La que dejó pasar el equipo

1 Quilmes: Dulcich; Quilez, Lema, Goñi, Lima; Garnier, Cobo, Romero; Caneo; Elizari, Cauteruccio. DT: Omar De Felippe

1 Ñúbel: Guzmán; Cáceres, Heinze, Vergini, Casco; Orzan, Bernardi, Cruzado; Tonso, Scocco, Maxi Rodríguez. DT: Gerardo Martino.

Goles: PT: 8m Scocco (Ñ). ST: 41m Caneo (Q).

Cambios: ST: 17m Mansilla por Lima (Q), 19m Mateo por Cruzado (Ñ), 21m Diellos por Romero (Q), 29m Urruti por Scocco (Ñ), 33m Oberman por Quilez (Q) y 35m Figueroa por Maxi Rodríguez (Ñ).

Arbitro: Germán Delfino

Cancha: Quilmes

Incidencias: PT: 31m Dulcich (Q) le desvió un tiro penal a Scocco (Ñ).

No fue el cansancio por tanto esfuerzo lo que ayer privó a Ñúbel de la victoria. Tampoco descuidos defensivos. La Lepra dejó pasar la victoria, que tenía entre manos a falta de cinco para el final, por sus fallas en la definición. Scocco no pudo convertir de penal, como así tampoco

Orzán y Tonso, en claras opciones de gol que no se concretaron, y en la única pelota perdida en el área de Guzmán empató Caneo para arrebatarle a los rojinegros dos puntos que mañana puedan sacar al equipo de Gerardo Martino del primer puesto de la tabla.

Ñúbel jugó como siempre: asumiendo el mando del partido y jugando a pases cortos cerca del área rival. Fue así como Scocco puso de inmediato en ventaja al equipo, con gambeta al arquero y remate en ángulo cerrado luego de que un disparo de Maxi Rodríguez rebote en Quilez.

Lo que no tuvo ayer el rojinegro fue su característica intensidad de juego. Con menos energías por el partido del miércoles disputado ante Vélez, al equipo jugaba no tan rápido, aunque el despliegue en el mediocampo era suficiente para dominar el partido. Maxi Rodríguez y Scocco eran los más punzantes, y el goleador quedará con el segundo tanto a su merced, luego de que Goñi lo derribara dentro del área. Pero Dulcich adivinó la intención de Scocco, quien la cruzó de derecha, y el arquero le desvió el remate, para dejar a Quilmes aún en la pelea, aunque el partido se jugaba cómo Ñúbel quería.

Porque el local careció toda la noche de libreto ofensivo, más aún con Caneo apagado por la marca leprosa, y entonces el cervecero optó por los centros al área, todos controlados por Guzmán.

En el segundo tiempo Rodríguez y Scocco se mostraron con menos reacción física, y apareció Orzan para marcar los caminos ofensivos, y Bernardi para ordenar. Pero la pelota era de Quilmes. A Ñúbel el balón le duraba poco. No había proyecciones, Cáceres y Casco dejaron de aparecer por sorpresa, y así y todo la Lepra lo tuvo de contragolpe: Orzán apareció por derecha y remató desviado, y luego Dulcich le ganó un mano a mano a Tonso. También lo tuvo la Fiera al encarar en soledad, pero sus fuerzas no eran las mismas y Lema se repuso para sacarle la pelota.

Mientras Martino buscara renovar el aire de su equipo con cada variante, De Felippe sumaba hombres en ataque, quedando el fondo local con dos defensores. Pero así como no llegaba la contra leprosa, el cervecero no encontraba el camino a Guzmán.

El partido no tenía mayor trascendencia, aunque con el paso de los minutos Ñúbel jugaba cada vez más atrás. Tanto, que al final una pelota perdida en el área grande quedó servida para la derecha de Caneo, y el diez que nunca apareció en el juego se dio el gusto de darle el empate a Quilmes a cinco del final. El valor de los dos puntos que perdió Ñúbel se conocerá mañana, cuando Lanús juegue con Tigre. Porque si el granate gana el Final tendrá nuevo puntero.

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