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"SWEENEY TODD, EL BARBERO DE LA CALLE FLEET" (Sweeney Todd, The Demon Barber of Fleet St.) USA, 2007
Direcci贸n: Tim Burton
Gui贸n: John Logan
Fotograf铆a: Dariusz Wolski
Direcci贸n art铆stica: Dante Ferretti
Int茅rpretes: Johnny Depp, Helena Bonham Carter, Alan Rickman, Timothy Spall, Sacha Baron-Cohen, Jamie Campbell.
Duraci贸n: 115 minutos
Distribuye: Warner en los cines Monumental, Showcase y Village.
Calificaci贸n: 7 (siete)
Tim Burton vio el musical de Stephen Sondheim a fines de los a帽os 70, por primera vez. A partir de ese momento trat贸 de seguir de cerca la historia del barbero de la calle Fleet a trav茅s de las numerosas versiones que el cine y la literatura hab铆an hecho de aquel episodio de la cr贸nica policial, que hab铆a sido recreado inicialmente por Thomas Peckett Prest en un cuento publicado en 1846. Desde los inicios del cine, ya en 1925, la figura de Benjam铆n Barker, quien adoptara para sus fines el nombre de Sweeney Todd, fue centro de atenci贸n de numerosos realizadores y entre ellos, refieren historiadores y cr铆ticos merece destacarse la que lleva la firma de John Schlesinger, rodada en 1998 con la actuaci贸n de Ben Kingsley en el rol que hoy compone el siempre sorprendente y multifac茅tico Johnny Depp. En estos d铆as se encuentra en video una nueva producci贸n del 2006 producida por la BBC que tiene como protagonista a Ray Winstone.
Luego de aquella experiencia en Broadway, seg煤n el mismo Burton cuenta, la presencia del barbero sediento de venganza, que transforma su vida en un repetido acto de lo que el cree entender como justicia propia, paso a ser mas que una obsesi贸n. Y en este caso se pueden reconocer algunos elementos de esta tan hipn贸tica historia o leyenda para su realizador en sus anteriores films; en los que, igualmente, encontramos al mismo actor.
Si bien el film de Burton, y esto ha sido seguramente una elecci贸n propia, adolece de sutilezas y figuras alusivas, no obstante ello uno de sus grandes m茅ritos es el de haber mantenido la estructura y el ritmo de la comedia musical, captada entre negro y grises, azules oscuros y una constante presencia del rojo bermell贸n que hace honor a los films de la Hammer de los a帽os 50. Tal vez son las letras de las diferentes canciones, que se escuchan en diferentes registros y tonos, desde la m谩s luminosa ternura hasta la burla m谩s sard贸nica, las que van abriendo los pasadizos secretos de los entretelones de las reacciones humanas.
El film es un canto a la puesta en escena. En una Londres que anticipa sus siluetas victorianas y que preanuncian a los personajes de Charles Dickens, Benjam铆n Barker, extensi贸n de sus anteriores criaturas de Burton, llevara a puerta cerrada, a un espacio claustrof贸bico, solo abierto al mundo exterior por una claraboya, su m谩s terrible venganza. Sabemos del pasado de este hombre por un breve racconto que le entrega a un joven marinero, por lo que a煤n permanece y espera, en silencio y oculto, tras quince a帽os de separaci贸n.
Todo el film se puede pensar como un pasaje de lo exterior al interior, desde el recorrido fugaz y veloz por las calles hasta el centro mismo de una espiral de sangre y muerte. Son las situaciones que se juegan en el mundo de afuera las que permiten liberar cierto humor, como la del feriante, de falsificado or铆gen italiano, que ofrece ante una multitud impactada, con su joven asistente, un elixir m谩gico.
No ubicar铆a a este film de Tim Burton, que este a帽o cumplir谩 sus cincuenta a帽os, entre mis favoritos. En este rengl贸n prefiero escribir los nombres del primer Batman, El joven manos de tijera, Ed Wood y El cad谩ver de la novia. En relaci贸n con el film que hoy comentamos, definido en un goticismo extremo, por momentos espectacular e hiperrealista, encuentro puntos muy cercanos con La leyenda del jinete sin cabeza, pero sin los juegos po茅ticos que la misma brindaba. Por momentos, salvo en los que corresponde al corte afilado de sus amadas navajas, que completan la identidad del personaje, la planificaci贸n no escapa de ciertas limitaciones y respecto del acto homicida prefiere golpear directamente antes que sugerir.
En este sentido hay toda una definici贸n: mostrar desde lo m谩s subrayado y macabro, a la manera del teatro del grand guignol. Por momentos sentimos que la sangre llega a nuestros pies y que la sala se ti帽e de ese rojo artificial. Tambi茅n esto en cierta medida permite restarle la gravedad a los hechos, ya que traspasa los l铆mites de una representaci贸n y solo as铆 todo se vuelve tolerable. Pero al mismo tiempo, este apostar al corte directo y al acto inm贸vil, no le ha permitido a su director narrar desde otro 谩ngulo. En esta direcci贸n, es diferente si, el tratamiento que le reserva a las acciones de su aliada de turno, esa viuda que esconde f贸rmulas gastron贸micas y que depender谩n de su pr贸ximo visitante, de la clase social, de su aspecto exterior. Por ello las letras de algunas canciones, merecen que se vuelvan a escuchar.
Hay momentos, tal vez los m谩s logrados, que escenifican un juego de m谩scaras, la danza de la Muerte. En el film de Tim Burton, un antiguo amor se llama Lucy como el ser amado de Dr谩cula y desde aqu铆 un feroz romanticismo nos empuja al film de Francis Ford Coppola. Sweeney Todd desde cada acto va preanunciando la tragedia y la mirada de un ni帽o llevara a un 煤ltimo acto.
A lo largo de casi dos horas, el film de Burton, que manifiesta en numerosos momentos una frontalidad cercana, permite recuperar aquella atm贸sfera de viejas historias de miedo, de personajes solitarios y melanc贸licos que est谩n ligados a un deseo de muerte, que borran su presencia en una neblina de odio. Tal vez este sea uno de los puntos m谩s salientes del film cuya historia se recorta en un escenario pesadillesco en el que estallan de manera fulgurante el acero y la sangre.
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