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El año pasado, una de las tradicionales asociaciones italianas de la ciudad, celebró los 301 años del nacimiento del célebre dramaturgo Carlo Goldoni con la puesta del clásico Arlequín, servidor de dos patrones dirigida por Jorge Simone. Simone que hace más de tres años se encontraba ausente de Rosario, retornó con esta propuesta a la cartelera local y dialogó con Rosario/12 acerca de un proyecto que retorna este año.
"Estuve tres años viajando fuera del país, recorriendo ciudades como Santiago de Chile, Panamá y Lima, en las que había establecido contacto a partir de mi participación en diversos festivales de teatro latinoamericanos", contó. Su último trabajo en esta ciudad fue Pasiones perturbadas, un espectáculo que se estrenó en el Centro Cultural Bernardino Rivadavia y se vio en algunos bares. Después de ese trabajo fue contratado para participar en el Congreso de la Lengua con una propuesta que se llamó "Poesías urbanas"; hasta que surge la invitación de la Asociación Veneta para dictar un taller teatral.
"La Asociación Veneta me contrata para dictar un Taller de Expresión corporal con Máscaras Venecianas y durante un par de años realizo una puesta de escenas del carnaval veneciano con situaciones dramáticas que se pudo ver durante la Feria de las Colectividades; a partir de allí nace el contacto con ellos y la invitación para participar de los festejos de los 300 años de Goldoni", apuntó.
La propuesta de los venecianos era desempolvar uno de los clásicos del genial dramaturgo de la Comedia del Arte: Arlequín, servidor de Dos Patrones. "Para mi -dijo- era como el sueño del pibe hecho realidad, hacer Comedia del Arte que está muy ligado a todo lo que yo venía trabajando del '89; con técnicas de clown, si bien está ligado en forma tangencial, es una estética muy cercana al clown, se acude a la técnica para provocar la gracia, no crear el personaje a partir de características propias".
Las diferencias entre la comedia del arte y el clown se basan en que la comedia del arte tiene a los personajes arquetípicos, con una forma de caminar, de pararse, de hablar determinada y el actor lo que tiene que hacer es copiar esas formas. Esto se da en los cuatro personajes fundamentales que tienen máscara: Pantalone, Brighela, el Doctor y Arlequino; la técnica del clown incorpora la rapidez al contestar, la relación con el público, los gestos que contradicen o reafirman lo que dice la palabra", señaló.
¿Cómo se seleccionan a los actores para semejante emprendimiento?
-Se convoca a un casting para elegir el elenco y se da una situación muy particular, decido poner carteles en las escuelas de teatro y en los talleres porque pensaba que eran los sitios ideales para reclutar actores, pero en realidad no se presentó nadie.
Frente a esta insólita reacción por parte de los estudiantes y el resto de la comunidad teatral; y ante la sugerencia de uno de los miembros de la Asociación Veneta, se publica un aviso en un diario pidiendo actores; a pesar de la desconfianza del propio director frente a este tipo de propuestas. "A mí sinceramente eso me parecía absurdo comenta Simone pero resultó efectivo y se presentaron 40 personas, todavía no lo entiendo, el lugar natural para buscar actores, para mí es en un taller o en las escuelas de teatro; de esta manera la selección se realizó entre gente semiprofesional con estudios sobre el tema, de la que quedaron 10 actores".
Aprovechando los servicios de un integrante de la Asociación, se hace una traducción del texto original de Goldoni, para enfatizar el carácter de auténtico homenaje pero los resultados en principio no conformaron al responsable de la puesta debido a la extensión de la obra. "De haber seguido al pie de la letra esta traducción la obra hubiera durado cerca de tres horas y media y no me parece que hoy el público pueda bancarse todo este tiempo -remarcó-. En épocas de la Comedia del Arte, la concepción del tiempo era otra, no había entretenimientos como abundan ahora, la única ficción que se le ofrecía a la gente era o el teatro de títeres, o los narradores como sucedía en España".
Ahondando sobre el tema de la recepción teatral, el director fundamenta la necesidad de acotar el texto original atendiendo a la demanda del público actual. "Estar mirando 3 horas un espectáculo, para la época era agradable, placentero, la gente deseaba que siguiera, para eso fueron creado los entremeses, que se hacían entre acto y acto y por lo que la obra se hacia mas larga todavía", detalló.
Con la audacia que siempre caracterizó su forma de ver y hacer teatro, Simone se permite contradecir al propio maestro inglés Peter Brook que desafiando las concepciones del tiempo teatral "hizo una obra que duraba 10 horas". "Para mí -cuenta- no es beneficioso que una obra que dure tres horas; por eso en mi versión, la puesta está planteada respetando el Primer Acto, que está igual que en el original, en el segundo acto se profundizan los juegos, no tanto las palabras, y finalmente en el tercero se soluciona todo rápidamente como lo soluciona el propio Goldoni que en cinco renglones resuelve todas las confusiones".
En una adaptación que respeta la estructura dramática de la obra, Simone no se permite transgredir tampoco el texto desde el lugar del lenguaje ni acepta ninguna licencia que aggiorne la forma de decir en las actuaciones. "Tampoco se trabaja con el lenguaje pomposo, se parte del lenguaje coloquial nuestro sin caer en los familiarismos; no hay ninguna alusión a lo político, en algunos momentos queda lugar para la improvisación, pero eso se da en pequeña escala, ese tipo de aggiornamiento no está dentro de lo que yo quiero plantear; se trabaja con el modelo de época, no es la idea de que aparezcan rupturas", dijo.
Arlequín, servidor de dos patrones se podrá volver en marzo con su elenco original.
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