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Lunes, 7 de noviembre de 2005
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ÑULS BUSCO MUCHO MAS QUE CENTRAL Y SE QUEDO CON EL CLASICO

La tarde que fue todo rojo y negro

El partido fue intenso y se disputó en un terreno en el que Central se
paró muy atrás. Rivarola le pegó de zurda por arriba de la barrera para
abrir el marcador. Después Ortega de Penal y Garay, firmaron el triunfo.

Por Claudio Socolsky
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Ortega y Rivarola, dos protagonistas excluyentes en el partido clásico de ayer en el Coloso.

Síntesis

ÑULS (2): Villar (6); Vella (6), Garay (6), Spolli (6), Ré (5); Belluschi (6), Zapata (5), Husaín (7), Lucero (5); Ortega (6), Silva (5). DT: Nery Pumpido

CENTRAL (1): Ojeda (6); Moreira (4), Raldes (6), Chamot (5), Rivarola (6); Ferrari (6), Borzani (6), Calgaro (5), Papa (6); Alemanno (5), Ruben (5) DT: Ariel Cuffaro Russo

Goles: PT: 48' Rivarola (RC); ST: 8' Ortega, de penal (Ñ); 26' Garay (Ñ)

Cambios: ST: desde el inicio, Scocco (5) por Zapata (Ñ), Vitti (5) por Alemanno (RC); 26' Colace por Vella (Ñ); 27' Steinert por Silva (Ñ); 31' Vecchio por Calgaro (RC); 41' Díaz por Borzani (RC)

Incidencias: PT: 44' expulsado Moreira (RC); 48' expulsado Cuffaro Russo (RC).

Arbitro: Juan Pablo Pompei (regular)

Cancha: Coloso del Parque

En un partido intenso y muy disputado, Ñuls le ganó a Central por 2 a 1 y se tomó revancha por la pasada eliminación de la Copa Sudamericana. Fue justo el triunfo de los locales, porque de los dos fue el que más buscó el arco de enfrente. Germán Rivarola, sobre el final del primer tiempo, había adelantado a los canallas en el marcador. En la segunda etapa, Ñuls lo empató mediante un penal de Ariel Ortega, y lo dio vuelta con un cabezazo de Diego Garay, para darle la primera victoria a Nery Pumpido desde que está al frente del primer equipo rojinegro. Juan Pablo Pompei había expulsado en el primer tiempo a Ricardo Moreira y al técnico Ariel Cuffaro Russo, que cargó todas las culpas de la derrota en la figura del árbitro. Estaba claro, en los papeles previos, que Ñuls iba a hacer el gasto. Y desde el arranque, trató de salir jugando por el lateral derecho con Fernando Belluschi y Luciano Vella. Justamente, después de una buena combinación entre Ariel Ortega y Santiago Silva, el Tano Vella sacó un remate de derecha que se fue cerca del arco de Juan Ojeda.

De todas maneras, la más clara la tuvo Central. Emiliano Papa ejecutó un córner y Marco Ruben, solo y sin marcas, la cabeceó afuera. La pelota parada pasó a ser el argumento más importante que el equipo de Pumpido mostró en ese primer tiempo para inquietar a Central.

Apareció Ortega con un pase cruzado para Belluschi, el volante tiró el centro exigido y por el otro lado Adrián Lucero no pudo conectar con comodidad, en la que fue la mejor jugada elaborada por el local. Central tuvo su chance, cuando Ricardo Moreira bajó de cabeza un centro de Paulo Ferrari, pero Ruben la mandó afuera, desde una posición inmejorable.

Respondió Ñuls, tocando por la izquierda con Belluschi y Ortega, lo buscaron a Silva en el área chica, pero Ronald Raldes lo desacomodó justo al uruguayo -pidieron penal- que no pudo definir ante Ojeda.

Cuando faltaban poco menos de cinco minutos para el final de la primera etapa, Moreira lo bajó de atrás a Claudio Husaín y Pompei, en una decisión polémica, le mostró la tarjeta roja directa. Central, con un hombre menos, empezaba a imaginar que la tarde en el Coloso no iba a resultar sencilla.

Hasta que Ruben guapeó una pelota con Nicolás Spolli, le hicieron falta cerca de la media luna del área y Germán Rivarola, con una precisión notable, le pegó de zurda por arriba de la barrera, dejando a Justo Villar haciendo vista, mientras la pelota se le colaba en un ángulo. El canalla se iba al vestuario con una ventaja impensada.

Como era previsible, Ñuls se fue con todo hacia el arco de Central. Pumpido movió el banco haciendo ingresar a Ignacio Scocco por Ariel Zapata. Con un hombre de más, la idea del entrenador rojinegro fue retrasar a Ortega para que manejara todos los ataques de su equipo.

Y tras un centro de Vella, la pelota le pegó en el brazo a Rivarola. Pompei, que estaba a dos metros de la jugada, marcó el penal. Ortega hizo sus amagues conocidos y la colocó con total justeza en el palo izquierdo de Ojeda, que alcanzó a tocar la pelota pero no pudo evitar el empate.

Central acusó el golpe y trató de adelantar sus líneas para compactar al equipo que, decididamente, se paró de contra. Pudo cambiar el partido cuando Villar mandó notablemente al córner un cabezazo de José Chamot que se le colaba por arriba.

Y sobre los 26 minutos, Ortega ejecutó desde la izquierda un tiro libre al centro del área, Diego Garay se elevó sobre su marca y pegándole casi con el hombro consiguió su primer gol en primera, que le permitió a Ñuls dar vuelta el partido. Central pagó caro su retraso. Y cuando tuvo que salir a buscar el empate, descuidó sus espaldas, que fueron muy bien aprovechadas por Ariel Ortega para manejar los contragolpes.

De no ser por el egoísmo del jujeño, quien después de llevar adelante una contra, sacó un remate de derecha que Ojeda mandó al córner, cuando Scocco y Lucero venían sin marcas esperando el pase del Burrito para convertir.

Central sacó a relucir su amor propio buscando el empate y entonces se armó un encuentro emotivo. Lo tuvo Damián Steinert -que había reemplazado a Silva- pero su derechazo salió muy cerca. Pudo aumentar Scocco, después de una buena jugada individual que Ojeda neutralizó.

Los últimos minutos del clásico encontraron a los dos equipos buscando el arco de enfrente. Los minutos adicionados por Pompei le pusieron más emoción y dramatismo al partido. Central generó varios tiros de esquina y tuvo, en un tiro libre de Rivarola que Villar rechazó con los puños, la última oportunidad para empatar el partido, que finalmente quedó en manos de Ñuls, en definitiva el justo ganador del cuarto clásico del año.

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