"Moacir es el tÃtulo de la pelÃcula asà como el nombre de un brasileño que vive en Argentina desde hace treinta años, que vino aquà con deseos de grabar un disco que nunca pudo hacer, debido a sus problemas de salud mental y de pobreza", introduce el realizador Tomás Lipgot a Rosario/12. Apreciación que este periodista complementará al señalar que Moacir es también carta de cariño hacia la vida y vocación de Moacir dos Santos, cantante, compositor y bailarÃn de carnaval, de sesenta y ocho años de edad. "La música nos aleja de las cosas feas", dice Moacir en la pelÃcula, además de bailar, de mirar en el espejo sus pelucas, de recordar pesadillas y pobreza, o de encontrar las palabras justamente pronunciadas entre la mixtura de las lenguas portuguesa y castellana.
Moacir es también estreno en El Cairo Cine Público (Santa Fe 1120), cuyas proyecciones de los dÃas viernes y sábado, en el horario de las 20, contarán con la presencia de Tomás Lipgot para dialogar con los asistentes. Además, es tÃtulo que completa una grilla de programación que la sala exhibe junto con films como El artista, La mujer sin cabeza, y Las vacaciones del Sr. Hulot.
-¿No te parece providencial que tu pelÃcula pueda verse durante el mismo fin de semana que una pelÃcula de Jacques Tati?
-Claro que sÃ. No hay muchos espacios en Argentina como El Cairo, que tengan esta capacidad de pensar el cine y de exhibirlo con una programación semejante. Por otro lado, tengo una alegrÃa enorme de poder ir a Rosario, lo que está pasando con la pelÃcula es maravilloso.
-¿A qué pensás que se debe?
-A que despierta mucho entusiasmo, a que tiene muchas aristas para abordar, y eso está bueno. Es una alegrÃa enorme haber hecho esta pelÃcula, sobre todo porque tuve muchos rechazos. Fue muy difÃcil conseguir que el Incaa diera algún apoyo, no supieron entender el proyecto desde el punto de vista propuesto, es decir, desde un cruce entre ficción y documental, algo que estuvo presente desde un comienzo. Pero parece que algo semejante es muy difÃcil de entender para ciertas estructuras rÃgidas, de "comité". Me provoca mucha satisfacción el resultado alcanzado, al ver el efecto que la pelÃcula tiene en la gente. La acompañé a varios lugares, estuve en Alemania, en Brasil, en Chile, y es impresionante lo que desata, tiene algo universal. Acaba de ganar en un festival en Francia la semana pasada, y la verdad que, de estar en una instancia donde creÃa que la pelÃcula no se hacÃa porque no conseguÃa apoyo, hasta arribar al proyecto terminado, con lo que me encuentro es increÃble. En este sentido, agradezco a todos los que me bancaron hasta el final.
-A Moacir dos Santos lo habÃas conocido a partir de una pelÃcula previa...
-Yo ya lo habÃa filmado en Fortalezas, que rodé en lugares de reclusión social como una cárcel, un geriátrico, un leprosario. A Moacir lo conocà durante su internación en el Borda. Él es el personaje que representaba, justamente, a esta institución. Lo filmé en su faceta de internado y, ahora, de liberado. Moacir cuenta su historia desde afuera del Borda, mientras graba sus propias canciones, las cuales estuvieron perdidas durante treinta años. Es decir, es la aventura de Moacir grabando el disco. Vale aclarar que, aún cuando esté utilizando palabras como "Borda" o "locura", la pelÃcula es muy divertida, también por momentos densa, pero tiene una potencia y una alegrÃa que se deben al personaje que Moacir es. En ese sentido, es muy positiva.
-¿Cómo diste con las canciones?
-Pasó algo muy interesante. Cuando estaba en el Borda, Moacir decÃa que tenÃa canciones registradas pero nadie le creÃa mucho. Yo asumo que le creà a medias. Fui a Sadaic buscando las canciones -que él creÃa estaban perdidas-, y efectivamente estaban guardadas allÃ. Cuando vuelvo al Borda a mostrárselas, me entero de que estaba externado y por mérito propio. Por estas cuestiones "trascendentales", surgió entonces la idea de hacer una pelÃcula sobre él. En la pelÃcula lo acompaña Sergio Pángaro, músico reconocido y prestigioso, a quien cuando invito al proyecto y le muestro las canciones, se entusiasma porque le parecen todas muy buenas, todos hits. Es decir, además de la historia de por sà increÃble, las canciones de Moacir son buenÃsimas.
Quizás algunos de los mejores momentos de la pelÃcula de Lipgot estén comprendidos en ciertos instantes de tensión --calmos y candentes- entre Pángaro y Moacir. Allà cuando se corrige la fonética, se discuten los arreglos, se consulta el diccionario, o se baila con alegrÃa plena y casi burlona. La cámara mira lo que sucede, mientras el espectador sale al encuentro de trazos de sonrisa en el rostro, a veces inescrutable, de Pángaro.
-¿Cómo fue tu relación con Moacir, a lo largo de esta aventura de cine y de música?
-Fue un vÃnculo fuerte. Un poco de esto lo expuse en la pelÃcula, donde aparezco sobre todo para señalar este tema. Pasó de todo. Además de todo lo que pasa en un rodaje. Influyeron las caracterÃsticas de Moacir tanto como las mÃas. Hubo momentos más tensos, y otros donde la cosa fluyó más. También fue interesante el vÃnculo con Sergio (Pángaro). Cuando pensé en él, lo pensé a la manera de un contrapunto, ya que la pelÃcula no es un documental clásico, sino que tiene elementos de ficción. A Sergio lo pensé desde la figura del productor musical, desde la relación histórica entre el artista y el productor. Allà se produjo otra tensión, que ayudó mucho a que la pelÃcula sucediera.
Moacir podrá verse en Cine El Cairo durante todo el fin de semana, asà como también el dÃa lunes 2 de abril. A excepción de hoy, cuyo horario es 22.20, los demás dÃas será proyectada a las 20.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.