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Lunes, 23 de junio de 2008
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FUTBOL. Colón le ganó a Racing y zafó de jugar la promoción

El gol que desató la fiesta

El tanto de Pirulo Rivarola, al filo del segundo tiempo, coronó un partido vibrante. El sabalero fue más en los primeros 45 minutos, pero luego se replegó. El sufrimiento de los 28 mil hinchas que colmaron el Cementerio de los Elefantes valió la pena.

Por Eduardo Castilla
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Garcé pelea una pelota en un partido que perdió su aspecto lúdico para volverse dramático.

1 Colón: Blázquez (6 ); Jerez (5), Garcé (5), Aguilar (5), Chitzoff (5); Falcón (5), Capurro (6), Rivarola (7), Iriarte (4); Gandín (4) y Ramírez (5). DT: Antonio Mohamed

0 Racing: Martínez Gullota (7); Sosa (4), Cáceres (5), Menghi (4), Schaffer (5); Bonet (5), Matías Sánchez (4), Yacob (6), Maxi Moralez (6); Avalos (5) y Sava (6). DT: Juan M. Llop

Gol: ST 45' Rivarola (c).

Cambios: ST 11' Romero por Iriarte (c); 18' José Luis Fernández por Matías Sánchez (r); 24' Cardetti por Gandín (c); 30' Estévez por Shaffer (r); 33' Carignano por Ramírez (c); 42' Caballero por Bonet (r).

Expulsado: Menghi (r).

Arbitro: Javier Collado

Estadio: Colón

La corrida interminable de Germán Rivarola abriendo sus brazos, buscando a la multitud sabalera que había colmado el estadio Brigadier López fue la coronación de una temporada que amenazó a Colón con depositarlo en la segunda categoría. O de enviarlo a la promoción como premio consuelo. Pero ese zurdazo que Pirulo estampó en la red a segundos del final significó el epílogo del dramatismo que se vivió sobre todo en los 15 minutos finales. La escuadra sangre y luto revoleó por los aires la calculadora maldita y se dedicó a festejar. En las tribunas. Y en la ciudad, hasta altas horas de la noche del domingo.

Empezó con gran ritmo el partido con título de final.

En el comienzo mismo, Gandín corrió una pelota por izquierda, dejó en el piso a Menghi, pero la tiró a un metro del arco rival cuando sólo se interponía Martínez Gullota entre la pelota y el arco.

Era próspero el trabajo de Iriarte por la izquierda, criterioso a la hora de escalar posiciones y prolijo en los retrocesos. De un desborde suyo, Ramírez conectó de cabeza ante una de las pocas fallas del uno racinguista pero Cáceres reaccionó a tiempo y evitó, sobre la línea, el primer tanto de la tarde.

Racing contestó tras una pelota que Sava bajó para que el chiquitín Morales la enviara cerca del palo de Blázquez. No había espacios para el lucimiento pero los dos se la rebuscaban para acercar peligro, y burlar la presión que ejercía el equipo que perdía la tenencia del balón.

El primer cuarto de hora fue coronado por la intervención de Martínez Gullota, quien se jugó el físico al tirarse sobre Rivarola y evitar que el ex Central pudiera rematar con comodidad tras recibir un lateral desde la derecha.

La fricción fue ganando la batalla al aspecto lúdico y comenzó a dificultarse la presencia de rivales dentro del área con alguna posibilidad. Colón se sentía más cómodo porque el resultado lo beneficiaba.

Sobre el campanazo de la etapa inicial, otra vez el uno de la Academia tapó por dos veces en una misma jugada ante Pablo Aguilar. El defensor sabalero cabeceó un tiro libre ejecutado desde la izquierda y, tras recibir el rebote volvió a perder ante el arquero que comenzaba a agigantarse.

El local no pudo repetir en el complemento todo lo bueno que había logrado en los primeros cuarenta y cinco minutos. Se dejó llevar por delante por un herido Racing, que debía arriesgar para revertir la historia. Y de a poco Colón retrocedió y entregó la iniciativa. Mohamed apeló al banco para despertar al equipo pero el ingreso de Romero no le dio la salida que pretendía.

De contra, Colón pudo lastimar pero Gandín se olvidó la pelota cuando ingresaba solo al área contraria. Un par del Colorado Sava, siempre por vía aérea, hizo contener la respiración de los 28 mil fanáticos que colmaron las tribunas del estadio. El equipo sufría atrás.

Casi sin proponerlo, Colón recibió un regalo divino con la expulsión por doble amarilla de Diego Menghi. El central salió lejos a buscar a Gandín, la pierna se fue más allá de los límites del reglamento y dejó a su equipo con diez.

En los últimos minutos se puso a prueba el corazón de los sabaleros. Una media vuelta de Cáceres -la tiró arriba desde el punto penal- y un medido cabezazo de Sava, confirmaron que la historia de los equipos grandes en este difícil reducto también está emparentada con la realidad: Carignano recibió de Capurro, cedió a Rivarola y Pirulo hizo enloquecer a media Santa Fe.

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