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Jueves, 23 de septiembre de 2010
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Con gol de Borghello Ñuls selló la serie con Estudiantes

La ilusión copera es rojinegra

Al principio Estudiantes lo superaba pero el empate obligaba al pincha a marcar dos goles, y en el complemento los de Sensini se acomodaron para asegurar el pase a octavos de final. El 6 de octubre se enfrenta a San José de Bolivia en el parque.

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El autor del gol rojinegro, el Memo Borghello la pelea cuerpo a cuerpo con el Colorado Ré.

1 Estudiantes: Orión; Roncaglia, Desábato, Ré; Federico Fernández, Stefanatto, Verón, Iberbia; Peñalba, Hoyos; Leandro González. DT: Alejandro Sabella.

1 Ñuls: Peratta; Alayes, Schiavi, Cichero; Vella, Mateo, Bernardi, Estigarribia; Formica; Sperdutti, Borghello. DT: Roberto Sensini.

Goles: PT: 11m Federico Fernández (E) y 44m Borghello (Ñ).

Cambios: ST: 8m Enzo Pérez por Ré (E), 26m Vangioni por Estigarribia (Ñ), 30m Salvatierra por Borghello (Ñ), 35m Pereyra por Verón y Núñez por Leandro González (E) y 38m Dolci por Sperdutti (Ñ).

Arbitro: Juan Pablo Pompei

Cancha: Quilmes (local Estudiantes)


En apenas unos segundos Ñuls resolvió un partido que lo tenía decididamente comprometido. Fue en una corrida de Borghello, que salió a molestar a Desábato y le robó la pelota, esfuerzo que tuvo como premio un gol que selló la serie. Esa acción sucedió en el último minuto de la primera parte, período en que Estudiantes fue sobradamente superior y logró sacar ventaja a los pocos minutos. Pero el empate obligaba a pincha a marcar dos goles, y en el complemento los rojinegros se acomodaron para asegurar el pase a octavos de final, donde se encontrará el miércoles 6 de octubre ante el San José de Bolivia en el Coloso del Parque.

Al comenzar el partido Ñuls se vio claramente superado por Estudiantes, como ocurrió en su anterior visita a cancha de Quilmes para jugar con el pincharrata. Con el talento de Verón para tocar la pelota, las apariciones de Peñalba y las proyecciones a espaldas de Estigarribia y Vella, el local lució una supremacía llamativa en el partido, como no se había visto ni siquiera en el partido de ida jugado en el Coloso, donde los platenses jugaron con suplentes.

En los primeros tres centros al área de Verón, los lungos de Estudiantes insinuaron por dónde podía llegar el gol de los locales. Un cabezazo se fue desviado, otro cayó en las manos de Peratta, pero cuando ganaron por arriba en dos ocasiones consecutivas, Estudiantes puso paridad en el resultado global (Ñuls ganó en la ida por 1 a 0): cabeceó Desábato y surgió por atrás Fernández para vulnerar a un Peratta desprotegido.

No cesó Estudiantes su envión ofensivo con el tanto. Ñuls no tenía por dónde encontrar descanso. Spedutti y Formica no tomaban contacto con la pelota, mientras que Mateo y Bernardi se imponían en el medio solo incurriendo en faltas.

Debió pasar media hora de juego para que el pincha desacelere. De igual modo la lepra no le encontraba la receta al partido, un poco por la disciplina táctica de Estudiantes y otro por los recursos físicos acotados producto de la intensa agenda que afrontó el rojinegro en la última semana. Pero como ocurrió en el partido de ida, donde Benítez se equivocó y cometió penal, en el último minuto del primer tiempo Desábato perdió ante Borghello, ante la presión del delantero, y el goleador rojinegro superó a Orión definiendo al primer palo cuando el arquero cubrió el segundo.

El gol de Ñuls obligaba a Estudiantes a marcar dos tantos para pasar de fase. Otras necesidades en los equipos llevó a que se viera un encuentro diferente en el segundo tiempo. Y allí la lepra ya no se veía martirizado por el dominio de los locales.

Ñuls se predispuso a jugar de contragolpe ante un rival que cada vez se ocupaba menos por defender. Formica y Sperdutti tuvieron sus ocasiones para asegurar la clasificación. Pero así como Estudiantes intentó pelear el partido solo hasta los primeros 20 minutos, Ñuls también se conformó con lo hecho. Por lo cual el partido cayó en la intrascendencia, donde nada atractivo ocurría.

Lo más clara la tuvo Formica al quedar mano a mano con Orión, aunque con ángulo cerrado. A falta de 15 minutos salió Verón, variante que tuvo sensación a resignación para los platenses. El empate puso a la lepra en los octavos del final, logrando el club tomarse revancha de la rápida eliminación sufrida en arranque de año en la Libertadores. En octavos la parada no será sencilla. Ñuls deberá cruzarse con San José de Bolivia, que juega de local en Oruro, ciudad que se encuentra a más de tres mil metros de altura. El primer juego con los bolivianos se disputará en el Coloso, el miércoles 6 de octubre. La revancha será en 20 de octubre en el vecino país.

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