En el marco de la instalación de arte digital Exdata que lo tiene como protagonista -y que se expone hasta el domingo en el Espacio Conexiones del CEC-, Carlos Trilnick brindará un diálogo abierto hoy a las 19 en el espacio de Paseo de las Artes y el rÃo. Rosarino, radicado en Buenos Aires, Trilnick desempeña la labor simultánea de artista y docente, a través de la investigación y tematización de la tecnologÃa digital, área que lo ha llevado a desempeñarse en el extranjero, a trabajar en la UBA, y a colaborar con el actual programa oficial "Conectar Igualdad". "La pregunta es -dice Trilnick- ¿por qué la tecnologÃa digital se asume de una forma tan cotidiana?".
Y tan rápida... Las nuevas tecnologÃas tienen un vértigo de cambio que antes no conocÃamos.
Creo, en principio, que no se trata de un cambio tan radical como parece, sino que estamos viviendo el desarrollo de una tecnologÃa que empieza desde hace muchos años. Me parece que la sociedad viene adaptándose a estos cambios. Quizá se perciben de una manera más clara y radical desde el punto de vista del consumo, donde todo es siempre novedad, pero en verdad no es tan asÃ, sino que lo que se producen son metamorfosis. El concepto de "lo nuevo" no consiste más que en una estrategia de consumo masivo, ideada por un capitalismo que no tiene problemas en vender al agua como nueva. Pero de lo que no se habla allà es del desarrollo que fue teniendo la humanidad con el fin de agilizar sus sistemas de comunicación. Evidentemente hay algunos cambios, mi infancia fue distinta a la actual, utilizaba el teléfono y la televisión, medios todavÃa vigentes, pero lo que también hubo fueron desarrollos. En otras palabras, ¿por qué las tecnologÃas se adaptan tan ligero a lo cotidiano? Esto es asà porque estamos preparados para recibirlas. Hay un montón de antecedentes con el uso de computadoras, pero lo que todavÃa no habÃa era una percepción cotidiana de esa tecnologÃa. Es necesario generar un aprendizaje en su aplicación, donde se puedan analizar los cambios que producen asà como la manera de renovarnos ante ellos.
Allà aparece su tarea docente.
Es mi campo de acción. Como productor uno busca cambios personales, inventando situaciones nuevas, subvirtiendo el manual de uso de los aparatos para ofrecerlos al público como herramientas para el arte. Uno de los cambios más fuertes consiste en que los medios han dejado de ser direccionales. Ahora hay posibilidades de dar contenidos propios, algo que aplico desde el programa "Conectar Igualdad", donde estoy capacitando a chicos a través de talleres de Animación Digital. Me resulta importante trabajar con todos los programas posibles, sobre todo con aquellos que no brindan automáticamente un resultado. Lo importante es generar costumbres de uso en estos programas, para poder manipularlos y hacer algo distinto. Desde el arte tenemos un desprejuicio respecto al aparato, no lo respetamos, sino que buscamos su lado de atrás, su "lado oscuro de la luna".
Me recuerda a la mirada siempre vanguardista de Godard, tan atento a los usos posibles de lo que aparece como "nuevo".
Es que yo vengo desde esa formación, de esa escuela. Lo que puede hacer uno es acercar técnicas que ayuden a perder el miedo a la tecnologÃa, para que cada quien haga lo que quiera. El lenguaje no es predeterminado sino que puede tener otras formas, es importante poner el Ãndice ahÃ, en la docencia y en lo cotidiano, para obrar con esa tecnologÃa desde otros usos, que despierten inquietudes y posibilidades infinitas. Estoy desarrollando una teorÃa que supone una relación entre lo binario y lo cerebral, que explica la manera cotidiana desde la que se asume la tecnologÃa digital. La manera de visualizar una estructura digital, una neuronal, y una espacial (estelar), es muy similar. La tecnologÃa digital implica un sistema de comunicación más natural, y tiene que ver con lo que referÃa sobre los medios unidireccionales y los pluridireccionales.
Hoy ocurre algo inédito, son las nuevas generaciones las que saben más que sus adultos.
Algo sobre lo que no querÃamos enterarnos, pero que ya ocurrÃa, lo que pasa es que se ha vuelto evidente, antes no se podÃa exteriorizar. Se disponÃa del pizarrón y de la tiza, con la tiza se podÃa, por ejemplo, escribir en el baño mientras que no en el aula. Hoy, con los dispositivos que entrega el Estado, se democratiza el sistema de expresión y de comunicación, se abre una red, y eso es interesante porque el joven está teniendo las herramientas en su mano, mientras que todavÃa hay profesores que llevan la computadora desde hace un año y no saben cómo utilizarla.
Algo que obligarÃa a una autocrÃtica docente.
CrÃtica que por lo general se sitúa en el lugar más fácil, en los estudiantes. Pero es un cambio que se va a terminar dando, sobre todo cuando hay predisposición polÃtica para que ocurra. Lo importante radica en asumir el desafÃo de lo no conocido, porque nos permite abandonar las reglas cerradas y estrictas que nos caracterizaban.
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