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Además de los puntos que suma Central en la tabla, ya acomodado como único líder, al menos hasta hoy, el canaya reúne ahora razones deportivas que lo sostienen tanto como sus estadísticas. Porque a la racha de ocho victorias consecutivas el auriazul añadió un triunfo ante un rival directo por el ascenso, como Sarmiento, ofreciendo virtudes en el juego destacadas para la categoría. En Junín, Central se trajo una victoria por la mínima diferencia, pero construida a base de una superioridad prolongada durante los 90 minutos, y explotada a fondo al ingresar Pablo Becker. El juvenil tiró una gambeta, provocó un penal que ejecutó con acierto Hernán Encina, y el equipo se abrazó a otros tres puntos pasando alguna zozobra recién en tiempo de descuento.
Hacía 31 partidos que Sarmiento no perdía de local. Si bien la racha la había alimentado en su campaña en la B Metropolitana, la refrendó en los primeros nueve partidos en el Nacional B. Porque en el décimo juego Central le arrebató el invicto.
El Canaya fue mejor a Sarmiento, jugó con la pelota y cuando no la tenía. En defensa el auriazul se plegaba coordinadamente, dejando a Cerutti y Cuevas obligados a pedir la pelota con marca al lado. Y cuando Central atacaba, encontró en Medina y Toledo una asociación de juego que el ex Boca Unidos no logró hilar con Coniglio de titular. Coniglio ayer fue al banco, en inesperada decisión de Miguel Russo, y saltó a la cancha Toledo, acompañado en el medio por Federico Carrizo, quien debió reemplazar a Diego Lagos, lesionado en la práctica del viernes.
Medina en velocidad asistió a Toledo en tres claras situaciones. En la primera el delantero estiró el pie para desviar la pelota, que se perdió por el primer palo, en la segunda cabeceó afuera un centro pasado, y en la tercera acción el nueve no llegó a tocar un centro bajo.
Lo de Sarmiento se acotaba al esfuerzo en la marca para no verse comprometido, tanto que perdía atención a la otra mitad del juego: atacar. Y no lo hizo sino sobre el epílogo del juego, cuando ya todo estaba en manos del Canaya.
Cansado Medina --no entrenó en toda la semana por molestias físicas-- ingresó Bareiro, quien otra vez acusó falta de estado físico. Pero también ingresó Becker, quien representa la aparición juvenil más relevante de los últimos años con su sola disposición a tirar una gambeta, buscar un caño, casi desatendiendo las máximas tácticas de pizarrón.
En la primera que Becker tomó con espacios, volcado por izquierda, le dio a Central lo que le faltaba: explosión en el área. Tiró un enganche para adentro, luego otro, pasó de largo Aguilar, quien lo tomó de la camiseta. Beligoy cobró penal y Encina, luego de ejecutarlo dos veces
por invasión de área, lo transformó en gol.
Con la ventaja, Central se soltó y mantuvo protagonismo ofensivo para llegar al segundo gol. Pero con los arrebatos de habilidad de Becker ya no alcanzó, porque se agotó Toledo y Bareiro nunca pudo acompañar al equipo con su ubicación en el área.
Los cinco minutos adicionados por el árbitro le dieron al partido la tensión que Central aventó en los 90 minutos con su claro dominio. Lo buscó Sarmiento con pelotazos pero el fondo canaya respondió con atención. Central quedó primero, condición que hoy perderá solo si Olimpo derrota a Ferro en Bahía Blanca.
0 Sarmiento: Ischuk; Aguilar, Tucker, Delgado, Dematei; Oviedo, Garnier, Iuvalé, Andrizzi; Cerutti, Cuevas. DT: Sergio Lippi.
1 Central: Caranta; Ferrari, Valentini, Peppino, Delgado; Encina, Domínguez, Méndez, Carrizo; Medina, Toledo. DT: Miguel Russo.
Gol: ST: 29m Encina (C) de tiro penal.
Cambios: ST: Azil por Oviedo (S), 13m Bareiro por Medina (C), 22m Becker por Carrizo (C), 31m Tamburelli por Andrizzi (S), 37m Vilchez por Cuevas (S) y 40m Freitas por Domínguez (C).
Arbitro: Federico Beligoy
Cancha: Sarmiento de Junín
Expulsado: ST: 33m Azil (S).
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