La evolución permanente

Apuntada como banda revelación por el suplemento No! de Página/12, Rosal se presentará esta noche, desde las 22, en Berlín. Destacada como una de las agrupaciones más importantes de la escena pop nacional, fue fundada en 2002 por María Ezquiaga, quien en 2006 fuera considerada como Mejor Cantante Femenina por la revista Rolling Stone. Con tres discos editados por Pop Art (Educación sentimental y Rosal, los dos primeros, fueron publicados de manera independiente y el año pasado reeditados por la compañía), el grupo es habitual participante de encuentros como el Quilmes Rock, Pepsi Music, el Personal Fest y las fiestas Creamfields. Hasta allí, sólo estadísticas de un proyecto que crece con una idea de evolución permanente.

Así lo deslizó Ezquiaga, mientras ofrecía a Rosario/12 un adelanto de su presentación en Rosario, recital que compartirán con los locales The Flowers Orchestra (ver recuadro). "Más que nada vamos a presentar Su Majestad, nuestro tercer disco, y después obviamente hacemos un compilado de los tres discos, pero el espíritu más que nada es el que tiene que ver con lo último. Nosotros siempre fuimos transformando la forma de tocar, evolucionando en el tiempo. Del primer disco hasta ahora no nos mantuvimos con el mismo sonido, o sea que siempre que tocamos volvemos a readaptar los temas al sonido actual. Porque uno siempre se retroalimenta con lo que escucha, con lo que lee. Lo que siempre traté fue de que la música sea genuina, que no tenga que ver con poses, no guiarme por lo que debería o no debería hacer. Trato de ser lo más parecido a como yo hago mis elecciones. La música es parecida a la vida, en todo, y en ese sentido trato de que sea así", apuntó la cantante del grupo que completan Ezequiel Kronenberg y Martín Caamaño en guitarras, Mauro Conforti en teclados, Juan Pablo Jacinto en batería y Julieta Ulanovsky en bajo.

Hecho poco habitual dentro del mercado del pop/rock nacional, Su majestad llegó a las disquerías argentinas varios meses después de su edición original en... Japón. Sin embargo, Ezquiaga no hace alarde de una situación que entiende como casi fortuita: "Ahora hay muchos caminos para dar a conocer la música y manejarse en lo que se refiere a los medios de distribución y venta de discos. Lo que vemos todos los días es que a un tema hay que pasarlo muchísimo por la radio, y ya lo escuchás tantas veces que te empieza a gustar. Esa es la forma en que comúnmente se da a conocer la música, pero hay otras formas alternativas, a otra escala, con distribuidoras que llevan discos al exterior. Nuestros dos primeros discos se llevaron a Japón, y a una tienda de allá (que también tiene un sello) le gustaba nuestro material y quiso saber si teníamos algo nuevo. Nosotros estábamos terminando de grabar el disco, entonces se lo dimos para que lo editen allá. Después hicimos un acuerdo con PopArt para reeditar nuestros dos primeros discos y entonces esperamos para sacar Su Majestad en Argentina".

Reciente, el acuerdo de la banda con la discográfica no anuló un mecanismo de producción muy ligado a la independencia, modalidad de trabajo que en la actualidad no presenta las dificultades de antaño. "Se desarrollaron otras formas --analizó la cantante--. O quizás lo que era mainstream ya parecía que no estaba hecho por un músico sino por un productor. Es como el capitalismo, y no me quiero meter en algo muy político porque en un punto me siento una ignorante, pero el capitalismo avanzó cuando del otro lado dejó de existir el comunismo. En la música todo se exacerbó y entonces como contracultura se desarrolló lo independiente".

-Cuando decidió dejar la banda de Sergio Pángaro para desarrollar el proyecto de Rosal, ¿lo pensaba como una propuesta contracultural?

-No, nunca lo pensé como algo contracultural, en un punto nunca me sentí así... revolucionaria. Pero siempre tuve unos ideales con respecto a la cultura y a la música, y en los cuales me costaría ceder. Sí también sé que el pop es una música que es masiva, ya lo dijo Andy Warhol, entonces se supone que debería entrar a los medios para revolucionarlos. Aunque siempre se sabe que ellos nos terminan ganando.

-Considerando que fueron apuntados como Revelación del No!, o que Rolling Stone la distinguió como Mejor Cantante Femenina, es evidente que los medios están más atentos a lo que genera el grupo. ¿Influye como factor de presión al momento de buscar expresarse libremente?

-Es que tampoco es tanta presión. Pensá que hay gente que tiene mucha más presión y siguen siendo artistas. A mí me encanta que alguien diga una cosa así, pero también a veces son cosas muy arbitrarias. Yo no digo que no me merezca que digan que soy muy buena cantante, pero las elecciones son arbitrarias. A veces es algo que se le ocurre a alguien, y si me hago cargo de eso sería medio estúpida. Es importante tener un poco de sentido del humor con respecto a ésas cosas.

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