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Miércoles, 23 de noviembre de 2005
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El proyecto tiene la intención de lograr una Navidad "fraternal, solidaria y entrañable como ritual de la cultura".

Chiqui González imagina la ciudad con una "Fábrica social del afecto"

El proyecto tiene la intención de lograr una Navidad "fraternal, solidaria y entrañable como ritual de la cultura". Por Edgardo Pérez Castillo

Por Edgardo Pérez Castillo
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Chiqui González, directora de La Isla de los Inventos. "Los socios se anotan en una sociedad de la ternura".

Tomando distancia deliberada de los sistemas de producción masificada, y comprendiendo la carga afectiva implícita en la construcción artesanal, desde La Isla de los Inventos se gestó el proyecto "Socios de la Navidad (Sociedad de Responsabilidad Ilimitada)" con la intención de lograr una Navidad "fraternal, solidaria y entrañable como ritual de la cultura". Abierto a personas de cualquier creencia "que acepten compartir un pensamiento ecuménico", el mismo apunta a convertir a Rosario en la primer ciudad del mundo en poseer una "Fábrica social del afecto". Para ello, esta tarde a las 18.30 en las instalaciones de Corrientes y Wheelwright se desarrollará una única reunión organizativa, abierta al público, en la que se aceitarán los diversos aspectos de la novedosa propuesta.

En diálogo con Rosario/12 fue Chiqui González, directora de La Isla de los Inventos, quien resumió los pasos previos a la presentación en sociedad del proyecto. "Esto fue planificado este año en ejercicio de que nuestro centro propone construir un juguete artesanal, diferente, hecho con las manos y con afecto. Y encontramos que cerca de la Navidad se nos hacía más rico, pensando además en la red solidaria que esto podía implicar y sostener", explicó. De esa manera, más de 300 instituciones confirmaron su participación, a las que seguramente se sumarán algunas más de las dos mil que recibieron la convocatoria. Aunque, claro, el carácter solidario de "Socios de la Navidad" permite que cualquier ciudadano, escuela, Ong, institución profesional o empresarial, club, grupo de jóvenes o centro de jubilados se incorpore al equipo que moviliza al proyecto, según destacó González: "La idea es que las instituciones se anoten como socios en una especie de sociedad de la ternura, una sociedad de responsabilidad ilimitada. Y se debe aclarar que esto no implica obligación económica alguna ni que tampoco hay obligación de trabajo. La gente viene en el momento que puede y quiere".

Asimismo, la directora del espacio impulsor del evento agregó: "La Navidad es una ecuménica, basada en el ritual de la cultura, de solidaridad y fraternidad, y que respeta absolutamente todas las opiniones y creencias. Es como una gran oportunidad para crear una red solidaria y una red de afecto. Nosotros tenemos mucho interés en demostrar que esto no está basado en la asimetría de que vienen a construir los que tienen para los que no tienen. Esto no es el sentido del evento, que es ampliamente inclusivo, donde programas sociales de todo tipo son los que construyen. Y el sentido de las carencias sí está presente, pero hay carencias que tienen que ver con la soledad, no solamente con el sufrimiento o la pobreza. Tiene que ver también con los marineros que están lejos, con los que están solos la noche de Navidad, con los que tienen sus hijos lejos, con la gente de los organismos de derechos humanos, con las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. Tiene también que ver con la participación de artistas jubilados, porque vienen a construir los centros de jubilados y hay también una especie de hallazgo: vienen muchas personas mayores que tenían talleres en sus casas, que tienen herramientas y que sabían hacer juguetes, vienen torneros, está el centro de jubilados de Acindar para hacer trompos, baleros".

A partir de esa estructura, cada involucrado aporta en función de sus posibilidades. "La sociedad significa que yo me comprometo a difundirlo, yo a construir algún día que puedo, yo a recolectar botones, lentejuelas o cosas que no se consiguen en el mercado --detalló González--. Así otros adquieren el derecho de ser quienes distribuyen a otra entidad de adultos, marineros, enfermos, estudiantes. Incluso en algunos casos se van a dejar juguetes en lugares públicos, sin dárselo a nadie en particular, para ver cómo lo recibe la gente".

Por su parte, La Isla de los Inventos organiza el proceso, pone a disposición el material, el personal y las maquinarias. Además ha dispuesto la instalación de fábricas de juguetes de madera, de objetos de cartón, papel y cartapesta, una de textiles y otra dedicada a construir "objetos maravillosos".

"Socios de la Navidad" tendrá su etapa de construcción entre el 14 y 18 de diciembre, período en el que La Isla abrirá sus puertas a todos aquellos que deseen sumarse al proyecto, y que esta tarde podrán aportar a la organización misma de esta fábrica social del afecto.

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