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El marco claramente amistoso, casi familiar, permitió que en medio de la emergencia sanitaria Miguel Lifschitz aportara su cuota de distensión. "Todos aquí reunidos estamos contraviniendo absolutamente las recomendaciones de nuestro secretario de Salud Pública, pero con su permiso, sin barbijo, estamos aquí porque la cultura de Rosario seguramente es más fuerte que la gripe A", lanzó, sonriente, el intendente, ante un Salón Carrasco atestado de funcionarios, actores, músicos, dibujantes, cineastas, artistas y periodistas que participaron de la asunción de Horacio Ríos como secretario de Cultura municipal.
Fue, entonces, una clara demostración de apoyo para quien fuera creador y director del Centro Audiovisual Rosario (CAR), y que desde ayer sucede en el cargo a Fernando Farina. Precisamente, el secretario saliente fue quien, en la apertura del acto desarrollado ayer por la mañana en el Palacio de los Leones, distinguió: "Trabajamos mucho y fue una experiencia muy importante para todos. Creo que si algo nos distingue en esta ciudad es que trabajamos realmente en equipo, estamos pensando en una ciudad mejor, estamos trabajando para éso y dejamos de lado cuestiones individuales para pensar en algo bueno para todos. Horacio es una persona fantástica para llevarlo adelante y todos trabajemos en conjunto con él para el bien de todos".
Similar fue la postura de Lifschitz, que resaltó la presencia en la sala de antiguos secretarios como Pichi De Benedictis, Marcelo Romeu y Chiqui González. "Creo que está casi toda la historia de la Secretaría de los últimos veinte o veinticinco años, y esto es un gran valor, un gran capital que vayamos acumulando sin dividir, sin perder. Sumando y creciendo. Le agradezco enormemente a Fernando que esté aquí con nosotros, sus palabras, y también su trabajo a lo largo de este año y medio, que ha sido complejo, un escenario difícil para la Provincia de Santa Fe, con un clima muy complejo desde el punto de vista político, social, institucional y por supuesto económico. A pesar de esto hemos logrado avances importantes, darle continuidad a la mayoría de los proyectos culturales, que son un eje central de nuestra gestión, y también lograr algunos avances importantes en materia de organización de la Secretaría, de estructuración orgánica y funcional de una Secretaría que ha venido creciendo en los últimos años", distinguió el mandatario.
En sintonía con sus antecesores, Ríos optó por destacar el respaldo recibido por muchos de los presentes, cuando expresó: "La mayoría de los que están acá son de alguna forma responsables de que tenga la dirección de la Secretaría de Cultura. Me han ayudado a lo largo de toda mi carrera, me considero una persona que ha tenido la suerte de haber sido ayudada y acompañada, no sólo por sus compañeros de trabajo sino por sus compañeros dentro de la Secretaría y también, es justo decirlo, por muchos otros que quizás no tienen relación con el ámbito cultural pero que formaron parte de todo un proceso que no sólo generó 16 festivales latinoamericanos de video, sino la creación de un espacio que realmente todavía sigue siendo inédito a nivel mundial, un lugar que concentre el patrimonio y el acervo cultural audiovisual de una ciudad, como es el CAR".
Mientras tanto, el flamante secretario prefirió no ahondar en las características de su gestión. "Me parece apresurado decir qué va a pasar en los próximos dos años advirtió . Por lo pronto tenemos una semana en donde vamos a sumarnos a las medidas de emergencia y hasta va a ser una ayuda para que nos acomodemos un poco, y que podamos analizar y ver qué tenemos por delante. Hablar cuando un secretario sale es un poco injusto, porque cualquier cosa que uno diga puede significar que uno reprocha algo que no se hizo. Me parece injusto porque entre todos hicimos una cantidad de cosas muy importantes, y tenemos que hacer una cantidad de cosas muy importantes. En estos 16 años conviví con todos los secretarios y es una gran impronta la que se la ha dado a la cultura de la ciudad. Y también, por qué no, pensar en proyectos propios que puedan aportar a un posicionamiento que siga vigente".
De esa manera volvió a ponerse en evidencia el valor de esta transición, algo que tampoco dejó de lado Chiqui González, cuando reafirmó: "Las lágrimas de emoción con que recibimos a Horacio tiene que ver con que es un hombre de las imágenes. No por eso va a hacer solamente una ciudad de cine. Pero las imágenes vienen fuertes. Es cierto que Rosario es la ciudad e la cultura. La continuidad política de esta ciudad supo entender que allí había un tesoro, y que ese tesoro se podía desparramar en lo público, en el río, en los barrios, en las nuevas entidades, en los museos pintados con lápices de colores, en los niños. Horacio llega con las imágenes porque, para mí, es la hora de las imágenes. El cine tiene imágenes, sonido, palabras, tiene actores, tiene arte y, sobre todo, cuenta la historia de nuestras vidas. Y las imágenes no pesan, hay que dejarlas volar".
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