Graciela Dieser desplegó ayer todo su poder de seducción frente a los medios de prensa para clamar su inocencia por la muerte de su hija Natalia. En la charla no faltaron llantos, su voz quebrada por la emoción cuando nombraba a su hija y hasta un repetido enojo cada vez que el nombre de su ex esposo Carlos Fraticelli era pronunciado por algún periodista. Dieser se instaló en el lugar de madre con su corazón destrozado por la tragedia de perder a una hija, y aconsejó hablar a los cronistas con sus abogados cada vez que se le pedÃa una precisión del hecho. La mujer -que recuperó su libertad hace sólo unos dÃas- abonó la hipótesis del suicidio de su hija, aunque aclaró que fueron sus abogados quien la "convencieron" tras investigar el expediente. De igual modo aseguró en forma mucho más vehemente que "Natalia estaba viva cuando llegó el doctor Costa", el primer médico a revisarla, pero aseguró que "nadie hizo nada" para salvarla. Dieser dijo que el disparador del suicidio de su hija fue un supuesto desengaño amoroso, provocado en verdad por una serie de cartas enviadas por sus amigas en las que se hacÃan pasar por un joven de Rufino. Pero consultada por esas cartas remitió a este diario a hablar "con el doctor Superti que fue el que la armó", confesó. Remarcó que era "inocente" y "por eso no tengo que volver a la cárcel".
--¿Que pasó el 20 de mayo de 2000?
--Por lo que está en el expediente, por lo que investigaron mis defensores, ellos me dijeron que Natalia se suicidó.
--¿Por qué la justicia no interpretó las pruebas de ese modo?
--No sé, les hablo con el corazón de madre y no lo sé.
--Fraticelli dijo que todo fue una orden del ex gobernador Carlos Reutemann. ¿Usted comparte esta impresión?
--Yo, de Carlos Fraticelli no voy a hablar- responde tajante Dieser y perdiendo el aire angelical que la envolvÃa hasta ese momento.
--Usted piensa que fue una operación de Reutemann que no querÃa un nuevo caso MarÃa Soledad.
--No sé, no sé, les repito que no voy a hablar de Carlos Fraticelli- respondió vehemente.
--¿Cómo explica usted la bolsa plástica en la cabeza de su hija, la bufanda roja en su cuerpo y las manos atadas con un pañuelo?
--No me consta que las manos hayan estado atadas.
--¿Puede recordar esa mañana?
--Esa mañana subà las escaleras como siempre a las 8.15, porque a esa hora le suministraba a Natalia la medicación por el temor que ella pudiera tomar más o menos. Y querÃa estar segura que tomara lo que le habÃa diagnosticado su neurólogo. Cuando subÃa, a la mitad de la escalera sentà un frÃo que me preanunciaba algo. Cuando abrà la puerta plegadiza de la pieza de Natalia, vi el horror. En este momento tengo las fuerzas que me da Natalia para poder contarlo, sin llorar, porque es muy difÃcil contarlo para que ustedes entiendan desde mi corazón de mamá" -recita Dieser a medida que iba quebrando su voz. "Detrás subió Carlos, le sacó las cosas, yo me abalancé sobre ella y no puedo explicar lo que sentÃ. Y de inmediato llamó al médico".
--¿Usted la vio a Natalia con la bolsa en la cabeza?
--La vi con la bolsa hasta acá (señala su rostro a la altura de la nariz), pero no me consta el pañuelo ni la bufanda. Y el resto no sé, no sé -- repite en voz alta y con molestia-- Quiero que me entiendan el horror que vivà esa mañana, y después de seis años y medio no podÃa seguir martirizándome con lo que vivà esa mañana, porque para mi, Natalia estaba conmigo, en ese lugar en Melincué.
--¿Qué diálogo tuvo con el doctor Costa (el médico que llegó a revisar a Natalia)?
--Cuando llega Costa yo estaba sobre Natalia que estaba de costado, apoyando parte de mi cara sobre la de ella. Y sentÃa que Natalia estaba con vida, porque estaba calentita. Es más ella tenÃa un piecito fuera del acolchado, se lo levanté y se lo puse debajo del acolchado, y Natalia no estaba rÃgida. Y le pedà al doctor que hiciera algo, que la llevara a la clÃnica, pero nadie hizo nada. Mientras una persona que tenÃa una chaquetilla color verde, me agarro de un brazo, me llevó a mi dormitorio, me dio un te con tres pastillas, por lo que adormecÃ. Estaba como dopada.
--¿Usted dice que Natalia no estaba muerta?
--Pienso que podrÃa (no haber estado muerta), y eso lo tendrÃa que haber dicho el médico, pero nunca la tocó. El médico que llamamos dijo que estaba muerta.
--En el expediente se dice que murió alrededor de las cuatro de la mañana, y ustedes la encontraron a las ocho.
--No sé a qué hora murió, pero a las 8.15 de la mañana la encontré como les conté.
--¿Por qué no intentó levantarla y llevarla?
--No me dejaron, y el doctor Costa me dijo que habÃa que llamar a un médico forense, y que él no la iba a tocar.
--Porque la primera versión que dio Fraticelli fue la de un robo, aseguró que estaba violentada la casa, y que alguien habÃa ingresado a la vivienda.
--Otra vez estamos hablando del doctor Fraticelli (interrumpe indignada y en voz alta). Yo no sé nada, eso es todo lo que se manejó después por dichos, por cosas, no sé. Yo en los quince minutos desde las 8.15 a las 8.30, estuve sobre mi hija, y lo único que hubiese deseado es haber podido estar con mi hija hasta las cuatro y media de la tarde que se la llevaron, y no me dejaron. Y fue terrible porque me dijeron que se la llevaban a hacer una autopsia (recuerda mientras le tiembla la voz).
--Si el suicidio fuera cierto, ¿por qué cree que Natalia tomó esa decisión tan drástica?
--Creo que la traición la superó, y yo en este momento la entiendo.
--¿La traición de quién?
--La traición de sus amigas por la carta que se encontró después y demás.
--¿Qué decÃa la carta?
--No sé lo que decÃa la carta. Después pueden hablar con el doctor Superti que es el que la armó y demás.
--Siguiendo con la hipótesis del suicidio, ¿alguna vez Natalia le confió esas cartas, ese supuesto amor hacia un joven de Rufino?
--Natalia no sabÃa comentar eso conmigo. Ella hablaba mucho con Franco cuando recibÃa alguna cartita, de algún chico que no conocÃa y entonces le preguntaba si era bueno o si era malo. Natalia me cuidaba mucho, y no querÃa que nos peleáramos, y como toda adolescente con su mama las tenÃa. Ella me pedÃa que no la retara porque era una nena muy sensible.
--Si las pruebas están tan claras para usted en el expediente, ¿de quién se considera vÃctima?
--Yo no me considero vÃctima, no se porqué pasó todo esto.
--Bueno, si es inocente y estuvo presa es porque es una vÃctima.
--Creo que hace falta que lean el expediente.
--¿Por qué no vuelve Rufino?
--Porque no pude elaborar el duelo. Pero les digo a la gente de Rufino que los quiero pero que en este momento necesito elaborar mi duelo, estar con mi terapeuta, y ver como puedo enfrentar el momento de ver a Natalia ahà (en el cementerio). Y creo que recién ahora puedo hacerlo, pero quiero hacerlo sola, sin medios y sin nadie.
--Una de las versiones que figura en la causa y que reveló la fiscal Mastroccesare es que el doctor (Costa) estaba a punto de firmar el acta de defunción como muerte natural, mientras su ex esposo no le manifestó el posible suicidio y finalmente manifestó a la policÃa la sospecha de un posible asesinato.
--No lo sé, yo estuve con Natalia esos 15 minutos, me encerraron en mi dormitorio, y no sé nada.
--Su ex marido nunca la defendió públicamente, ¿cómo entiende usted este gesto?
--Lo único que puedo decir es que mi dolor de madre, el dolor de vivir lo que vivà fue más fuerte que todo lo otro.
--¿Por qué nunca prestó declaración indagatoria?
--Porque me aconsejaron mis abogados.
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