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Lunes, 21 de abril de 2008
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PESE A TODOS LOS PRONOSTICOS, LOS ROSARINOS PUDIERON CON EL MILLONARIO

Central le hizo dos goles a River

El equipo canaya le ganó al puntero, le rompió el invicto y al mismo tiempo salió de la zona de promoción. La fuerza del ataque auriazul se centró en el omnipresente Méndez, autor intelectual de los dos tantos.

Por Alejo Diz
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El festejo del primer gol. Zelaya, se abraza con Costa, y el público delira.

2 Central: Alvarez (6); Espinoza (4), Braghieri (5), Ribonetto (6), Papa (4); Costa (6), Borzani (5), Cristian González (5), Méndez (7); Zelaya (6), Arzuaga (6). DT: Leonardo Madelón.

1 River: Carrizo (6), Ferrari (5), Cabral (5), Tuzzio (5), Villagra (5); Augusto Fernández (5), Ponzio (5), Abelaidas(6), Buonanotte (5); Falcao (4), Abreu (6). DT: Diego Simeone.

Goles: PT: 19m Buonanotte (R), 29m Zelaya (C) y 43m Arzuaga (C).

Cambios: ST: 9m Belloso por Arzuaga (C), 15m Ortega por Ferrari (R) y Raldes por Espinoza (C), 20m Archubi por Abelaidas (R), 25m Rosales por Augusto Fernández (R) y 30m Calgaro por Zelaya (C).

Arbitro: Javier Collado

Cancha: Central

Expulsado: ST: 28m Borzani (C)

Las páginas de apuestas deportivas de la web se relamían con la propuesta que llegaba de Rosario: el puntero, River, con todas sus estrellas en cancha, ante el caído en desgracia, Central, que ponía a los jugadores que días atrás dejaron el cachete para recibir el golpe del clásico. Las agencias que navegan por Internet ofrecían pagar 3 a 1 si se daba un triunfo canaya. Algunos, más entusiastas, tentaban con algo más a los apostadores. Y aunque estas agencias se esconden en un rincón del difuso ciberespacio, ayer debieron poner la cara, y los billetes. Porque ganó Central, y como pocos pronosticaban: revirtiendo el marcador con dos golazos, entregando la reclamada imagen de conjunto aguerrido y desdibujando al rival que venía con aspiraciones de líder.

Sólo Horacio Usandizaga, cuando salió a bancar a Leonardo Madelón como entrenador, hablaba del "problema que tenía River" porque debía jugar con Central. Y esos "problemas" jamás pudieron ser resueltos por el millonario, ni siquiera al disponer con una ventaja a favor.

Nada había pasado en el partido, hasta que Falcao abrió hacia la izquierda, lugar donde apareció Buonanotte para sacar un zurdazo cruzado tan justo que la pelota pegó en el palo y entró, para desestimar cualquier reacción de Alvarez y poner a puntero más arriba.

Pero no era River dominador, sino apenas un oportunista que lucía por el arrebato de inspiración de unos de sus talentos. Pero desde aquel destello rival, Central puso en práctica un despliegue físico que fue consumiendo al rival, hasta terminar de apagarlo, como venía pidiendo el presidente y reclamaban los hinchas en la tribuna.

El abanderado de la embestida auriazul fue Méndez, con una exagerada presencia defensiva y generosidad física. Esa ominipresencia lo llevó a ser el autor intelectual de los goles canayas. Veamos: con Central volcado en ataque, Méndez sacó al equipo del atolladero con un toque hacia fuera del área para Zelaya, quien dio continuidad con un derechazo inesperado que se clavó en el palo izquierdo de Carrizo, dejando al uno sin invicto tras casi 600 minutos de invulnerabilidad. Más tarde el ex River abrió para Costa, el calvo volante se la pasó a Arzuaga, que en incómoda posición (estaba parado cerca del primer palo) redujo todas las dificultades de la acción con una repentina maniobra que lo dejó definiendo con un zapatazo alto frente a la cara del arquero. Y otra vez Carrizo, que es la figura del equipo en lo que va del torneo, nada pudo hacer.

Las maniobras de los goles fue lo mejor de Central en ataque. Respecto a la defensa, de eso brilló en todo el segundo tiempo, a pesar de algunos problemas de Espinoza, y la expulsión de Borzani. Un coordinado despliegue defensivo y atributos físicos, dejaron en ridículo al que llegó como puntero del campeonato. Es que River no generó situaciones de gol, a excepción de un zurdazo cruzado y desviado de Villagra, ni siquiera cuando Simeone tiró en cancha a todos sus valores de ataque. El millonario terminó jugando con cinco delanteros, despropósito que apareció al sufrir en 45 minutos la misma cantidad de goles que en las primeras diez fechas: dos. Y por eso el que paga es la banca.

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