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Orquesta Russian Virtuosi of Europe.
Lugar y fecha: Martes 29 de abril, sala La Opera del Teatro El Círculo
Director y solista: Maestro Yuri Zhislin (violín)
Orquesta: De cuerdas (7 violines, 2 violas, 2 violoncellos, 1 contrabajo)
Puntos: 10 (diez)
Impecable. Delicada, exquisita, técnicamente acabada y perfecta: así fue la actuación que brindaron esta docena de talentosas cuerdas reunidas bajo el nombre de Orquesta Russian Virtuosi of Europe, actuación que se llevó a cabo el pasado martes, en la sala mayor del Teatro El Círculo. Y no es para menos: es que esta orquesta reúne a algunos de los instrumentistas de cuerdas más prestigiosos de la Rusia actual y de la anterior URSS, asentados ahora en la Europa Occidental. Su director, el extraordinario violinista ruso Yuri Zhislin, fundó este grupo en el año 2004 en Londres, donde se halla actualmente radicado.
El concierto fue una extraordinaria experiencia auditiva y visual, ya que la gran musicalidad de cada uno de ellos podía apreciarse además en la postura, en la actitud, en la toma del arco, en las atentas miradas a su director y en las buenas vibraciones que transmitían a la audiencia, producto seguramente de la gran camaradería reinante entre ellos que pudo apreciarse desde el primer momento.
El programa elegido fue una muestra acabada de perfección interpretativa y técnica: abrieron con el "Divertimento K.136" de W.A.Mozart, continuaron con el "Concierto para violín y orquesta de cuerdas" de F.Mendelssohn (cuyo solo estuvo a cargo del director del organismo) y finalizaron con "Souvenir de Florencia" de P.I.Tchaicovsky. Abordaron cada compositor con el carácter y el estilo acorde a sus características interpretativas. Así, deslumbraron a esta cronista con la afinación perfecta, el vibrato parejo, la sonoridad completamente unificada, como si fuese un solo y gran instrumento, y sobre todo, con la increíble gama dinámica, ya que -según la necesidad así lo requería- los doce bajaban a pianissimos imposibles, a sonoridades hiper camarísticas, emulando ser un simple cuarteto de cuerdas, hasta grandes y colosales fortes en donde sonaban como una verdadera orquesta sinfónica de más de 30 ejecutantes.
La excelente combinación de la técnica de la escuela rusa y las habilidades técnicas y gran musicalidad de sus integrantes transforman seguramente a este grupo en uno de los más excitantes e innovadores en la escena musical del momento.
En el concierto brilló con su pulcritud técnica y su musicalidad extrema, abordando obras que pertenecen al más difícil repertorio violinístico. Como broche de oro, ofreció al público rosarino un arreglo propio del "Oblivion" de Piazzola, con un solo de violín en un acertado estilo tanguero que abordó como un argentino más, y que regaló a la audiciencia anunciándolo en un perfecto español.
Delicadeza interpretativa, virtuosismo técnico y sencillez extrema: realmente, fue un concierto que llenó ampliamente los espíritus.
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