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3 Ñuls: Peratta (6); Pillud (5), Schiavi (5), Insaurralde (5), Quiroga (5); Sperdutti (6), Bernardi (6), Bernardello (6), Vangioni (5); Mauro Formica (8); Armani (6). DT: Roberto Sensini.
0 Gimnasia LP: Sessa (4); Ormeño (4), Maldonado (5), Agüero (5), Graff (4); Piatti (5), Rinaudo (4), Romero (4), Villar (4); Niell (4), Stracqualursi (4). DT: Leonardo Madelón.
Goles: ST: 7m y 23m Mauro Formica (Ñ), 14m Armani (Ñ).
Cambios: ST: 18m Sosa por Stracqualursi (G), 24m Cristaldo por Vangioni (Ñ), 25m Cuevas por Niell (G), 37m Monsalvo por Bernardi (Ñ), Leandro Torres por Mauro Formica (Ñ) e Iriarte por Romero (G).
Arbitro: Héctor Baldassi.
Cancha: Coloso del Parque.
Expulsado: ST: 10m Villar (G).
Un día de cancha, de eso se trataba la cita, que para muchos tenía aroma a vuelta, como Roberto Sensini, tras 20 años de peregrinar por Europa, y miles más, que por 14 años prefirieron hacer otro programa cada fin de semana. Los hinchas iban llegando con una sonrisa, casi sin preocupación por lo que pasara luego con el primer equipo. Había algo que celebrar aún, y no era más que la vuelta al club. Diferente fue el retorno de "Boquita", que a su espaldas cargaba con la responsabilidad del primer equipo. Pero la tarde terminaría con todos festejando, por el "club de la gente" y por Mauro Formica, que con espectacularidad en su juego y goles, fue el encargado de guiar a Ñuls hacia un estreno de goleada.
Desde los diferentes puntos cardinales, hinchas fueron cruzando el parque para ir al Coloso, un estadio que presentaba cara nueva tras una voluntaria mano de pintura de los socios. Curiosamente, ahora que los barras quedaron afuera del club, la policía puso más efectivos que nunca en el parque: 800 para cuidar a socios que en el último mes habían dejado todos sus datos para reempadronarse y obtener el nuevo carnet.
No faltaron banderas ni bombos. Tampoco quienes, al final, se animaron por subir a los paraavalanchas que fuera patrimonio de "Pimpi" Camino y su barra hasta el año pasado. La incertidumbre dominaba: no se sabía quién mandaba en la popu, pero sí en manos de quién estaba el club: de los socios, que a los 20 minutos del comenzado el partido corearon desde todas las tribunas por la recuperación de la entidad.
Aquel festejo popular apareció en momentos donde Gimnasia y Ñuls se encontraban enredados entre tanta marca, animando un partido sin acciones en los arcos, y con los leprosos algo más incisivos por la insistencia para gravitar de Sperdutti y Formica, respaldados ellos por un mediocampo con Bernardi en sintonía con sus compañeros, y un Bernardello que no se sintió menos por la vuelta de Lucas.
Gimnasia era fiel al molde defensivo propuesto por su entrenador. No se apartaba de sus máximas defensivas, pero para eso resignó toda intervención en el área leprosa. Y como en Ñuls de pronto Mauro Formica se salió del molde, en el complemento la lepra confeccionó una goleada incuestionable, que dio su primer paso con el toque que hizo Formica ante centro de Sperdutti, para anticiparse a Sessa en el primer palo, y romper la paridad.
Todo fue más fácil con la expulsión de Villar. La vista con once era inofensiva, con diez entonces entregó toda resistencia. Más aún cuando dentro del área Formica tira un caño para que la pelota le llegue a Armani, que con pase corto eludió al arquero y marcó el segundo. En las tribunas todo era sonrisas y abrazos, y ello se trasladó el campo de juego cuando el propio Formica burló a Sessa con un tiro por arriba de su cuerpo ejecutado desde 30 metros para señalar el tercero, dejar al uno en ridículo y quedar el juvenil en nueva promesa, en una tarde que terminó con jugadores e hinchas celebrando por la vuelta al triunfo, pero por sobre todo al club.
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