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Lunes, 4 de noviembre de 2013
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Salas alternativas de Rosario que permiten revivir la época dorada del cine italiano.

Nos habíamos emocionado tanto en el cine

Tras el ciclo de Roberto Rossellini en El Cairo, hoy a las 20.30 Madre Cabrini pone un film de 1965, propio de aquel estilo de la "Commedia". Se exhibirá "Oggi, domani e dopodomani", dirigido por Marco Ferreri, Eduardo De Filippo y Luciano Salce.

Por Emilio A. Bellon
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El ciclo de Rossellini en El Cairo incluyó la clásica e inolvidable "Roma, ciudad abierta".

Como es habitual, el cine italiano, a través de sus reposiciones, nos trae imágenes de aquellos días de los años 40-60, en los que el público asistía de manera muy frecuente a las salas de exhibición. Por lo general, se daban a conocer de tres a cinco films mensuales, en carácter de estreno y lo mismo acontecía cuando dichos films, no muchas semanas después, se presentaban en los llamados cines de barrios; allí, donde muchos de nosotros crecíamos, mientras asistíamos, casi diariamente, a ese ritual mágico.

Hace pocos días, en la sala del cine El Cairo, y desde un ciclo de films organizado conjuntamente con el Consulado de Italia, tuvimos oportunidad de ver, rever; de admirar y aplaudir al finalizar cada función, un ciclo de los films del gran maestro Roberto Rossellini, del llamado capítulo de "la guerra, la ocupación, la Resistencia y la Liberación", integrado por ese antológico tríptico de "Roma, ciudad abierta" (obra fundacional del Neorrealismo), "Paisá" y "Alemania, año cero", estrenados originalmente en el período 1945﷓48. Y en la última función, el primer film que Rossellini filma con quien en ese momento pasa a ser su gran amor, rechazada por la misma sociedad, tanto estadounidense como italiana, por vivir, ahora, junto a él.

Durante cuatro semanas, cada domingo, y a partir del ciclo Roberto Rossellini como tantos otros que programa esta sala, y otras tantas alternativas, el público volvió a sorprenderse con el intenso dramatismo de una luminosidad en blanco y negro, de la fuerza de un hacedor artesanal, de la dimensión ética de quien reflexiona sobre la figura del espectador. En los últimos años de su vida, Rossellini no sólo consideró que el nuevo medio televisivo podía pensarse como un espacio de construcción de memoria y de aprendizaje ﷓ pensemos en su "Sócrates", "Entrevista a Salvador Allende: la fuerza y la razón", "Pascal", "Cartesius", entre otras﷓, sino que además tuvo la dicha de presidir la Presidencia del Jurado del Festival de Cannes en 1977, defendiendo al film "Padre Padrone" de los hermanos Paolo e Vittorio Taviani, enfrentándose al resto de los miembros, logrando que finalmente se le entregase la " Palma de Oro", como mejor film. Todo esto ocurría, lo que se considera como la última de sus grandes peleas, en mayo del 77. Pocos días un tres de junio Roberto Rossellini fallecía.

Y al volver sobre títulos del cine italiano, la sala Madre Cabrini hoy nos ofrece un film de 1965. Y en aquellos años, uno de los formatos propios de la "Commedia", era el de film de sketchs. Ahora, y en esa dimensión del grotesco, esta tan querida sala, hoy, en su función de las 20.30 hs, exhibirá "Oggi, domani e dopodomani"; esto es, "Hoy, mañana y pasado mañana", integrado por tres episodios, dirigidos en orden de presentación por Marco Ferreri, Eduardo De Filippo y Luciano Salce.

Film guionado originalmente por Marco Ferreri y Rafael Azcona, ambos ya trabajando juntos desde "El pisito", "El cochecito", "La reina y su zángano", entre otros, y pensado su primer episodio, "El hombre de los cinco globos" como todo el largometraje, "Oggi, domani e dopodomani" fue sustituido y modificado por el propio Carlo Ponti con la inclusión de los otros dos episodios¨: "La hora pico" y "La mujer rubia". En estas tres historias, en las que campean diferentes estados emocionales, encontramos a los recordados Marcello Mastroianni y Ugo Tognazzi, Catherine Spaak, Virna Lisi, Pamela Tiffin, entre otros.

Las diferentes situaciones que se van planteando van poniendo al descubierto, conforme al absurdo y a lo trágicómico de las situaciones, una variedad de retratos que se dan en ese escenario de las contradicciones de la sociedad del "boom" industrial, de los enfrentamientos familiares y de una subrayada ambigüedad sexual; profundamente provocador respecto de las concepciones de entonces.

En el inminente Festival de Mar de Plata, a celebrarse en pocos días más, se va a poder ver y admirar el último film del siempre presente Ettore Scola, quien en este momento, a sus ochenta y dos años ha presentado en el Festival de Venecia su tan esperada obra, "Che strano chiamarse Federico". Y este es el film que se podrá conocer en Mar del Plata en el cual el realizador de "Nos habíamos amado tanto", "Un día muy particular", entre tantas sublimes creaciones; igualmente guionista de los dos primeros films citados de Rossellini, recrea a Federico Fellini desde sus diecinueve años de su Rímini natal hasta su despedida, itinerario sentimental y autoral, poético y mágico reconstruido a través de sus dibujos, guiones, cartas, entrevistas, secuencias de sus films, diálogos con otros artistas y algunas revelaciones más.

A veinte años de su fallecimiento, acaecida un 30 de octubre, luego de que nos invitara a ese viaje de esas dos criaturas fantasmales y alocadas, insomnes comediantes, en "La Voz de la Luna", guiados por la poesía de Giacomo Leopardi y saliendo al encuentro de Pinocchio, traemos a nuestro amado Federico Fellini , sobre el cierre aparente de esta nota, a través de estas, sus palabras, desde un escenario sonoro de Nino Rota, que igualmente nos llevan a pensar en su Gelsomina, su Giulietta de "La Strada": "El cine también es circo, carpa donde también hacen piruetas los saltimbanquis, viaje a bordo de una suerte de "nave de los locos", aventura, ilusión, espejismo...".

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