Mientras todavÃa se mantiene en la cartelera porteña, Lengua materna se estrena mañana en los cuatro complejos de Rosario. Surgido hace más de una década, el proyecto de Liliana Paolinelli se rodó finalmente a mediados de 2009 y tuvo su primer proyección pública a poco de la aprobación de la ley de matrimonio igualitario, marco que en cierta forma resignificó a una comedia que se concentra en la relación entre una madre y su hija, que ya sobre sus 40 le confiesa que está en pareja con otra mujer.
Sobre un argumento que habÃa establecido algunos años antes, en 2000 Paolinelli inició la escritura del guión, con el que participó del taller de guiones Sundance (en México) y trabajó junto a Jorge Goldemberg. Entre medio, en 2007 estrenó Por sus propios ojos, ópera prima con la que participó en Cannes, para luego concretar el rodaje de Lengua materna al frente de un elenco conformado por Claudia Lapacó (en su primer protagónico para cine), Virginia Innocenti, la cordobesa Mara Santucho (actriz y, además, cantante del grupo Los Cocineros), y la rosarina Claudia Cantero, a quien la directora pudo ver en la última pelÃcula de Lucrecia Martel y que probablemente participará de un nuevo proyecto de Paolinelli.
-¿Su mirada se modificó durante el perÃodo transcurrió desde la primer escritura hasta el rodaje de Lengua madre?
-No cambió en el personaje de la madre, pero sà en el de la hija. Porque yo también tenÃa puntos de identificación, entonces a medida que yo iba creciendo ese personaje me quedaba envejecido. Entonces decidà subirles la edad a todas ellas, y me pareció interesante que la hija tuviera dificultades en comunicarle esto a la madre siendo una cuarentona y no una chica de 20 años. Eso le da más dramatismo y, también, más patetismo, porque de acuerdo a cómo lo mires te puede dar gracia. En realidad ahora es más fácil para una joven de 20 años hablar de estos temas, mientras que alguien más grande implica que tenga ciertas trabas, implica que hay censuras que vienen operando de hace rato.
-La pelÃcula se estrenó en un contexto social, y hasta polÃtico, que quizás resignificó algunas cuestiones. Porque si bien la pelÃcula plantea la relación entre madre e hija, su aparición se dio en un marco que hizo que resaltara aún más la relación personal de la protagonista con su pareja.
-SÃ, quizás al ver la pelÃcula eso está como marco de fondo, no da un contexto. La pelÃcula habla del amor entre mujeres, pero también del amor que puede ser entre madre e hija, hermanas, amigas. Se resignificó, sÃ, pero creo que la pelÃcula habla de la aceptación, algo que viene previo a la institución matrimonial. En ese sentido me parece que siempre ha sido asÃ. Pienso en las lÃneas que escribà sobre la madre y que reflejan éso, que la aceptación es algo previo a toda otra instancia. Que implica cambios, que no se da de un dÃa para el otro. De todos esos avances y retrocesos está construida la pelÃcula.
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