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El gobierno de Jorge Obeid reaccionó ayer ante el conflicto docente con la misma batería que utilizó hace seis meses para presionar a los maestros. Lo primero que hizo el secretario de Trabajo, Alberto Gianeschi, fue dictar la conciliación obligatoria y convocar a la ministra de Educación, Adriana Cantero y a la líder de Amsafé, Sonia Alesso, a una primera audiencia conciliatoria para el lunes, a las 10. Una medida que vuelve a convertir al gobierno en juez y parte, pero que no impide el paro de hoy y mañana, aunque apuesta a frenar la huelga de 72 horas prevista para el martes, miércoles y jueves de la semana que viene. Casi al mismo tiempo que Gianeschi cumplía la orden de Obeid, Cantero y el ministro coordinador Rubén Michlig endurecían su lenguaje mediático y apelaban a la vieja estrategia de levantar sospechas. "Acá hay otras cuestiones. Estamos en un año electoral, no sólo para nosotros, sino también para el gremio", dijo Cantero al imputar a los docentes un supuesto interés político, no sólo por las elecciones generales del 2 de setiembre, sino por la interna de Amsafé. "Es un grave error resolver los conflictos a repetición", le contestó Alesso.
La ministra apeló también a otro viejo artilugio cuando le preguntaron ayer si iba a cumplir su promesa de renunciar al cargo si no se iniciaba el ciclo lectivo en tiempo y forma. "Hubo un manejo periodístico fuera de contexto", se defendió Cantero. "Esas declaraciones que realicé a una radio de Rosario fueron tergiversadas. El periodista me pregunta cuánto me juego yo en el inicio de clases y yo le respondo que seguramente todo, porque obviamente soy la ministra de Educación y el Ministerio se juega fundamentalmente a que haya clases para poder trabajar. En ese contexto dije que incluso estaría dispuesta a dar un paso al costado si no alcanzaba el esfuerzo que habíamos hecho para que los chicos tengan clases", explicó. "Además tengo el aval del gobernador y su ratificación plena para seguir en estas negociaciones, trabajando para asegurarles a los chicos su derecho de aprender".
Ayer, en Rosario, la ministra señaló: "Me preocupa la intransigencia del gremio, que si tiene aumento salarial, hace paro; si no tiene, hace paro. Si tiene espacios de participación y discusión, hace paros, igual que si no los tiene; siempre la respuesta es el paro y comprometer la educación de los chicos de Santa Fe; ¿nada alcanza?, ¿nada es suficiente? Me parece que hay una irracionalidad que compromete seriamente la responsabilidad social que tienen los maestros con la educación del pueblo santafesino. Nosotros estamos convencidos de que nos asiste la razón porque a los docentes santafesinos les hicimos la mejor propuesta salarial del país".
Gianeschi volvió a asumir su rol de mediador que convierte al gobierno de Obeid en juez y parte en el conflicto docente. La resolución 3/07 que citó la conciliación obligatoria la firma el subsecretario de la cartera, José Luis Ortiz, pero ya se sabe que Gianeschi preside las audiencias: la primera, convocada para el lunes a las 10.
El llamado a conciliación reactiva otra vieja polémica. El año pasado, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) intimó al gobierno de Obeid para que los docentes oficiales tengan su propio régimen de negociación colectiva de salarios y un sistema de conciliación de los conflictos ante un tribunal neutral y ya no en el despacho de Gianeschi. El gobernador remitió entonces a la Legislatura el mensaje 3191 que crea la Comisión Paritaria y delega en una Comisión Conciliadora integrada por el defensor del Pueblo de la provincia y dos legisladores la resolución de los diferendos entre el gobierno y los gremios docentes. Pero el proyecto de ley duerme en algún cajón de la Cámara de Diputados desde el 28 de setiembre del año pasado, no fue incluido por Obeid en el período de sesiones extraordinarias, así que no puede ser tratado por los legisladores hasta dentro de tres meses, después del 1º de mayo próximo.
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