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Los beneficios que entregaría adherir a una moratoria impositiva tiene a los dirigentes de Ñuls contrariados. La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) ofrece importantes descuentos si el club del parque Independencia rubrica una forma de pago por su deuda que supera los 14 millones de pesos. Pero de haber acuerdo con el organismo impositivo quedarán extintas todas las causas iniciadas contra la ex dirigencia, incluso en las cuales se encuentran actualmente procesados el ex presidente Eduardo López y ex tesorero Pedro Aramburu.
Los expedientes federales contra López, que por estos días se pasea por la ciudad en un moderno auto importado con vidrios blindados, siguen su curso, incluso con la realización aún de pericias contables que buscan probar lo denunciado oportunamente por la Unidad Fiscal de Investigación de Delitos Tributarios y Contrabando (UFITCO). De hecho, López y Aramburu están procesados y pesan sobre ellos embargos superiores a los 562 mil pesos.
Pero la actual dirigencia leprosa negocia con los funcionarios del organismo recaudador acogerse a una moratoria que cuenta con notables réditos financieros para la entidad: una deuda que supera los 14 millones de pesos podría encogerse a la mitad, suma que, además, se pagaría en cuotas mensuales durante diez años.
De sellarse tal financiamiento de la deuda, entonces quedarán extintas todas las causas abiertas contra la ex dirigencia, y archivadas sus respectivas demandas penales. Y para eso Ñuls tiene tiempo hasta el 31 de agosto para aprovechar la moratoria ofrecida por la AFIP.
Ajeno al acuerdo quedará lo investigado sobre el pase de Cristian Ansaldi al Rubin Kazan de Rusia, porque en ese caso las pesquisas del fisco sugieren de posible estafa por parte de la entidad rojinegra, puesto que la cifra declarada por Ñuls no coincide con lo documentado por los moscovitas.
Las últimas pericias ordenadas por la Justicia Federal buscan esclarecer el pago omitido de impuesto a las ganancias referentes a las ventas de Pablo Guiñazú al Saturn Ren de Rusia el 20 de diciembre de 2003, por 2.500.000 dólares, y la de Mauro Rosales al Ajax de Holanda, concretada el 26 de agosto de 2004 por 4.875.000 euros. En ambas operaciones Ñuls negó haber pagado a los jugadores el 15 por ciento que le pertenece a cada uno, ofreciendo como prueba el juicio que Rosales le inició a la entidad por ello, mientras que por el caso de Guiñazú invocó una cláusula del contrato donde los rusos asumían el compromiso de saldo del dinero perteneciente al futbolista. En el caso del delantero, la AFIP reclama 786.990 pesos, al tiempo que por la operación del volante exige 327.990 pesos.
Las investigaciones llevadas a cabo por los inspectores fiscales detectaron que en la transacción por Guiñazú el club del parque Independencia hizo depositar el dinero a los rusos a una cuenta bancaria radica en el Lloyds Bank de Nueva York. Como anteriores pericias no pudieron dar con el libro contable de la entidad, se desconoce el destino que tuvieron cada uno de los billetes girados por el Saturn para hacerse de los derechos federativos del zurdo volante. Quizás ello se esclarezca en la denuncia penal elevada días atrás por la directiva que preside Guillermo Lorente contra las ex dirigencia rojinegra.
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