El EspÃritu. (The Spirit) EE.UU., 2008
Dirección: Frank Miller.
Guión: Frank Miller, a partir del comic creado por Will Eisner.
FotografÃa: Bill Pope.
Música: David Newman.
Montaje: Gregory Nussbaum.
Intérpretes: Gabriel Macht, Eva Mendes, Samuel L. Jackson, Scarlett Johansson, Dan Lauria, Louis Lombardi.
Duración: 108 minutos.
Salas: Monumental, Showcase.
5 (cinco) puntos
Será mucho más entretenido y justo encontrar las referencias que del comic maestro de Will Eisner -The Spirit, publicado entre 1940/1952- se vislumbran en las páginas del Sin City de Frank Miller: viñetas en blanco y negro que conjugan el legado irónico y de serie negra de Eisner junto con el sadismo de Mickey Spillane y el ritmo narrativo de la historieta japonesa Lone Wolf & Cub, del dibujante Goseki Kojima.
Motivo de todo ello -Sin City es una historieta grandiosa- fue su traslado al cine en 2005, donde Miller debutara en la realización a partir de la invitación de Robert RodrÃguez. Hubo luego una participación ejecutiva en la traslación cinematográfica de su 300 (lamentable, para mi juicio). Y no podrá decirse que su elección posterior no fuera menos que interesante, porque pensar en The Spirit según Miller, nos atrae a muchos de los lectores y cinéfilos.
Pero, la verdad, el matrimonio entre Miller y Eisner, por lo que se ve en pantalla, dista mucho de un buen film. Poco de auténtico tiene este intento de plasmar un clásico de las historietas desde el prisma enrollado que el director propone. Son tantas las referencias al mundo del comic, sÃntoma del gusto ecléctico de Miller, que El EspÃritu naufraga entre parlamentos en off, la caricatura estilo cartoon, y el calco de muchas de las viñetas de Eisner. Lo que no encontramos, eso sÃ, es el espÃritu -valga la redundancia- del personaje.
El particular enmascarado que dedica su vida a combatir el crimen -Denny Colt (Gabriel Macht)- no dudará en dedicar su amor a la ciudad que habita: Central City. Pero es poco lo que podremos apreciar de ella. Sólo nos quedan, para la vista, algunas azoteas o callejones poco iluminados. Como si cada encuadre de Miller fuese una mirada cuasi vacÃa hacia una ciudad que, voluntariamente, no existe más que en abstracto.
Hay mucha utilización de pantalla verde, lo que nos evoca el mismo recurso estético de Sin City. Aunque aquà sin funcionar demasiado. No hay congruencia estilÃstica. Las bufonadas que se propone Miller con la alegorÃa de unos "Chicos Malos" (los patanes que siempre robaban a TÃo Rico, ¿se acuerdan?) al servicio de Octopus (Samuel Jackson), no contienen demasiada gracia. Sino que desconciertan. En otras palabras, una cosa es la balacera infernal que Miller propina a sus personajes en cualquiera de sus historietas. VerosÃmil por increÃble. Otra es trasladar este mismo planteo a un film al que se le escapa la ironÃa y el cruce de géneros que sà estaban en los comics de Will Eisner.
El buceador de referencias tendrá mucho para buscar: Jules Feiffer, Harvey Kurtzman, Batman, Superman, Thor, William Gaines y, por supuesto, el cruce Gatúbela/Electra que significa la ladrona Sand Saref, bajo las curvas sin igual de Eva Mendes. Pero sólo son guiños sin sustancia, que nadan en el vacÃo, sin un sustento que permita al film valerse por sà mismo.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.