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Surgida en los primeros meses del siglo e incluida rápidamente a ese nuevo movimiento de orquestas que incorporaron al folclore europeo a la escena rockera argentina, con el correr del tiempo Me darás mil hijos creció en todo sentido. Porque la ampliación no se dio únicamente en lo que refiere a su formación --hoy numerosa a partir de la presencia de Mariano Fernández (voz y guitarra criolla), Santiago Fernández (guitarra criolla, cavaquinho y charango), Gustavo Semmartín (guitarras, cuatro y banjo), Leonora Arbiser (acordeón y piano), Carolina Flechner (batería), Federico Ghazarosian (contrabajo), Christine Brebes (violín), Germán Cohen (trombón y coros), Rodrigo Guerra (banjo, tuba, trombón y coros), Carlos Alvarado (trombón) y Damián Rovner (trompeta)-- sino también en convocatoria y diversidad estética.

Porque aunque ya en sus primeros dos discos había una amplitud genérica, con el reciente Aire el grupo va desde el swing inaugural de "Horizontes" hasta la dulce balada "Sol de invierno", que cierra una obra plagada de reminiscencias de bolero, milonga, rock, pop, pasajes latinos, otros circenses, y algo de aquella línea balcánica que los llevó a telonear a Goran Bregovic. En ese sentido, el cantante Mariano Fernández reconoció a este medio que "siempre se trató un poco de eso".

"Los primeros discos fueron bastante diferentes entre sí, y este tercero también va por lo mismo --explicó--. No creo que haya un límite para la apertura musical, aparte no es que nosotros nos proponemos, por ejemplo, hacer una cumbia porque no la hicimos en los otros discos. Tiene que ver con momentos del grupo y lo que va saliendo en la sala. En general las canciones nos van llevando hacia el género, y ahí aprovechamos la instrumentación que tenemos como para ir dándole a cada uno el timbre sonoro".

Me darás mil hijos toca hoy en sala Lavardén

La estética de la diversidad