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Viernes, 2 de mayo de 2008
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Música. EL CONTRABAJISTA CARLOS PAGURA PRESENTA DIXIT, UN DISCO CASI CONCEPTUAL

Compositor de vastos horizontes

Pagura reunió en este CD a artistas como Javier Allende, Claudio Bolzani, Salvador Trapani y Ethel Koffman.

Por Edgardo Pérez Castillo
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"Este disco fue una idea que tomó forma a medida que fuimos haciéndolo", dice Pagura.

Solista de la Orquesta Sinfónica Provincial de Rosario, el contrabajista Carlos Pagura ha transitado sin embargo por distintos caminos. Porque su mundo artístico no se circunscribe únicamente a la denominada música culta, y una clara demostración de ello es el flamante Dixit, el disco donde saca a relucir su condición de compositor de horizontes vastos. Aunque, curiosamente, y sin que implique ello contradicción alguna, recorrer este primer disco de Pagura genera una sensación de viaje sereno por una senda única, en la que los giros y contragiros rítmicos y melódicos se suceden con una cálida naturalidad.

Y, al menos por un tiempo, este disco es la única vía de acercarse a las composiciones, a partir de las dificultades de poder reunir en un mismo escenario al generoso listado de músicos que participaron de las grabaciones. A saber: Irene Chaina (viola da gamba), Ana Fumagallo (viola da gamba), Javier Allende (udu, percusión, berimbau), Jorge Variego (clarinete), Mariano Braun (acordeón, piano y teclado), Claudio Bolzani (guitarras), Gustavo Gargiulo (corneto), Tomás Pagura (xilofón, vibráfono), Salvador Trapani (serrucho soprano), Luis Giavón (oboe), Julio Kobryn (clarón), Susana Schlaen (fagot), Ethel Koffman (coros) y Lucas Pagura (piano).

Pero vale aclararlo: en los planes primarios de Pagura jamás estuvo contemplado semejante despliegue. "Este es un proyecto raro, porque en realidad empezó hace mucho tiempo como un proyecto de grupo ﷓admite a Rosario/12﷓. Eramos un cuarteto donde estaba Gerardo Agnese en bandoneón, Giorgio Variego en clarinete, Claudio Bolzani en guitarra y yo en contrabajo, a lo que íbamos a agregar un percusionista. En ese momento, hará tres años, la idea era armar un grupo para tocar. Después Gerardo se fue a Europa, Giorgio a Estados Unidos, donde se quedó estudiando, y ése proyecto desapareció. Así que seguí armando material, y sinceramente al final la idea era armar los temas y grabarlos para que no se pierdan".

Esa decisión le permitió además experimentar con la instrumentación. "En el disco hay cinco temas centrales que son con el quinteto y el resto son temas arreglados con distintas instrumentaciones. Pero el proyecto ya no era en grupo, sino hacer música y dejarla grabada, ni siquiera con la idea de hacer un disco. Fue una idea que de alguna manera tomó una forma a medida que fuimos haciéndolo, nos fuimos entusiasmando, fui agregando temas y terminó siendo lo que es, un disco sin grupo que lo sostenga para tocar", reconoce Pagura.

Como valor agregado, en medio de ese proceso Variego llegó a Rosario en sus vacaciones, y terminó siendo convocado para reemplazar al clarinetista que originalmente se había comprometido a grabar el disco: "Vino a las grabaciones y las intervenciones que tienen que ver con él, en sus solos, en las partes donde tiene que poner su creatividad y su imaginación, el tipo disparó. Sabía de qué se trataba, y éso en general funcionó con todos. Porque los músicos que participaron, sabiendo que no había plata ni proyecto de grupo, lo hicieron porque son amigos míos, se prendieron en el proyecto y metieron mucho. Mariano Braun fue un incondicional en la grabación. O Javier Allende, el único que no tenía nada escrito. El resto estaba todo escrito, salvo los solos, pero en las percusiones no había nada escrito, entonces nos metimos en el estudio y yo le iba tirando ideas, diciéndole qué climas quería. Y entre él y Mariano resolvieron todos los delirios que había dentro de la cabeza dando vueltas. La verdad fue una experiencia muy buena".

Con sus cambios climáticos, Dixit se ofrece como un disco casi conceptual, haciendo de la escucha un viaje pleno de imágenes. Algo que se refuerza con las ocho versiones de "Siete llaves". "En realidad esa idea no estaba clara desde un principio -explica el compositor-. `Siete llaves` era un tema más del disco, pero siempre me gustó armar como un relato y `Siete llaves`, con todas sus variaciones, permitió ir uniendo temas que aparentemente no tienen nada que ver entre sí y terminan envueltos en una especie de nube que lo cubre todo. No fue muy premeditado, pero una vez que lo empecé a hacer y ví que funcionaba, terminó siendo una de las cosas más trabajadas del disco, hacer nexos a través de los temas".

En tanto, y a pesar de la calidad de los músicos participantes, el disco de Pagura lejos está de ser un compendio de virtuosismos. Menos aun, de posicionarse como un disco hecho por un contrabajista para sus colegas contrabajistas. Así lo resalta el creador: "El que va a buscar un disco de un contrabajista se va a llevar una desilusión terrible, porque es música. Y en general no hay grandes muestras de virtuosismo de nadie. Porque todos son virtuosos, pero creo que en el disco no hay lugar para éso. Sí hay lugar para el delirio, porque todos en algún lugar se deliran haciendo algo, pero no hay mucho virtuosismo. Hay climas, melodías".

-¿El Dixit del título tiene que ver con éso, con la presentación del Pagura compositor?

-Bueno, tiene que ver. Muchos años, cuando trabajé en grupo con Pichi De Benedictis, con Ethel Koffman, Myriam Cubelos, trabajé haciendo canciones, donde hay un texto y música que se tiene que complementar para hacer una canción. Yo nunca fui letrista, sino que hacía música para canciones, o tomaba poesías de gente y la musicalizaba. Mucho tiempo trabajé en ese sentido, en encontrar letras que me impactaran para ponerle música. Pero hoy en día me cuesta encontrar una forma de texto, de letra, que sea musicalizable y diga algo que me interesa decir. Encuentro muchas poesías que me interesan, o novelas, pero no son para una canción. No encuentro la forma de canción que me interese, mientras que sí la admiro en otra gente, tipos como Drexler, Sabina, gente que logra que sea redondo el texto con la música y que esté bien. Esto es otro estadío de comunicación, otro lenguaje para decir. Es hablar con sonidos, con timbres y climas, así también se está diciendo. No es tan inmediato, tan racionalmente comprensible, pero es otra usina de sensaciones y sentimientos. Es otro lenguaje y el Dixit tiene que ver con éso. Si me preguntás qué quería decir con el disco era ésto. En ese sentido estoy muy satisfecho con el resultado.

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