La recuperación del "aura"

Martín Sastre (Montevideo, Uruguay, 1976), residente en Madrid y ahora en estancia transitoria por Londres, está ligado a Rosario y a América Latina por varios motivos. Acaba de exponer su video﷓arte "The Martín Sastre Foundation" en la colectiva El Sutil Vértigo de la imagen. También ha sido invitado por el MACRO a exponer su "Trilogía Iberoamericana" próximamente en Rosario. Termina de exhibir su individual "Fantastic" en Galería Leme de San Pablo y está dedicado de lleno al apoyo de talentos artísticos latinoamericanos en el exterior, a través de una institución que él mismo dirige con sólo 28 años. Obtuvo el Premio de la Feria Arco-﷓Madrid 2004, al mejor artista menor de 40 años. Sus obras son mordaces, críticas irreverentes, llenas de humor e ironía y operan a partir de una "transfiguración estética de lo banal" en puro y vigente arte actual.

-¿Qué significa e implica para usted vivir en Europa siendo artista latinoamericano?

-Ser un latino de "aura caliente" no es tan fácil como alguna gente se imagina; hay que saber llevar el ritmo y tener mucha conducta y disciplina. Madrid es una ciudad a la cual adoro, mi vida hubiese sido muy diferente sin Madrid y, la verdad, es que le estoy agradecido por los amigos que me ha dado. Creo que a todos nos hace falta darnos cuenta que los iberoamericanos somos una comunidad y que un español, un argentino, un venezolano y una uruguaya tienen mucho más en común que una finlandesa, un griego, un alemán y un español.... Y tener cosas en común es lo que hace a una "comunidad".

-¿Qué tipo de estrategias artísticas y lingüísticas ha empleado al concebir "La Conspiración de la Rosa", su más reciente video-arte?

-Ahora está de moda decir: "Yo no creo en conspiraciones", lo cual, además de ser muy naif es muy liberador: ir por la vida sin pensar es un gran ideal. Personalmente me encantaría transformarme en Paris Hilton o dar declaraciones como las de Victoria Beckham cuando dijo: "nunca tuve tiempo para leer un libro entero"; me parece fascinante, pero la verdad es que soy super paranoico desde niño y siempre creí que abajo de mi cama había monstruos y que los fantasmas y los ovnis existían. Por eso, desde hace un tiempo resolví creer en "todo", absolutamente en "todo" y se lo recomiendo a la gente ampliamente. Es muy liberador. Mataron a Marilyn. Mataron a Evita. Mataron a Diana. Mataron a todas las Rubias Poderosas. Así, que la próxima vez que vayan a la peluquería recuerden: hay que pensar dos veces antes de cambiar de color... Sino, pregúntenle a Madonna.

-¿Y por que tituló Fantastic a su reciente individual en la galería Leme de San Pablo?

-Fantastic viene de Fanta. Hay toda una leyenda negra que dice que la Fanta es un invento de la Coca-﷓Cola para seguir vendiendo refrescos en Alemania durante el nazismo y no quedar escrachados. Sin embargo, yo soy un experto catador de Fanta y si me dan diferentes vasos de los lugares del mundo que conozco, le puedo decir cuál Fanta es la de Argentina, la de Alemania o la de España. Todas son diferentes, no hay dos Fantas iguales. Hasta ahora, de todas las que probé la que tiene el color más artificial -o sea el más "Fanta"- es la de Uruguay, dado que es muy fuerte, como plástico derretido, y la que tiene el sabor más edulcorado, más artificial -más "Fanta" todavía- es la de Australia. Fanta es por lo tanto, sinónimo de algo artificial y "Fantástico", y creo que el mundo está necesitando un poco de eso, de "Fantasía". Un mundo donde las princesas no mueren, sino que se van a vivir a Uruguay. Eso es un "Mundo Fantástico".

-¿Qué actividades se desarrollan en la Fundación Martín Sastre?

-Nuestra primer actividad fue este año, cuando realizamos el programa "Be a Latin American Artist", una beca para que artistas del auto-denominado "Primer Mundo", aprendan a trabajar y sobrevivir en Uruguay con cien dólares mensuales. La Fundación es una "obra" que no es metafórica; actúa "sobre" y "en" la realidad. Nuestro principal objetivo es invertir los "jees" de intercambio del tipo centro-periferia y, por ejemplo, que por una vez sean los artistas de Europa que vengan a aprender de nosotros y no al contrario, nosotros de ellos. Uno de los programas que estamos coordinando a mas largo plazo es el de "Adopta un Artista Latino", donde la gente podrá ser mecenas virtual de artistas que trabajan y desarrollan obras no objetuales. La Fundación es mi pequeño gran aporte para mejorar al Mundo y ayudar a la creación de una plataforma real y duradera para el arte actual latinoamericano. Vamos avanzando de a poco y espero que en el futuro los resultados sean duraderos.

-¿Tiene algún proyecto expositivo a futuro, para desarrollar en la ciudad de Rosario?

-Rosario para mí es Mirtha Legrand, el Che Guevara y Topacio Fresh. Topacio no es solamente una "Chica Sastre", sino que además es una gran amiga, por lo cual las ganas de ir siempre están. Además muchas de mis "testigas" favoritas están ahí y a ellas me debo el ciento por ciento.

-¿Cómo llevó a cabo la "Trilogía Iberoamericana"?

-Comencé a imaginarme el futuro. La primera entrega fue "Videoart: The Iberoamerican Legend" que cuenta el surgimiento de la "Era Iberoamericana". Transcurre en el año 2492. Ahí me despierto de un largo sueño congelado, como Walt Disney, y le cuento a los espectadores cómo fue que Hollywood se hundió junto a todo el aparataje de dominación cultural estadounidense y cómo fue que América Latina paso a ser el centro cultural mundial de la mano de una mesías llamada "Sor Kitty", es decir, una monja "Hello Kitty". Lo raro fue cuando muchas cosas que aparecían en el video se hacían realidad, como por ejemplo, un año después Bush efectivamente invadió Irak y la ultra realidad comenzó a ganarle terreno a la ficción mientras Hollywood comenzó a hundirse. La segunda parte es "Montevideo. The Dark Side of the Pop". Transcurre en el año 2092. Una adolescente superdotada llamada Leonor es enviada por el Centro Europeo de Inteligencia a Montevideo para descubrir "El secreto de Martín Sastre". Allí se encuentra con una ciudad desierta, donde misteriosamente han desaparecido todos sus habitantes excepto, una elegante anciana llamada "Lala, la abuela guardiana", que es la encargada de proteger el secreto de Martín, que parece ser vital para entender cuál es el futuro de Europa.

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