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Jueves, 2 de marzo de 2006
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POBRE EMPATE ANTE ARGENTINOS, EN LA DESPEDIDA DE DON ANGEL

Que Central juegue mal ya no es novedad

Por A.D.
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Vitti, de floja actuación, es marcado por varios jugadores de Argentinos.

1 CENTRAL:Castellano (6); Moreira (4), Raldes (4), Fassi (4), Germán Rivarola (-); Encina (5), Andrés Díaz (5), Calgaro (-), Eluchans (4); Vitti (4), Ruben (5). DT: Angel Zof.

1 ARGENTINOS: Pontiroli (6); Caballero (5), Pareja (5), Herbella (5), Seltzer (5); Anchén (5), Sarmiento (), Ledesma (5), Núñez (5); Niell (6), Diego Rivarola (6). DT: Gregorio Pérez.

Goles: PT: 41m Diego Rivarola (A). ST: 39m Vecchio (C).

Cambios: PT: 19m Cristian Villagra (5) por Rivarola (C), 34m Borzani (5) por Calgaro (C). ST: Desde el inicio Vecchio (5) por Moreira (C), 21m Gianni por Núñez (A), 29m Kaviedes por Niell (A) y 38m Brunet por Seltzer (A).

Arbitro: Héctor Baldassi

Cancha: Central

Las carencias deportivas de Central transcienden el aspecto anímico. El equipo no mostró la evolución simulada ante San Lorenzo y ni siquiera pudo reaccionar para darle a Angel Zof una despedida en sintonía con su figura. El Viejo le dijo adiós al fútbol con un agónico empate ante Argentinos Juniors. Central iba perdiendo a minutos del final y en las tribunas (generales y plateas) reaparecieron las corridas. La bronca estalló por el juego y el resultado. Pero apareció el gol de Emiliano Vecchio para igualar sobre el cierre, calmar a los hinchas y permitir que la retirada de Zof no quede eclipsada por un fracaso deportivo.

Que Central juega mal no es novedad. Los pibes son desordenados, intentan la heroica, siempre eligen la acción de juego menos favorable y los miedos dominan la escena. En rachas adversas la fortuna, claro está, brilla por ausencia. Ayer, por caso, a la media hora de juego ya se habían ido lesionados Rivarola (contractura) y Calgaro (dolencia en rodilla izquierda).

Hasta el primer cambio, el canalla fue algo más que Argentinos por posesión de pelota. Pero no más que eso. Porque Vitti sigue sin trascender, Encina perdió fuerza, Eluchans no aporta lucidez y Andrés Díaz jamás toma protagonismo.

Dentro del desorden, una salió bien: toque de Moreira, taco de Vitti hacia atrás y apareció Calgaro para definir pisando al área, aunque el remate fue desviado. Y luego un desborde de Eluchans dejó a Ruben cabeceando sólo por el segundo palo, pero la pelota cayó en las manos de Pontiroli.

Eso sucedió en los primeros diez minutos. Desde entonces Argentinos ganó el mediocampo siendo prolijo en la distribución de la pelota. Ante eso los auriazules claudicaron y el equipo mostró una imagen desdibujada. Pero el bichito poco asusta. Es que sólo comprometió a Central con algunas veloces diagonales de Niell y la potencia de Rivarola para imponerse en el área. En la primera, el nueve visitante perdió un mano a mano con Castellano, pero luego se encontró en el área con una pelota que le bajó Niell de cabeza, y giró ante la marca de Raldes para sacar un derechazo alto que superó al Rifle.

El segundo tiempo arrancó con Vecchio en cancha (Central se quedó sin cambios antes de iniciar el complemento) y con Central urgido por dar con el gol para calmar a sus hinchas. Pero nada de eso ocurrió.

El juego fue cada vez más confuso. Argentinos, en tanto, no tuvo inspiración para liquidarlo en algunos de los cómodos contragolpes. Sólo por eso Central quedaba cerca de la igualdad. Y cuando Eluchans, al quedar frente a Pontiroli, definió al cuerpo del arquero, el estadio estalló de bronca con corridas en las tribunas. Y mientras los hinchas se ocupaban por escapar de los violentos, el más joven del equipo, Vecchio, se acordó del Viejo y le regaló, con un cabezazo sobre el primer palo, un adiós digno al entrenador más glorioso del club.

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