Un interés repentino o coincidente ha hecho que varios tÃtulos recientes tuviesen al cáncer como eje temático. Sirvan como ejemplos Amor por siempre -con Gael GarcÃa Bernal y Kate Hudson-, Cuando el amor es para siempre -el último y bellÃsimo film de Gus Van Sant, disponible en dvd-, y también 50/50, en clave comedia y con Seth Rogen como factótum.
Es decir, Rogen es este comediante grandote y con cara de buenazo, que provoca la producción de pelÃculas como El avispón verde o la que ocupa el interés de esta nota. El film no funcionó demasiado bien en Buenos Aires, y en Rosario ni siquiera tuvo su oportunidad. Pero lo cierto es que no está tan mal. Su estreno en dvd, al menos, permite reparar la promesa sin cumplir del trailer cinematográfico.
Pensar la temática del cáncer entre dos amigos, de trabajo coincidente (redactores/productores de informes radiales o algo asÃ), maneras sociales diferentes, con/sin novia, con/sin padres, etc., no deja de ser, en última instancia, lo mismo de siempre pero con el aditamento delicado que la enfermedad significa. Lo que equivale a preguntar de qué manera, entonces, poder jugar la buddymovie habitual pero sin traspasar ciertos lÃmites o afectar la tolerancia.
En este sentido, 50/50 sabe cómo pararse en esa lÃnea que separa, justamente, a los dos 50 del tÃtulo. LÃnea que significa mitad de posibilidades de vida para este joven de 27 años (Joseph Gordon-Levitt), afectado por un cáncer en su espina dorsal. Allà entonces la contraparte que significa Seth Rogen, bravucón y mujeriego, capaz de dar consejos tales como hacer valer la enfermedad misma como artilugio de seducción. Pero, como se decÃa, el film nunca transgrede la lÃnea "correcta", conciente en todo momento de que no se trata de cualquier asunto.
Entonces, 50/50 es polÃticamente correcta (tiene golpes bajos, amorÃos sosos, una muerte prudente) pero, al menos, posee ciertos momentos de lucidez. Algunos: Gordon-Levitt "confunde" el tÃtulo original de la pintura de su novia -"Liberación"- por el de "Opresión"; el efecto "mardigrass" que el paciente sufre entre los pasillo del sanatorio; los diálogos entre los enfermos y sus códigos; el galgo "Skeletor"; el papel de madre de Anjelica Huston; el Alzheimer del padre; la frialdad médica.
Si 50/50 no culminara como debiera, serÃa mejor pelÃcula. Es decir, hacer de cuenta que puede pedirse lo imposible: que el film no sea lo que se sabe, de antemano, es. Entonces, a no desesperar por su desenlace costumbrista sino, antes bien, ver qué es lo que más o menos mejor se entreteje entre sus costuras. Allà donde anidan momentos de comedia o, casi, de humor negro. Asà como cuando, también, aparecen ciertos instantes de sensibilidad.
La "nueva comedia americana" no es nada digno de celebrar. Sino, para este cronista, sólo de nominar. 50/50 serÃa, casi, intrascendente. Pero hay algo que la vuelve, casi, "real". Apenas. Algo es algo.
50/50. 6 (seis) puntos.
EE:UU., 2011
Dirección: Jonathan Levine.
Guión: Will Reiser.
FotografÃa: Terry Stacey.
Música: Michael Giacchino.
Montaje: Zene Baker.
Intérpretes: Joseph GordonLevitt, Seth Rogen, Anna Kendrick, Bryce Dallas Howard, Anjelica Huston, Serge Houde.
Duración: 100 minutos.
Sólo disponible en DVD
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