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Domingo, 5 de febrero de 2012
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Se estrena el próximo sábado 18 la obra Bruthal, del grupo El Eslabón Perdido

La siniestra superioridad del poderoso

Dirigida por Marina Lorenzo, la puesta en escena aborda el suspenso psicológico, inspirada en las películas de Hitchcock. Cuenta la historia de dos hermanas de clase alta que están empeñadas en demostrar la existencia del crimen perfecto.

Por Julio Cejas
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El Eslabón Perdido propone humor negro y suspense, desde una apuesta a profesionalizar el teatro.

La Compañía Teatral El Eslabón Perdido anuncia para el próximo sábado 18 el primer estreno del año: Bruthal, obra dirigida por Marina Lorenzo que podrá verse durante todos los sábados de marzo, abril y mayo, a las 21, en el Cultural de Abajo (Entre Ríos 599). Lorenzo --que debutó como directora y dramaturga en el 2010 con Monoambiente, un espacio inhabitable-- dialogó con Rosario/12 acerca de una propuesta que abordará el suspenso psicológico, con mucho de misterio y un toque de humor.

"Bruthal trata de la historia de Berta y Rebeca, dos grandes amigas de la infancia, empeñadas en demostrar que existe el crimen perfecto. Para eso organizan una fiesta a la que invitan a Fausto; un profesor de la universidad, que les enseñó el fanatismo por la teoría sobre la superioridad intelectual y por el que se sienten profundamente atraídas", adelantó la directora.

Muy a la manera de las películas de Alfred Hitchcock, el espectador conocerá todos los detalles, desde el principio, pero eso no le impedirá quedar atrapado por una trama que lo mantendrá en vilo hasta el final. "Es la amenaza constante de estos personajes de ser descubiertos lo que nos mantiene alertas, con la sensación continua de espera, previendo siempre lo peor. Es que la fábula y la acción de esta obra están organizadas de modo que parece que sus personajes, objeto de nuestra inquietud, no pueden escapar a su destino", conceptualizó Lorenzo.

En la historia misma del grupo hay antecedentes que justifican la elección de un tema siempre difícil de resolver en el teatro: una de las obras fundadoras, Cena para Cinco, y su posterior remake son la muestra clara de una búsqueda estética que abreva en el terror y el humor negro.

Ya en Monoambiente se trataba de fusionar el suspenso psicológico con la ciencia ficción y Bruthal profundiza este proceso de investigación con claras influencias del mejor cine de suspenso.

"Está claro que nos inspiramos en el universo cinematográfico de Hitchcock, en este caso se trabajó particularmente con la película La Soga, estrenada en 1945, adaptación libre de una historia real que ocurrió en la universidad de Chicago, donde dos estudiantes secuestran y asesinan a un niño de 14 años. Con esos elementos reescribimos un texto propio", apuntó la autora y directora.

Pero Bruthal también trabaja sobre otra constante de las búsquedas del grupo y es la cuestión ideológica, que aquí está dada por la composición de clase de los personajes protagónicos que van a ligarse en el imaginario del público con muchas figuras responsables de las épocas más oscurantistas de nuestro país.

"Existe una estrecha relación entre la teoría que desarrollan estas mujeres acerca de la superioridad intelectual con los fundamentos utilizados más de una vez; tanto en la historia mundial, como de nuestro país, para justificar asesinatos masivos; esto nos lleva a preguntarnos acerca de la ideología social necesaria para sostener procesos históricos como pueden ser el genocidio judío o el proceso militar en Argentina. La pregunta por la voluntad de poder, y el dilema ético de la vida y la muerte como acontecimientos plausibles de arbitrios atraviesan esta obra", afirmó Lorenzo.

Una vez más, aquí el terror deja lugar al horror, si se piensa en el simbolismo que encarnan Berta y Rebeca, dos exponentes de las clases que detentan el poder, apoyándose en una superioridad que involucra el acceso a bienes materiales y culturales, a la raza, a la religión.

"Bruthal es una mirada acerca de las relaciones humanas, lo que lleva a reflexionar acerca de las miserias que habitan en los hombres. La obra recorre temas sensibles, con el objetivo de poner en discusión algunos de ellos que se creen pasados y conocidos, y que en realidad siguen siendo actuales y tienen efectos en nuestra sociedad", plantearon los integrantes de El Eslabón Perdido.

La violencia vuelve a ser protagonista de la escena. "Lo que resulta interesante en este caso es la forma en que se presenta esa violencia, que no se ejerce solamente en acción sino que subyace todo el tiempo en el hablar de los personajes: la violencia del discurso", agregó la directora.

En cuanto a la estética, la obra tiene influencias del estilo de los años 50, donde sobresale --según su creadora--, el tema de la prolijidad; la pulcritud, la armonía en la combinación de colores, la calidez, el cuidado por los detalles, la sobriedad y la elegancia. Todo eso genera una contradicción entre la historia que se cuenta y lo que se muestra. Estos conceptos interactúan para influir en la puesta en escena.

"Por eso mismo la propuesta escenográfica de la obra se define en una puesta realista: todo sucede en el living de la familia Fernández Laumman. Los vestuarios de los personajes priorizan el tema de la elegancia, como característica de la vestimenta de la clase alta se resaltan la fineza y el glamour, tanto la escenografía como el vestuario tendrán reminiscencias de un estilo más antiguo, tomando como reseña la moda de los años 50", comentaron Nicolás Panasiuk y Andrea Iuculano, responsables de la escenografía y el vestuario respectivamente

El elenco de Bruthal está integrado por Melina Playa, Romina Bozzini, Lucas Cosignani y Juan Pablo Yévoli. La parte técnica se completa con Juan Manuel Duran que se encargó del diseño de luces y la Producción audiovisual, mientras que la asistencia de dirección estará a cargo de Gina Chesta, que también se ocupó de la producción de la obra junto a la directora.

La obra es auspiciada por el Instituto Nacional del Teatro y apoyada por la Filial Rosario de Abuelas de Plaza de Mayo; el Centro de Estudios e Investigación en Desarrollo Social de la UNR (Ceides), las Facultades de Psicología y de Ciencia Política de la UNR y la Escuela Provincial de Cine y Televisión.

"Con este nuevo proyecto, pretendemos producir un espectáculo de calidad que integre el trabajo de artistas especializados en diferentes áreas. Es necesario cambiar la forma en la que se vienen produciendo los espectáculos en Rosario. Para lograr eso, uno de los objetivos primordiales pasa por profesionalizar el trabajo de cada uno de los artistas para trabajar de un modo más eficaz y eficiente, y lograr un mejor producto escénico", afirmaron los integrantes de este ambicioso grupo.

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