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"Naturaleza Rota" que se estrenó ayer y podrá verse nuevamente hoy a las 19 en el CEC (Paseo de las Artes y el río); es -si se quiere-, un auténtico producto familiar concebido y gestado por José y Gustavo Guirado, padre e hijo que fusionan sus itinerarios poéticos en un cruce de lenguajes que sigue experimentando sobre los misterios de la creación teatral. "Cuando niños, sospechábamos, que las cosas eran lo que veíamos y otra cosa posible, de allí que el personaje de `Naturaleza rota', construya con los desechos, un mundo distinto. Se trata de alguien que investiga sobre otra naturaleza de las cosas", dice acerca de su último estreno, el actordirectordramaturgo Gustavo Guirado.
-Tu padre habla de la infancia y es precisamente en esa edad donde comienza tu aprendizaje como actor.
-Sí, este cruce viene de más atrás, de muy chiquito vi su teatro, el de la Chiqui, yo después tomé otro camino. Terminé la escuela de teatro acá y a partir del 2001 entreno en Kung Fu, artes marciales, circo y acrobacia y me dedico a trabajar en espectáculos de calle con los que giro por todo el mundo. Me alejo del terreno de las salas y la actuación, hasta que necesité volver a esta fuerte teatralidad que aprendí acá dice José Guirado.
Su padre interviene para recordar que desde muy niñito, José participó en el taller de alas de la obra "La vida perdurable" dirigida por Chiqui González, directora y maestra indiscutible de la cual Gustavo aprendió gran parte de su oficio y que de alguna manera estaría presente en esta nueva creación.
-Me pareció que algunos retazos perdidos de este trabajo; podrían rastrearse en aquella inolvidable "Botellas al Mar" que dirigiste en 1998.
-Sí, en el espectáculo aparece en algún lugar una tarima de muñecas como la que había en Botellas al mar- dice Guirado padre, que define a "Naturaleza Rota", como una relectura de Geppeto y Frankestein, dos textos que tratan de la búsqueda de fragmentos del cuerpo para fabricar una vía distinta e ideal: "Dos auténticas metáforas de la soledad".
-Como también lo fue "Ulises, una teoría del silencio" (2001). Algo de esa creación tuya debe andar sobrevolando en esta puesta.
-No sabes cuántas cosas de Ulises que hay acá. Y de "Medea" o "La Quema", al margen de lo afectivo que es lo fundamental, encontré con José la posibilidad de una cosmogonía teatral que para mí era inaccesible y que me reveló la posibilidad de un lenguaje muy distinto al que yo estoy acostumbrado dice el director al referirse a este encuentro creativo con su hijo.
El espectáculo lleva el sello de la compañía "Tuto Tul", fundada por José en el 2005 como un intento por cruzar toda su formación teatral, deportiva y su recorrido por el clown y el circo callejero. El grupo integró a su padre, a Hernán Fernández (maestro de artes marciales chinas) y a Piero Arsanto, músico e inventor de objetos para teatro y juntos estrenan su primer trabajo: "Alma Mula o el Circo de Bolsillo".
-¿Cómo se aborda un trabajo conjunto entre padre e hijo?
-El siempre se ofreció a ayudarme con mis obras. No lo planeamos se fue dando solo, encontrando una dinámica de trabajo a pesar de la dificultad de estar en dos continentes alejados- dice José.
"Ensayamos esta obra hace 3 años, voy a España y nos encerramos en un teatro y cuando él viene acá nos encerramos en Pueblo Esther y así trabajamos"agrega Gustavo Guirado.
-Esto de construir a partir de los retazos, me recuerda mucho al caos de las actuales sociedades fragmentadas.
-Es tal cual lo decís. En la obra se ve claramente, hay distintas situaciones caóticas que buscan un orden a partir de este personaje y los fragmentos de cuerpos a través de las acciones lo van encontrando. Pero no es el orden esperado por el capitalismo, ni es el más conveniente. Es un orden diverso que hace referencia a una naturaleza distinta, se parece más al orden de "Los tres chiflados" o al que propone Chaplin argumenta el director.
Cuando Guirado se refiere a Chaplin, pensamos en aquella famosa imagen de Carlitos devorado por la máquina ("Tiempos modernos"), y en "Naturaleza Rota", según comentan sus responsables, el protagonista es un constructor de monstruos. Alguien que genera máquinas ineficaces para los criterios capitalistas de productividad.
"La monstruosidad es un rasgo de lo humano, necesitamos de esos monstruos para reconocernos, es un homenaje a todos los rotos que andan por ahí, no somos cuerpos de diseño. Somos rotos y andamos rotos por el mundo, nunca me sentí eficiente, correcto. No fui el que muchos esperaban, se trata de otro intento por ordenar la naturaleza y las cosas dice Gustavo Guirado.
-Rotos como aquellos fragmentos de otro gran trabajo tuyo "Recortes de un desprolijo" (1994).
-Exacto. Esta obra se podría llamar así tranquilamente: "Recortes de un desprolijo", es también una obra sobre la identidad desde lo político y desde lo filosófico, y lo poético. Todos quieren ser estos monstruos y no pueden, le faltan pedazos, es más un puzzle que una totalidad argumenta José.
"Naturaleza rota" cuenta con la música original de Teresita Di Marco, el vestuario es una creación de Ramiro Sorrequieta. En la escenografía colaboraron Julien David, Marcel Arsanto, José Guirado y Paula Rodríguez que también fue asistente de vestuario y productora del espectáculo.
La obra, según los Guirado se propone como reflexión lúdica para compartir en familia: "Nos gusta decir que esta obra es para adultos siempre y cuando vayan acompañados por la atenta mirada de un niño".
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