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Miércoles, 25 de mayo de 2011
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Carlos Herrera ganó el Premio arteBA Petrobras de Artes Visuales

El autorretrato funerario

La obra del artista rosarina es una escultura con objetos que se llama "Autorretrato sobre mi muerte". Mariana Telleria, de Rufino, salió finalista.
Ambos se suman a la larga lista de artistas distinguidos con el Premio arteBA Petrobras.

Por Beatriz Vignoli
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"Un clip en vivo sobre la descomposición y la muerte", que resume el sentimiento del artista.

Algo huele a podrido en arteBA. Literalmente hablando, lo que huele a podrido es la obra con que el artista rosarino Carlos Herrera obtuvo el 19 de mayo el Premio arteBA Petrobras de Artes Visuales. Herrera recibió el Premio Estímulo (no adquisición) de 50 mil pesos por una escultura efímera con objetos titulada Autorretrato sobre mi muerte. "Un clip en vivo sobre la descomposición y la muerte", que resume el sentimiento del artista acerca de la muerte en general y de su propia muerte en particular: así definía el comunicado de prensa a la obra ganadora en ArteBA. Se trata de una bolsa de nylon blanca translúcida, puesta en el piso, que tiene adentro objetos preferidos del artista, con dos calamares hediendo en proceso de descomposición.

En un contexto internacional del arte contemporáneo, resuenan en este trabajo ciertos ecos del arte provocador que realizaban en el cambio de siglo los Young British Artists de la colección Saatchi, quienes destruían sus propias pertenencias o exhibían animales embalsamados (algo que Herrera también hizo) como obra de arte. Todo esto remitía al género barroco del memento mori. Con ese lema, "recuerda que has de morir", el arte alude a la humana mortalidad.

La presentación del Premio arteBA Petrobras de Artes Visuales estuvo a cargo de sus directores, Sonia Becce (curadora independiente) y Claudio Iglesias (crítico y curador independiente). Esta distinción, que forma parte del Programa Cultural Petrobras, se entrega por octavo año consecutivo. El premio fue entregado por el director general ejecutivo de Petrobras Argentina, Carlos Alberto da Costa, y el presidente de arteBA Fundación, Facundo Gómez Minujín, una vez finalizada la instalación in situ de las obras por un Jurado de Premiación Internacional.

Previamente, el Jurado de Selección, integrado por los directores del premio y Alejandro Ros (diseñador gráfico) eligió a los siete proyectos finalistas, a las cuales se les otorgaron 12 mil pesos para la producción de la obra y posterior exhibición en la Feria arteBA 2011 Edición 20. Las obras finalistas de Victoria Colmegna y Valentina Liernur, Pablo Accinelli, Carlos Herrera, Mariana Telleria, Belén Romero Gunset, Luciana Rondolini y Santiago Villanueva están expuestas hasta el fin de la Feria en el espacio del Premio arteBA Petrobras de Artes Visuales en el Pabellón Azul de La Rural.

Mariana Telleria, quien salió finalista este año, nació en Rufino (provincia de Santa Fe) en 1975. Vive y trabaja en Rosario, adonde vino en 1998 a estudiar Bellas Artes en la Universidad Nacional. Herrera y Telleria se suman a la larga lista de artistas de Rosario distinguidos con el Premio arteBA Petrobras de Artes Visuales, que se otorga desde 2004. Adrián Villar Rojas, el rosarino que reinaugura la semana próxima el Pabellón Argentino de la Bienal de Venecia, fue uno de los finalistas de la edición 2007. En 2006, Eugenia Calvo obtuvo el primer premio. El artista y músico Mario Caporali, nacido en Rosario en 1979, fue finalista el año pasado. Avalada por su trayectoria internacional, Nicola Costantino fue parte del jurado de la edición 2009. En 2008, Mauro Guzmán, con su obra Autocine Guzmán, obtuvo el Primer Premio Adquisición en la quinta edición de este premio consagratorio para los artistas contemporáneos; el proyecto de Leandro Yadanza, Cómo construir un jardín en un balcón, estuvo entre los ocho seleccionados de entre los más de 400 presentados ese año.

Guzmán, Yadanza y Calvo trabajan en el Museo de Arte Contemporáneo de Rosario (Macro). Herrera también lo hizo brevemente en su momento, cuando se desempeñó en el cargo de director ejecutivo del Museo Castagnino+macro a los 31 años. Nacido en Rosario el 21 de mayo de 1976, Carlos Herrera obtuvo, entre otras muchas distinciones, el Primer Premio Cultural Chandon del Museo Nacional de Bellas Artes de Neuquén en 2007 y, en 2005, el Tercer premio adquisición de la Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad de Rosario en el LIX Salón Nacional de Rosario. El Museo Castagnino Macro compró así una escultura de su serie Una vida difícil, donde un perro embalsamado se zambulle en una pila de hamburguesas de plástico. Como curador independiente, Herrera curó Destructivo Arte en el Centro Cultural Borges de Buenos Aires (2009) y fue parte de Cultura Pasajera.

Obsesionado con libros de cocina de los '50 y fotos porno de los '70, a comienzos de este siglo Herrera intervenía fotos. En sus propias fotos más recientes venía explorando el mundo íntimo de los adolescentes. De esa serie fotográfica, titulada Temperatura perfecta, derivó una serie de esculturas hechas con objetos, fuertemente unidos pero no adheridos entre sí, que podían leerse como retrato de su poseedor, de un modo que remite tal vez a los ritos funerarios.

Profundizando sus exploraciones fotográficas sobre la relación entre la podredumbre, la pintura barroca de Arcimboldo, la tradición española del bodegón y el humor absurdo, Herrera ha realizado además obras en video. Allí, personajes construidos de alimentos perecederos llevan a cabo acciones a la vez eróticas y cómicas en el interior de un teatrito de títeres. La celebrada película El hombre de al lado (2010) incluye como parte de la acción una obra suya de esta serie.

Carlos Herrera dialogó con Rosario/12 por SMS:

¿Qué hay adentro de la bolsa?

En la bolsa hay un par de zapatillas mías, una remera que compré en mi cumple 34 y un par de medias. Dentro de las zapatillas, un par de calamares en descomposición. La obra se llama Autorretrato sobre mi muerte. La propuesta es estar seis días muerto en la feria y el séptimo ser basura. La obra indaga la muerte en su estado matérico, material, de lo que dejamos. Una mirada sobre los metros cuadrados que ocupa el olor a muerte. En el contexto de la feria, arte y muerte, coleccionismo y muerte, público y muerte. ¿Qué significa tener a un artista muerto en la feria?

Se la definió como "un clip en vivo sobre la descomposición y la muerte".

Las bases del concurso estimulaban a ese fin. Sí, es un clip en vivo sobre la muerte. No muy lejano al mundo de mis videos y al mundo de los objetos que tanto estoy desarrollando en mis últimas obras.

Quizás en obras anteriores, fotos viejas de cosas obsoletas, intervenidas con puntos o manchas negras, ya estaba latente el tema...

La muerte y el erotismo cada vez más se afilan. Los adolescentes son el ícono más próximo a esa afiliación.

¿Por qué?

Porque en ese estado de formación es bipolar. Es siempre dual, tal vez no tan profundo y no por eso menos visitado. Ya soy adulto y por eso decido morir. Ayer (por el 21 de mayo) fue mi cumpleaños 35.

¡Felicitaciones! ¡La edad de vencimiento del joven artista! ¿Piensa usted morir como artista mercancía y seguir vivo como hombre?

Seguiré vivo como un hombre, con las mercancías necesarias.

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