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Sábado, 11 de septiembre de 2010
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TEATRO. Mónica Cabrera presenta "El Club de las Bataclanas"

Libre pensadora que pone el cuerpo

Es conocida por actuar en la telenovela "Malparida" pero tiene una interesante carrera teatral. Llega a Rosario con una obra que escribió, que transcurre en una casa de citas.

Por Julio Cejas
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El deseo de la actriz "es poder comunicar" su obra.

La notable actriz porteña Mónica Cabrera se presenta hoy a las 21.30 en el club Imperial de Sarmiento y el río (Misión del Marinero) con El Club de las Bataclanas espectáculo escrito, dirigido e interpretado por Cabrera, que contó con la asistencia de dirección de Ana Bonet. Protagonista de la exitosa telenovela Malparida y del unitario Tratame bien, la reconocida estrella se presenta en Rosario con un espectáculo "inspirado en las actrices y cantantes que hicieron nuestro teatro, en sus miles de anécdotas de cómicos trashumantes y en nuestra pintoresca y siniestra historia nacional".

La actriz que el público rosarino pudo aplaudir en ocasión de presentar hace unos años su unipersonal Arrabalera dialogó con Rosario/12 acerca de su particular mirada con respecto al espectáculo y su forma de abordarlo. En principio Cabrera no reniega de que una parte del público la registre a partir de su participación televisiva a pesar de que sus orígenes y gran parte de sus logros estén vinculados al teatro.

"Todos somos hommo sapiens, si hay hommo televisivo, será bienvenido también; por ahí evoluciona a sapiens. La tele es una maravilla, como un buen cuchillo para cortar el asado; ahora, si yo quiero degollar a mi vecino con el mismo cuchillo, o sacarme un ojo, el cuchillo no tiene la culpa. Resulta muy bueno que la tele le proponga salir de la casa al espectador que llega filtrado y sólo tiene energía para prender el televisor y dormirse ante él; ojalá saque a mucha gente de la casa, así toman un poco de aire; pero el teatro es una vivencia incomparable, y el que va una vez a ver algo que lo hace vibrar, vuelve seguro", afirma la creadora del Club de las Bataclanas.

Además de este espectáculo estrenado en el 2001, Cabrera desarrolló una interesante trayectoria a partir de creaciones como Arrabalera. Mujeres que trabajan (2002), El sistema de la víctima (2007), Dolly Guzmán no está muerta (2007) y Limosna de amores y The Victory to La Madrecita, estrenadas en el 2008.

"Lo único que deseo es poder comunicar mi obra, darle satisfacción al espectador, y que viva una experiencia que no pueda olvidar para que la próxima vez que lo convoque, quiera volver. Por eso quiero estar en un medio masivo y convocar desde allí para que vengan a verme", comenta la actriz que protagoniza a Rosa, la mucama de Tratame bien.

-En sus espectáculos siempre hay un aspecto reflexivo o crítico, ¿eso suma algunos espectadores y a otros los ahuyenta?

-Por la relación durante la función, parece que a los espectadores les interesa mucho esta manera de ver la realidad y la vida, sin excluir ningún tema. Creo que se considera que el público quiere ir al teatro a olvidarse, no sé de qué, a distraerse y parece que el público quiere todo, acepta todo, menos aburrirse o que lo engañen.

-¿Se considera una bataclana?

-No, soy una libre pensadora que pone el cuerpo; las bataclanas eran artistas olvidadas en la segunda fila, detrás de la vedette, tapadas por sus plumas, señoras sin mucha esperanza; a mí me encanta protagonizar, estar en la primera fila, y las plumas para el plumero y quitar el polvo; además son carísimas y no sé caminar con tacos. La historia de la obra transcurre en una casa de citas, donde cada una de las "Flores" que se presentan pretende devolverle al club su esplendor perdido, destacando un punto de interés del mismo, mostrando sus propias cualidades artísticas y amatorias. La palabra bataclán, extraida del lenguaje popular, define a un montón de cachivaches y trabajos inútiles; pero puede sugerir una especie de bazar, donde se venden mercancías diversas.

-El tema de la mujer es recurrente en sus espectáculos, ese tema parece no agotarse nunca.

-No hago teatro de género, mis textos pueden ser interpretados por un hombre, y nadie notaría la diferencia; de hecho en muchos lugares del país están estudiando los monólogos tanto muchachos como chicas. El tema humano y nuestra miserable condición es un tema inagotable, con pene o con útero.

-¿Cómo hace para escribir, actuar y dirigir y lograr un producto tan equilibrado?

-No lo sé, se me deben escapar la mitad de las cosas y yo me creo que todo está bien; como tengo mal genio nadie se atreve a decirme que haga una cosa a la vez. Seguro que cuando hago una sola cosa, la hago mucho mejor; no puedo estar en todo; pero no puedo dejar de estar en todo.

A la hora de evaluar su presencia en esta ciudad, la actriz recuerda una anterior presentación, con diferentes reacciones del público rosarino en dos espacios bien delimitados. "Me presenté hace unos años en un festival de humor; con Arrabalera en una sala llena de público; cerca del río, muy linda y con entrada gratuita. Al otro día me llevaron a una sala recién inaugurada, para 600 personas aproximadamente, y fueron 20, a pesar de que la entrada también era gratuita. Espero hacer las cosas bien; si alguien se entera de que vine, seguro que acudirá a la cita, se divertirá mucho y no olvidará el buen momento compartido", acota con su habitual sarcasmo la consagrada actriz.

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