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El subsecretario de Promoción Comunitaria, Alejandro Goldberg, ofertó ayer a la Corriente Clasista y Combativa la entrega de 2.000 frazadas, otros tantos pares de zapatillas e igual cantidad de jogging y más 1000 colchones. La novedad fue la intervención del titular de Cáritas, padre Osvaldo Bufarini, quien ofició de mediador entre el funcionario y Eduardo Delmonte, líder de la CCC, quien exigió "elevar la ayuda para 3500 personas que son la censadas en estos ocho días de acampe en la plaza San Martín". El dirigente piquetero también contestó las críticas que se alzaron sobre el estado que se encuentra el espacio verde. "A quienes se preocupan por las plantas que resultaron dañadas les recuerdo que los árboles crecen, pero a nuestros pibes la falta de alimentos les provoca consecuencias irreparables. Pero estos pibes hay que preocuparse".
Goldberg, Bufarini y Delmonte, se reunieron en la parroquia de Villa Manuelita. Antes del encuentro, y en declaraciones efectuadas en el acto de adjudicación de las obras de la II etapa de acceso al Aeropuerto Internacional de Rosario, el gobernador Jorge Obeid manifestó que "no se puede aceptar una metodología que sea romperle los cocos a los demás y encima sobredimensionar las cosas a tal punto de que no podamos acceder". Y remarco que la postura del gobierno es "no ceder a la extorsión, ni usar la fuerza pública para resolver conflictos sociales". A pesar de manifestar que está "de acuerdo" que desde el gobierno deben satisfacer las necesidades de la población, dijo que los reclamos de la CCC son "desmedidos".
Obeid insistió en destacar la postura dialoguista de su gobierno, y como prueba de esto recordó el acuerdo al que se llegó con los cartoneros, que en la noche del martes se fueron con sus carros de la plaza. "Pero no podemos aceptar la extorsión de que usa la pobreza con fines políticos", agregó el gobernador.
En tanto, la jueza Liliana Puccio, que tiene a su cargo la causa, le exigió a la empresa Cliba que limpie la Plaza San Martín.
La protesta frente a la sede local de la Gobernación cumplió ayer su octava jornada consecutiva, en medio de fuertes rumores que indicaban el posible final del conflicto. Las declaraciones del subsecretario de Promoción Comunitaria de la provincia, Alejandro Goldberg, indicando que se había llegado a una especie de preacuerdo con los manifestantes para que desalojaran la plaza, junto a el intento de mediación del padre Bufarini, predecían un desenlace favorable; algo que finalmente no ocurrió.
Lo cierto es que, desde que comenzó el acampe, los vecinos de los barrios más humildes de la ciudad se suman día a día para participar en la protesta, soportando el frío, la falta de baños públicos y algún que otro insulto.
"Me pidieron que acerque las partes, que los pedidos sean razonables. Durante toda la semana he venido hablando. He ido a la plaza para ver que estuvieran bien", sostuvo el padre Osvaldo Bufarini, quien ofició de mediador entre la CCC y las autoridades provinciales. "Pero, ¿si a alguien le pasa algo con este frío?", se preguntó. "Hay que resolver el tema", concluyó.
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