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Lunes, 13 de julio de 2009
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Central empató con Belgrano de Córdoba y mantuvo la categoría en un estadio colmado

El canaya cumplió su cometido sin lucirse

Las individualidades del arquero Jorge Broun y Jesús Mendez marcaron la diferencia de un partido parejo. El gol de Belgrano tuvo rápida respuesta de Zelaya. En el segundo tiempo hubo pasajes de superioridad pirata pero no pasó a mayores.

Por Alejo Diz
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Jesús Mendez juega una pelota con Maldonado. El volante canaya fue lo más desequilibrante que tuvo el equipo de Arroyito.

En ningún partido de la temporada el Gigante había reunido a tantos hinchas como ayer. Fueron todos, y no sólo para alentar. Hubo bombas de humo, serpentinas y un atronador recibimiento para darle a los jugadores todo aquello que se puede recibir de las tribunas. Del lado del Belgrano, menos de tres mil hinchas llegaron de Córdoba para sostener la empresa del ascenso. En la cancha, en cambio, no había diferencias. La paridad estuvo en el juego, y por consecuencia en el marcador final. Pero hubo diferencias que terminaron siendo definitorias en la serie, y ellas aparecieron en las manos del arquero Jorge Broun y las ínfulas de Jesús Méndez. Cuestiones de jerarquía, que dieron motivos suficientes a los canayas para que renueven su credencial en la máxima categoría.

Las bombas de humo tamizaron el cielo del Gigante en un azul y amarillo donde detrás se escondían los 22 protagonistas del partido. Empezó el juego y comenzó a disiparse la colorida bruma que rondaba por el aire como las dudas que traían consigo los 90 minutos de juego. Porque Central no se dejó dominar y comenzó el partido mejor que en Córdoba.

Belgrano tenía tiempo para ir a la búsqueda de sus necesidades (dos goles) y priorizó imponer su estabilidad táctica para luego ir por los tantos necesarios. Pasado el cuarto de hora, el cielo recuperó su diáfano paisaje, en las tribunas cesaron las canciones y en la cancha no se encontraban acciones de juego que permitieran pronosticar hacía dónde se encaminaba el encuentro. Los nervios eran claros protagonistas en uno y otro equipo.

Olave se debió esforzarse para sacar una pelota que se le metía por detrás cuando un rechazo de Turus rebotó en Franzoia. Luego fue un cabezazo de Valentini el que llevó riesgo poniendo la pelota en el área chica. Entre tanto, Belgrano penaba en su falta de delanteros. El celeste juega bien hasta los 70 metros, luego estaba obligado a tocar la pelota para Bustos o Chavarría, puntas sin fortaleza que perdieron todas ante los zagueros canayas. Y así no hay esfuerzos que se traduzcan en gol.

Pero Central no iba a la búsqueda del tanto que barra con los temores. Entonces Belgrano iba e iba, con Vázquez intrascendente, pero con muchos hombres, lo que llevó a la acción fortuita y el gol: un remate de Bustos rebotó en Braghieri, la pelota salió hacia el centro y la tomó Maldonado, que con zapatazo bajo puso a Belgrano en ventaja.

El golpe aturdió al público, que no llegó a quitarse la mano de la cara para asumir la realidad, cuando Zelaya, con una volea, empató al aprovechar un rebote de Olave por remate de Cristian González. Central sacó del medio y a los treinta segundos debió hacerlo Belgrano.

La autoestima de Belgrano seguía tan alta como cuando comenzó la serie en Córdoba. Otra vez dos goles separaban al pirata del ascenso. Aunque el pirata no claudicaba. El segundo tiempo tuvo pasajes de claro dominio que exasperaron a los hinchas canayas. Si hasta Russo había dejado la línea de cal para refugiarse en el banco. Pero como ocurrió en toda la serie, Belgrano no concretó nada de lo que insinuó, por impericia de sus delanteros y por Broun, que le sacó una genial volea goleadora a Chavarría y luego le redujo el ángulo de remate a Vázquez, lo suficiente para que la tire afuera.

Nunca estuvo Central cerca del descenso en los 180 minutos de la promoción, a pesar de que el canaya no fue mejor equipo que el pirata. Las diferencias las marcaron algunas individualidades, más precisamente Broun y Méndez, que dieron cuenta de tener jerarquía de Primera, como ningún jugador de Belgrano pudo ostentar. No hubo humo ni festejos para el final. Los jugadores fueron a abrazar al arquero y el volante, saludaron al público y se perdieron por el túnel. La tarea estaba cumplida.

1 Central: Broun (7); Alvarez (5), Valentini (6), Braghieri (6), Lima (5); Méndez (7), Escobar (5), Moreno y Fabianesi (4); Cristian González (5); Franzoia (5), Zelaya (5). DT: Miguel Russo.

1 Belgrano: Olave (5); Lollo (5), Barrios (5), Turus (5), Pautasso (5); Mansanelli (6), Maidana (5), Maldonado (6); Vázquez (4); Chavarría (4), Bustos (4). DT: Omar Labruna

Goles: PT: 37m Maldonado (B) y 38m Zelaya (C).

Cambios: ST: 14m Soriano por Pautasso (B), 19m Ezequiel González por Zelaya (C), 28m Cuevas por Vázquez (B) y Vizcarra por Moreno y Fabianesi (C), 45m Zarif por Franzoia (C).

Arbitro: Gabriel Favale

Cancha: Central

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