El viaje sonoro de Tabaré

Entre la explosividad en la apertura con "Buenas noches atorrantes", en esa línea entre murguera y ska popularizada por La Vela Puerca, al cierre milonguero con "Atención Francia", en El zoológico de mi cabeza Tabaré Cardozo lleva al terreno de lo explícito la multiplicidad de influencias que marcan a su rica trayectoria musical. En su cuarto disco solista --que hoy a las 21.30 presentará en El Diablito Cabaret (Brown 3126)--, también están, lógica y saludablemente, los rasgos murgueros de uno de los creadores más talentosos surgidos en los últimos años en los tablados uruguayos.

Como en una experimentación abierta a públicos diversos, en su último disco Tabaré le da forma a un material ecléctico. Para los nostálgicos de su inmensa obra dentro de la murga﷓canción, aparecen la bella "Mitología" o "Ruido a ciudad", homenaje al enorme Canario Luna. "Tiempo animal" y "Montevideo" encuadran también en esa sintonía del Cardozo cancionista, ése que se ha erigido como uno de los poetas más certeros de su generación, y que en su faceta como cantautor le da lugar a cierta introspección.

"El formato murga no se presta para hacer canciones introspectivas, si estás en concurso no vas a hablar de una novia que perdiste, no tiene mucho sentido, porque la gente espera escuchar crítica social, otro tipo de cosas. Hay sentimientos que a uno le pasan y si yo fuera sólo letrista de murga, no podría expresarlos", coincide Tabaré en diálogo con Rosario/12, adelantando su primer concierto como solista en la ciudad, luego de la experiencia realizada hace ya algunos años junto a sus compañeros de Agarrate Catalina, la murga que fundó junto a su hermano Yamandú y que puede apuntarse entre las agrupaciones históricas del carnaval uruguayo.

Esta vez, Tabaré estará secundado por su banda, que demuestra su madurez en este cuarto disco de estudio, el de mayor y mejor producción dentro de la discografía de Cardozo. Para el cantante y compositor "tiene un sonido muy interesante", y detalla: "Me metí en géneros que nunca me había metido, no todos juntos en un disco. Acá hay desde un bailecito peruano a un son cubano, pasando por temas ska, blues, candombe. Hay muchas cosas".

Sin embargo, Cardozo reconoce que al momento de crear El zoológico... no hubo una deliberada búsqueda de eclecticismo. "Yo voy atrás de la inercia de las canciones --apunta--. Se me van ocurriendo y ya traen su impronta, su rítmica. La canción que le da nombre al disco es música disco mezclada con murga, una cosa muy rara. A partir de éso, y que había muchas canciones extrañas, vimos que la inercia iba para ahí. Pero no fue deliberado, no decidí hacer un disco multigenérico. De hecho el nuevo disco que estoy grabando es básicamente rockero. Nunca hice un disco así, pero me salió. La zafra sale así".

Para Tabaré, la amplitud puede encontrar explicación en que muchas de las creaciones fueron creadas en gira: "El zoológico... fue compuesto en países muy distintos, en Cuba, Panamá, España, Francia, en aviones. Algunos también en Argentina, en el interior. De hecho me acuerdo de un trayecto en la autopista Córdoba-Rosario donde compuse 'El flautista de Hamelín'. Pero no es que los viajes hayan tenido un determinismo geográfico, los diferentes países y lugares no están relacionados con la estilística de la canción, pero sí la modalidad y la metodología. Este disco fue compuesto en años diferentes, en países distintos, y viajar te hace ver todo panorámicamente. Desde el punto de vista filosófico pero también estricto, no sólo figurativamente".

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