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Domingo, 2 de marzo de 2014
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Rosario/12 devela los términos del convenio que firmaron Rosario Central y Tiro Federal

Acuerdo opaco por donde se lo mire

Sólo los presidentes de los clubes y el técnico de Central lo administran. El club de Arroyito se hará cargo de todos los gastos del de Ludueña, que cederá un porcentaje de derechos de jugadores. Algunos dirigentes se opusieron.

Por Alejo Diz
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Norberto Speciale es uno de los tres habilitados en el contrato, pero curiosamente no lo firmó.

¿Qué tan beneficioso puede ser un convenio firmado entre dos clubes de la ciudad si ambas entidades se resisten a dar a conocer el mismo a sus respectivos asociados? El celo de los dirigentes de Central a mostrar el vínculo firmado con Tiro Federal despertó la preocupación de hinchas y multiplicó las suspicacias. Este diario tuvo acceso al contrato finalmente rubricado entre partes, el cual se presenta con el propósito de "concretar lazos de amistad y hermandad que les permitan desarrollar actividades conjuntas que beneficien a la comunidad en general". Pero esa mirada social se traduce en compromisos económicos que sólo asume la entidad de Arroyito, haciéndose cargo del mantenimiento de todo el fútbol del club de Ludueña, aumentando su gastos mensuales en no menos de 130 mil pesos (varlor presupuestado siete meses atrás), en un momento donde sus autoridades exprimen el bolsillo del socio con la imposición de un bono para ingresar al estadio. Solo un dirigente se opuso el vínculo y otro dejó constancia en acta que "no es el momento institucional adecuado".

El 30 de julio del 2013 Central y Tiro Federal acordaron una relación de asociación deportiva bajo la pretenciosa denominación "Somos la ciudad más que nunca". El contrato, que Central nunca aceptó mostrar a sus socios en su versión definitiva, es administrado exclusivamente por tres protagonistas: el presidente de cada club, Norberto Speciale por Central, Carlos Dávola por Tiro Federal, y el "Secretario de Fútbol", cargo que "será ocupado por quien sea el director técnico del primer equipo de Central". Ergo, Miguel Russo, a la sazón el principal impulsor para forzar el arreglo entre las instituciones.

La relación con la entidad de barrio Ludueña le permitirá a Central tener "preferencia sobre cualquier otra institución deportiva a transferir los derechos federativos de los jugadores de Tiro Federal", privilegio por el que muchos pujan teniendo en cuenta los jugadores que lograron ser profesionales formados por la cantera de barrio Ludueña. Precisa el contrato: "Central podrá incorporar algún jugador de Tiro Federal con la simple solicitud por parte del Director Ejecutivo (Speciale)". En ese caso, Tiro Federal cederá los derechos federativos y el 50 por ciento de los derechos económicos del jugador requerido. Y desde la vigencia del acuerdo, Central es dueño del 20 por ciento de los derechos económicos de todos los jugadores de Tiro Federal.

A su vez, Central tendrá la potestad de indicarle al club de Ludueña cuáles de los jugadores auriazules que deberán ser inscriptos por Tiro Federal, cediendo en estos casos los canayas el 20 por ciento de sus derechos económicos, aunque habrá una excepción: por temporada Central le podrá pasar a Tiro cinco futbolistas preservando la totalidad de sus respectivos pases.

Hasta aquí los posibles "beneficios" para Central. Porque para sostener el acuerdo el club de Arroyito "tomará a su cargo el 80 por ciento de los gastos operativos en los que incurra Tiro Federal". A saber: "Remuneraciones de los jugadores del plantel profesional, cuerpo técnico, médicos y kinesiólogos para asistencia del primer equipo, aportes y retenciones, seguridad social y retenciones al impuesto a la Ganancias, indumentaria del plantel profesional de primera y divisiones inferiores, gastos de traslados, comida y alojamiento de los jugadores y cuerpo técnico de primera y divisiones inferiores, a los fines de la disputa de encuentros de torneos oficiales de Tiro Federal, gastos de hidratación en general del plantel superior, gastos de farmacia y estudios médicos complementarios de los jugadores de primera, gastos de mantenimiento de cancha (combustible para tractores, semillas, arena, fertilizantes, pintura para césped, etc.)" del estadio de barrio Ludueña y del predio de calle Ricardo Pizzarotti. Y de no cumplir Central con los pagos, Tiro Federal se reserva el derecho de "rescindir el contrato, debiendo responder Central en un todo por los daños y perjuicios que dicho incumplimiento traiga aparejados".

La buena salud que goza la tesorería de Central, según se desprende por las erogaciones asumidas, permite que el club canaya afronte el 80 por ciento de todos los gastos por "apertura de estadio" de Tiro Federal, ya sea para partidos del primer equipo o juegos de divisiones inferiores. Cuando juega Tiro, Central paga "remuneraciones, traslado y alojamiento de árbitros, pago de policía adicional, seguros, pelotas, utilización de grupo electrógeno, Asociación Rosarina de Fútbol, Consejo Federal (Tiro Federal milita en el Argentino A), AFA, Utedyc, y todo gasto relativo a la celebración de estos eventos futbolísticos en esos espacios".

Mientras que los gastos que supone la apertura del Gigante de Arroyito lo asumen los socios, obligados a comprar un bono de 30 pesos en cada encuentro que dispute el equipo de Miguel Russo, además de tener al día cuota y abono en el caso de los plateístas.

La recaudación ﷓﷓irrisoria por cierto-- de Tiro Federal por "venta de entradas" irá a la tesorería auriazul, pero lo que perciba Dávola por derechos televisación serán en su totalidad para la entidad de Ludueña. La desproporción de beneficios se profundiza más al preservar Tiro Federal todo dinero que ingrese por cobro de "cuota deportiva" a sus juveniles, ingreso que será "administrado libremente" por Dávola. Pero sí se resguardó Central el 80 por ciento de los recursos originados por "comercialización de la pauta publicitaria", labor que queda en manos exclusivas de los auriazules, a excepción de los ingresos que provengan de las financieras que administra el presidente de Tiro: Climafin S.A. y Clima Financiación para Empresas S.R.L.

Miguel Russo, en su carácter de "Secretario de Fútbol", tendrá la facultad para designar "el cuerpo técnico de cada una de las divisiones en que compita Tiro Federal", con aprobación de los Directores Ejecutivos: Speciale y Dávola.

El convenio tiene vigencia a partir de su firma y regirá por cinco (5) años, es decir hasta el 30 de junio de 2018, aunque las partes deberán "revalidarlo todos los 30 de junio de cada año de vigencia del mismo".

El acuerdo invalida cualquier participación de los otros dirigentes de Central, dado que solo reconoce la figura de los presidentes de los clubes y al técnico del primer equipo canaya con poder de firma. Lo curioso es que el contrato no tiene la rúbrica de Speciale, porque al momento de firmarse el presidente auriazul casualmente se encontraba de licencia, según consta en el acta N 134 de reunión de Comisión Directiva celebrada el 3 de julio. En esa reunión se aprobó el acuerdo con Tiro Federal, aunque se dejó constancia de que "Maximiliano Fe (luego renunció) no está de acuerdo y ante consulta de Bruno Zorzoli los dirigentes reconocen un costo mensual de aproximadamente 130 mil pesos. El secretario de Actas Ramiro Colabianchi manifiesta que apoya pero que no es el momento institucional adecuado. El resto de los presentes apoyan la realización del convenio".

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