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Con Central de vuelta a Primera, desde el lunes, y hasta el inicio del próximo torneo Inicial, la dirigencia del club deberá tomar las decisiones más trascendentes, las que llevarán a definir el plantel que volverá a jugar en la máxima categoría con la necesidad de sumar más de 50 puntos para consolidar su permanencia. La toma de decisión quedó en manos del técnico Miguel Russo, quien junto a su representante Luis Grillo se lanzarán al mercado a negociar por los refuerzos, al quedar el presidente Norberto Speciale relegado de las determinaciones por las propias concesiones que le entregó al entrenar en los últimos días.

Speciale sacó adelante un improvisado convenio con Tiro Federal, del cual se niega a dar a conocer, solo para satisfacer a Russo, que se hará cargo de los equipos de barrio Ludueña, minimizando el poder de Daniel Teglia en las divisiones inferiores canaya. La puja entre Russo y Teglia por absorber poder no reporta beneficios a Central.

Y ahora Russo abarcará todo en la mesa de negociaciones, yendo detrás de su representante, Luis Grillo, para traer los refuerzos. La mayoría de los representados por Grillo son jugadores que militan en los clubes del Nacional B, siendo el más codiciado Claudio Riaño, de exitoso presente en San Martín de San Juan. Russo no lo quiso al delantero el año pasado y ahora que el juvenil explotó en el conjunto sanjuanino Central deberá multiplicar los billetes para contratarlo.

Russo pedirá también por la continuidad de los jugadores de su representante: Franco Peppino, Mauricio Caranta y Diego Lagos. Con Central en Primera, el club deberá doblar la oferta económica para preservarlos. Además, el técnico quiere un zaguero central de jerarquía y dos delanteros, entre las prioridades. Porque Javier Toledo y Néstor Bareiro, que ayer fueron titulares, no seguirán en el club.

Para resolver en los próximos días es el futuro de Nahuel Valentini, quien se negó a renovar vínculo con el club. El defensor aún no desestimó la posibilidad de continuar, pero su futuro estaría en el extranjero.

Central va al mercado

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