¿Cómo acercarse desde las palabras a la (hasta ahora) última pelÃcula del trÃo Linklater/Delpy/Hawke? Seguramente, sin la revelación de absolutamente ninguno de sus detalles argumentales. Cualquiera de los espectadores de las anteriores Antes del amanecer (1995) y Antes del atardecer (2004) huirÃan despavoridos, asà como ofendidos, ante la mera posibilidad de que esto ocurriese. Algo que, lamentablemente, hubo de suceder entre páginas y decires de algunos comentaristas.
Tal situación dice, mucho, acerca del culto que estos films despertaran, desde un boca a boca que ha provocado un seguimiento Ãntimo, de relación personal con las pelÃculas. Porque con Antes de la medianoche se completa un recorrido, un periplo de años vividos en, apenas, tres dÃas, es decir, tres pelÃculas. Todas y cada una ocupadas por el relato de lo sucedido durante, apenas, veinticuatro horas. Con el planosecuencia (toma de imagen sin cortes) como recurso justo para esos diálogos sin fin, espontáneos y atentos a un guión que, naturalmente, transgreden hacia una continuidad de desenlaces aparentes.
Sólo se referirá aquà un momento de sol que cae, de sentimiento fugaz que cualquiera puede, si quiere, experimentar, mientras la luz todavÃa está y la noche apenas no es. Ese instante inapresable, que desde la palabra trata de retener a la bola de fuego que se oculta. La melancolÃa, inevitable, está allÃ, mientras se codea con tantas otras situaciones y estados de ánimo como los que afloran en Jesse (Hawke) y Celine (Delpy).
Para ellos, sean los intérpretes, sean los personajes, hubo de suceder realmente tanto tiempo como el que separa a cada una de las pelÃculas. También para el espectador. Por eso, mirar las arrugas, escucharlos decir, observar sus cuerpos, es también diálogo que anuda las elipsis entre cada uno de estos tres dÃas, de estas tres pelÃculas, que vuelven palpable y fugaz al tiempo que ha sido.
En este sentido: los intérpretes, el realizador también, se vuelven personajes de sà mismos, tanto como los que habitan dentro de cada uno de los libros que Jesse escribe para inmortalizar lo que hubieron de vivir o vivirán. Aspectos que entre sà se confunden, a la vez que sitúan a la pareja en el estadio generacional intermedio. Allà se sitúa una de las mejores escenas de la pelÃcula y, tal vez, del cine de Linklater: en la mesa del almuerzo, entre las experiencias de amor, dichas desde el recuerdo: "algo que nunca olvidaré", se escucha; "rasgos que me esfuerzo por evocar", se replica. A la par de una madurez transgresora que para saberla habrá que, inevitablemente, haber vivido.
Entonces, Antes de la medianoche no hace falta sea referida más que desde sus capÃtulos previos. Si el encanto no hizo efecto entonces, tampoco lo hará ahora. Si sÃ, ¿qué más decir? Que la intimidad entre Jesse, Celine, y el espectador, sigue allÃ, tan bella como inasible.
Antes de la medianoche. 10 (diez) puntos.
(Before Midnight)
EE.UU., 2013
Dirección: Richard Linklater.
Música: Graham Reynolds.
Intérpretes: Ethan Hawke, Julie Delpy, Seamos DaveyFitzpatrick, Jennifer Prior, Charlotte Prior, Xenia Kalogeropoulou.
Duración: 109 minutos.
Salas: Cines del Centro, Monumental, Sunstar, Showcase, Village.
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