Aun cuando su última producción discográfica (Friends, donde reunió a un enorme elenco de figuras del jazz internacional) y su presente compositivo, vinculado a lo orquestal, están anclados en experiencias colectivas, Stanley Jordan sigue girando en solitario. Más allá de las obvias conveniencias logÃsticas, el virtuoso guitarrista estadounidense encuentra en ese formato una libertad que descubrió casi sin proponérselo: en tiempos en que sus pares transitaban hacia el rock y el funk, él se encaminó hacia el jazz, el género que le permitió combinar la visceralidad que brillaba en los años 70 con su formación clásica en piano. Reconocido por su innovadora técnica, a la que él denomina como "touch" y que puede asociarse al método de tapping utilizado por los bajistas, Jordan actuará esta noche, a las 20.30, en el Teatro PrÃncipe de Asturias del Centro Cultural Parque España (Sarmiento y el rÃo), en la que será su primera actuación en la ciudad.
Luego de egresar en Princeton con 21 años, y después de tocar en las calles de Nueva York durante algún tiempo, Jordan cobró notoriedad cuando pasó a formar parte del influyente sello Blue Note, que en 1985 publicó su disco Magic Touch, nominado a dos Grammy. Con su sorprendente técnica y virtuosismo, Jordan entraba a la puerta grande de la escena del jazz. Sin embargo, su trayectoria serÃa fluctuante, quizás como consecuencia de la misma inquietud que lo llevó a desarrollarse dentro de la musicoterapia y que hoy lo encuentra abocado a la composición orquestal.
Una amplitud que, en su momento, lo volvió algo inclasificable. "Creo que hoy en dÃa es cada vez más común que la gente se interese por distintos tipos de música, porque crece con medios muy diversos -analiza Jordan en diálogo con Rosario/12-. Creo que cuando yo era más joven, cuando estaba empezando a estudiar música, fue el comienzo de la explosión de los medios. Para mà entonces fue muy natural el hecho de tocar distintos tipos de música, pero encontré que la industria musical no estaba muy segura de cómo clasificarme. Hoy creo que la industria está más preparada para gente como yo, porque ya no resulta tan inusual".
En ese marco, la formación musical que Jordan tuvo desde niño también dejó su huella. "Lo primero que toqué fue piano clásico --explica el guitarrista. Me encantaba escuchar rock y blues, pero nunca pensé en tocarlo. Cuando empecé a tocar la guitarra, también toqué rock y blues, y después me metà en el jazz, porque me parecÃa una buena integración: tenÃa riqueza estructural, como la música clásica, y también el poder y la crudeza del rock y el blues. Entonces fue una manera de juntar todo".
-En ese sentido, el jazz es una buena plataforma desde la cual combinar distintos tipos de música.
-Es cierto, y es grandioso ver cómo el jazz ha sido adoptado por muchos paÃses diferentes. Viajo por el mundo, escucho lo que la gente hace, y todo tiene un sabor diferente. Disfruto al escuchar eso, porque la gente incorpora sus propias influencias culturales. El jazz, como dijiste, funciona como una gran plataforma.
-En su caso, ¿la formación pianÃstica influyó en el desarrollo de su técnica para tocar la guitarra?
-SÃ, seguro. En un momento mi familia estaba pasando por un momento económico difÃcil, entonces tuvimos que vender el piano. Por algún tiempo no tenÃamos instrumentos en la casa, pero logré persuadirlos para que me compraran una guitarra, que es más barata. Y me encantó. Pero después de tocar la guitarra durante varios años me di cuenta que todavÃa extrañaba ciertas cosas del piano. A medida que fui progresando en la escuela, tuve acceso nuevamente a un piano, y ahà me di cuenta que querÃa hacer cosas pianÃsticas. Pero todavÃa amaba la expresividad de la guitarra, entonces quise quedarme con la guitarra pero buscando la manera de adaptarla a las posibilidades orquestales del piano. Después de mucha experimentación pude desarrollar lo que llamo mi técnica de "touch".
-En aquel momento, el desafÃo de llevar a la guitarra las posibilidades propias del piano derivaron en el desarrollo de esa técnica distintiva. ¿Qué desafÃos lo movilizan hoy en dÃa?
-Creo que continúo en la misma dirección, encontrando formas de expresión que me dan una mayor paleta de colores musicales. Entonces, por un lado volvà a tocar el piano, porque hay cosas que sólo puedo hacer tocando el piano. En Friends (NdR: el notable disco en el que reunió a los guitarristas Bucky Pizzarelli, Mike Stern, Russell Malone y Charlie Hunter, la violinista Carter, los saxofonistas Kenny Garrett y Ronnie Laws, el trompetista Nicholas Payton, los bajistas Christian McBride y Charnett Moffett, y el baterista Kenwood Dennard), y antes en State of Nature, trabajé con el piano. Y de hecho ahora estoy componiendo para orquesta sinfónica, y no sé si esa música entrará en el disco que estoy haciendo ahora, pero sà representa la dirección a la que voy. A veces, en mi mente, escucho música que requiere de una orquesta. Entonces, para ser sincero, tengo que admitir que estuve estudiando muchos años orquestación y creo que finalmente me decidà a componer para orquesta.
Claro que, en solitario, Jordan encuentra un espacio de goce especial. "Disfruto de la libertad de tocar solo, y también de la intimidad que se genera -apunta el guitarrista-. Hay una relación directa con la audiencia. Cuando empecé a tocar solo, no pretendÃa hacer eso, sino que en ese momento no tenÃa a nadie que quisiera tocar la misma música que yo estaba tocando. HabÃa tocado pop, funk, rock, y lo disfrutaba, pero cuando empecé a ir en diferentes direcciones tuve que hacerlo solo. Y empecé a disfrutarlo. Incluso ahora tengo mucha gente con la que podrÃa tocar, pero a veces me pasa que cuando toco con otras personas, algunas veces, siento que la música se torna muy convencional y quisiera hacer algo diferente. Entonces disfruto de poder llevar la música a la dirección que quiera".
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