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Miércoles, 14 de diciembre de 2011
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LITERATURA. Sonderzeit (las rajaduras del tiempo)

Donde las horas corren lentas

La novela de Lisandro Murray no es ciencia ficción pura sino tal vez ciencia ficción barrial, o un híbrido retrofuturista y nostálgico. La trama, compleja, es contada como una aventura entretenidísima, que atrapa de principio a fin.

Por Beatriz Vignoli
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Lisandro Murray estudia Antropología en la UNR, es escritor, profesor de EGB y fotógrafo.

Un veterano británico de la guerra de Malvinas es el protagonista de una novela de ciencia ficción ambientada y escrita en la zona sur de Rosario, y de cuyo autor se creyó que era sólo un personaje de ficción.

Habrá que acercarse hoy a las 21 al bar Baraka (Callao 130 bis) para comprobar que Lisandro Murray es un escritor de verdad en todo sentido. Nacido el 4 de abril de 1984 en la zona sur de Rosario, Lisandro Murray estudia Antropología en la UNR, es profesor de EGB y fotógrafo; en 2008 participó en Puerto Deseado en la exhumación de un fósil. Tres de sus fotos están incluidas en el libro Rosario, esta ciudad (EMR, 2010). Actualmente conduce los martes a las 23, junto a Adrián Abonizio, el programa Esta noche te acompaño por radio Nacional. Hoy presenta su primer libro, Sonderzeit (las rajaduras del tiempo), autoeditado este año. Participarán Adrián Abonizio con música en vivo, la doctora Cindy Lemas con su show de humor y esta cronista con un breve relato de cómo nació esta obra singular. En Sonderzeit Las Rajaduras Del Tiempo, la página en Facebook del libro (que puede conseguirse entre otros lugares en El halcón maltés, Argonautas, Juguete Rabioso Librería Romito, Librería el Aleph y Mercado Libre) puede leerse un anticipo del capítulo 6, titulado "El mundo es un libro abierto".

Singular, en alemán, se dice sonder; zeit es tiempo y las dos palabras se unen para formar un término técnico que (según los verosímiles trabajos de los desquiciados científicos que pueblan Sonderzeit) designa "nodos" donde "el tiempo se hace más lento". "Es un presente continuo, como el que fue descrito en el tiempo circular o eterno retorno del mito antiguo. Pero quienes viven ahí no se dan cuenta", reflexiona el narrador. "En la ciudad de Rosario hay noticias de posibles Sonderzeiten desde 1689", escribe un investigador ficticio, el Dr. Klaus Weoss, citando a un cronista también ficticio.

Sonderzeit no es ciencia ficción pura sino tal vez ciencia ficción barrial, o un híbrido retrofuturista y nostálgico que se ubica en cierto subgénero de la SciFi, entre lo que Piglia denominó ficción paranoica y lo que Bruce Sterling en los años '80 bautizó como slipstream fiction. Representación de la representación, slipstream es ese tipo de novela o de film que a través de una metaficción ficcionalizada va minando el mismo universo narrativo que construye. Todo esto, que suena tan complejo, en Sonderzeit está contado como una aventura entretenidísima que atrapa de principio a fin.

- Profesor Murray, ¿usted existe? ¿Por qué se decía que no? ¿Dónde vive?

- Demasiadas preguntas. Ahora vivo en el centro, pero durante los primeros 27 años de mi vida me captó la rajadura en el tiempo que está cerca del ex Regimiento 11, por Laprida o Buenos Aires a la altura del 4800, frente a la plaza José Hernández y el colegio Las Heras. ¿Vio esos edificios? Bueno, ahí. Y cuando di testimonio de mi vida cotidiana en ese barrio literalmente detenido en el tiempo, fue como co-productor de las fotos, autor del prólogo y fuente consultada de otro libro sobre el barrio: su crónica Kozmik Tango (EMR, 2009), al que considero un libro hermano de Sonderzeit (las rajaduras del tiempo).

- ¿Por qué?

- Porque en mi libro retomo el barrio de aquella crónica, pero voy más allá del realismo y exploro sus posibilidades fantásticas. El huevero que pasa todos los martes a la misma hora en Kozmik Tango, en Sonderzeit se le aparece a Will (el protagonista) como un científico que tiene esa rutina por un motivo muy misterioso y que Will se obsesiona por averiguar. Eso lo lleva a través de un viaje iniciático donde busca saldar sus deudas del pasado. En ese trance, ve a algunos de los vecinos de Kozmik... pero transformados en monstruos, mezclados con personajes históricos de la guerra de Malvinas como Margaret Thatcher, Alexander Haig o Galtieri. A estos otros no necesité exagerarlos mucho para que resultaran horrorosos (risas).

- Ese mundo donde nadie es lo que parece evoca el de las novelas de espionaje, ¿no?

- Sí, porque quise representar un universo del siglo pasado y la forma en que perdura en el presente, así que además de los datos y descripciones documentales parodié géneros como la ópera rock de la década de 1970, cierto estilo de textos científicos propio del 1900 pero que todavía se mantenía en la época de la Segunda Guerra Mundial, cierto leve tono del policial, algo de novela bélica y por supuesto la novela de espionaje, además de unos guiños a Kurt Vonnegut y a la literatura psicodélica de la década de 1960. Para contar ese mundo de otros tiempos, jugué con las representaciones que esos tiempos tenían de sí mismos: cómo producían sus supuestas verdades a través de órdenes del discurso muy diversos, de emisores y disciplinas muy diversas. Es un collage textual donde caben páginas de la web y El libro egipcio de los muertos.

- ¿Y Los Pichiciegos? Fogwill decía haberla escrito en tres noches de cocaína...

- Terminar Sonderzeit llevó la Semana Santa de 2009 con un huevo de chocolate.

- El huevo es un elemento recurrente en el libro, incluso en la tapa.

- Todo empezó como una coincidencia chistosa entre el huevero y el huevo de Pascua, pero además el huevo es un símbolo de renacimiento en los ritos iniciáticos para varias tradiciones espirituales, no sólo la cristiana.

- ¿Se parodia también a usted mismo y a su propio discurso en el libro?

- En el libro me río de mí pero mi alter ego (el vecino de la planta baja y maestro de escuela que sube y dialoga con Will) habla en serio: da una clase sobre pacifismo. Cada personaje de la novela tiene su ideología. Hay nazis, pero también hay un libertario.

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