanza de una fractura en la mitad de su gobierno. En el escenario se ubicaron once dirigentes de los partidos aliados; hablaron todos y varios, reconocieron "el momento difícil" que atraviesa la alianza. A pesar de los semblantes, el gesto adusto de Corral y cierta tensión en el estrado, el acto parecía transcurrir como fiesta de cumpleaños, que Antonio Bonfatti dijo que eran 21 y se "celebrarán en los próximos días". Pero fue Lifschitz quien "puso el problema arriba de la mesa" y advirtió que la escalada política puede terminar en velorio. "No me pongan en la lista de los sepultureros, de los que quieren enterrar al Frente Progresista, allí no me van a encontrar nunca", planteó. Un rato antes, había llamado "a no hacerle el juego a los quieren pescar en la pecera del Frente Progresista", un directo a los operadores de Mauricio Macri en la provincia.

En la puesta en escena, hubo diferencias entre los once oradores, nueve hablaron micrófono en mano --entre ellos Corral-- y tres desde el estrado: Bonfatti (como presidente de la Cámara de Diputados), el vice Carlos Fascendini y cerró Lifschitz. El presidente designado de la UCR, Julián Galdeano intentó tranquilizar la ansiedad cuando dijo que "no quería que el gobierno" de Lifschitz "fuera el último del Frente Progresista" y ratificó la pertenencia de su partido. Corral se dedicó al autoelogio de su gobierno y mencionó a los dos ausentes: Hermes Binner y Mario Barletta. Mientras que Bonfatti y Fascendini repasaron el trayecto de la Alianza que "en pocos días cumplirá 21 años", dijo el ex gobernador.

Hasta ahí parecía una celebración de las palabras, a seis meses del gobierno. Pero fue Lifschitz --en el último tramo de su discurso-- quien puso "las cosas arriba de la mesa", llamó a defender su gestión y "no hacerle el juego en los que quieren pescar en la pecera del Frente Progresista". El auditorio explotó en una ovación por la clara referencia a los operadores de Macri en la provincia. Corral no puedo evitar sumarse al aplauso, pero poquito.

"Tenemos que consultarnos más", dijo Lifschitz al promover el diálogo interno. "Cuanto más conversados estén los temas, mejor. Cuando haya más acuerdo entre nosotros, mejor. Existen diferencias y no sólo políticas, sino en el territorio", reconoció.

Lo importante "es tener mucha tolerancia y paciencia, para no apurar los tiempos. Las cosas que tengan que pasar, pasarán o no pasarán. Pero ¿para qué vamos a apurar los tiempos? ¡Tengamos paciencia!", volvió a pedir Lifschirtz. "A veces, tenemos que caminar por caminos sesgados, de cornisa, pero eso no quiere decir que necesariamente uno se vaya a caer. Quiere decir que hay que avanzar con cuidado, ser prudentes, no hacer movimientos bruscos y conducir con muñeca política. Ya vamos a salir del camino de cornisa y encontraremos de nuevo la ruta ancha porque hay convicciones y un gran capital que hemos construido entre todos", abundó.

Acerca de la defensa de su gobierno, Lifschitz propuso "usar a nuestras mejores espadas y nuestras lenguas más filosas, que afortunadamente tenemos varias, para defender al Frente Progresista". Y pidió "no discutir entre nosotros, por lo menos, no en los medios de comunicación, hagámoslo en las reuniones. Hagamos más reuniones. Armemos la mesa del Frente, en la provincia y en cada departamento". Más aplausos.

"Está claro que tenemos un problema", dijo Lifschitz al admitir que la pelea en la UCR entre macristas y aliados al socialismo había tensado el frente oficial. Galdeano y Corral ya dijeron que en 2017 habrá una lista con candidatos radicales y del PRO y Galdeano propuso a Corral como candidato a gobernador en 2019 por Cambiemos. "¿Es una contradicción entre la provincia y la Nación? Si --se contestó Lifschitz--. ¿Es un problema insalvable? Yo creo que no, depende de cómo lo administremos o cómo lo manejemos".

"Tenemos que asumir con madurez, que 2015 fue un año difícil en lo político, no pudimos tener una alternativa progresista, hubo un balotaje en el que cada partido tomó distintas posiciones. Era una decisión muy difícil, nadie puede levantar el dedo y decir: 'había que hacer esto o lo otro'. Y eso tenemos que aceptarlo porque este es un frente plural, debemos respetar esas posiciones", sugirió.

Lifschitz cerró con un elogio a su equipo de gobierno "uno de los mejores de la Argentina". Y repitió la promesa de primer discurso en la Casa Gris, el 11 de diciembre, al que le agregó cierto tono dramático. "Cuenten conmigo para defender el Frente Progresista, para trabajar juntos, hacer autocrítica y corregir errores; para el diálogo, las coincidencias y los acuerdos. Pero no me pongan en la lista de los sepultureros, de los que quieren enterrar al Frente Progresista, allí no me van a encontrar nunca", cerró.

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